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lunes, 31 de octubre de 2011

Reto: vuestras consignas, mi relato (7)

Bueno, ya sabéis cómo funciona...
Necesito tres consignas, que me daréis vosotros por comentario.
Esta vez aviso, los nombres propios no valen como palabra, se pueden decir pero no se contarán dentro de las tres consignas, sino que los tendré en cuenta como sugerencias, aunque eso dependerá del relato en cuestión (no es obligatorio).
Sólo vale una palabra por persona.
Se elegirán las tres primeras palabras que se digan.
A partir de todo eso, haré un microrrelato de no más de una página de word.

Relato: Paciencia

 ¡Hola a todos! Este es el proyecto de este mes en Adictos a la escritura y trata, cómo no, de halloween. Os recuerdo la tagline que escribí hace unos días para ir picando vuestra curiosidad...

Todo un año atrapado, esperando su oportunidad de traerla consigo y disfrutar de una orgía de sangre... pero ella no vendrá sola.

El relato es más típico de lo habitual, más que nada por cambiar el chip, que tampoco es plan de hacer todas las cosas raras que se me ocurren. Dicho esto, y por si no os ha quedado claro que no va a ser el típico relato raro de escribolee (que siempre tengo una buena reserva de esos), os advierto de que esta historia contiene algo de violencia y sangre (natural, es halloween y en las bases decía claramente que no había que salirse del espíritu terrorífico de la fiesta) y que si sois sensibles no lo leáis, aunque tampoco es que sea especialmente violento ni nada por el estilo ^^

Paciencia:

Había esperado todo un año desde que había poseído a ese estúpido mortal que se puso a jugar a la guija. Un año sin su amada Erzadrel, de la que se había separado solo unos instantes confiando en que fuera capaz de poseer a una de las hembras presentes. Pero una de ellas se había desmayado antes de tiempo y la otra tenía demasiada personalidad y no la dejó entrar en su cuerpo. Para cuando quiso reaccionar, el portal estaba cerrado y se encontraba atrapado en ese adolescente desgarbado.
Había sido difícil para él aguantar un año sin que nadie se diera cuenta. Para colmo, el mortal al que había atrapado era un joven extrovertido y popular, de modo que había tenido que sacar a la luz todas sus dotes de actor, confiando en que achacaran a su edad del pavo sus fallos interpretativos. 
La única que había sospechado era la novia del mejor amigo de su poseído, la misma que no se había dejado poseer, pero pronto se las había arreglado para convencer a su “colega” de que lo dejara con ella y comenzara a salir con otra. Una otra muy hermosa y tan estúpida que a su amada le resultaría sencillo colarse, y a la que no había sido difícil convencer para que se uniera a la tradicional y divertidísima guija de Halloween.
Eran cuatro: dos de ellos, su “colega” y su “novia”, serían utilizados como sacrificio de sangre para celebrar el reencuentro. Todos sonreían tontamente, algo ebrios, y comenzaron a realizar el ritual entre risas, sin saber qué les esperaba. Él sonrió con malicia mientras el portal al mundo de los espíritus se abría y notaba la presencia de Erzadrel colarse y poseer el cuerpo de su víctima, pero frunció el ceño cuando sintió una segunda presencia entrar en el mundo de los vivos y ocupar el cuerpo del muchacho cuyas estupideces adolescentes había soportado durante un año. Cuando las dos posesiones se efectuaron con éxito, se encontró mirando los ojos de su amada y de su peor enemigo en el infierno, Jezabez.
-Vamos, amor. No pretenderías que te esperara durante todo un año, ¿verdad? –le dijo ella con una sonrisa sarcástica. Loco de ira, se lanzó a su yugular, con la intención de arrancársela de un mordisco, pero Jezabez fue más rápido y utilizó el cuchillo ritual para arrancarle el corazón. Una vez muerto el cuerpo que había habitado en el último año, su forma espiritual comenzó a formarse y observó dolido cómo su enemigo y aquella por la que lo había dado todo bebían juntos la deliciosa sangre derramada.
Pero no está todo perdido, pensó cuando vio a la humana que quedaba, su “novia”, temblando en un rincón y observando cómo su mejor amiga y el colega de su chico bebían la sangre de su novio muerto. 
Entró en su cuerpo sin vacilar y sintió cómo la naturaleza femenina de la humana hacía lo posible por expulsarle. No tenía tiempo que perder: cogió el cuchillo, abandonado ahora en el suelo, y se lo clavó con saña a Jezabez una y otra vez.
-¡Siempre fuiste el mejor! –exclamó Erzadrel, fingiendo no advertir su mirada de odio mientras buscaba a tientas el otro cuchillo ritual que los humanos habían traído. 
Él la agarró con violencia y le dio un apasionado beso, agarrando con fuerza su cuchillo, que aun chorreaba la sangre del humano poseído por Jezabez. 
Las dos armas se clavaron al mismo tiempo en el corazón de su adversario y los cuerpos de ambas muchachas cayeron entrelazados, con los labios aun pegados en un beso salvaje, pero la batalla entre los tres espíritus no había hecho más que empezar.
Dicen que aún siguen peleando, atrapados en el mundo humano hasta que otro mortal incauto vuelva a hacer la guija en el mismo sitio.
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domingo, 30 de octubre de 2011

Relato: Pegasos y petardos

 Este es el sexto relato del reto: Vuestras consignas, mi relato. Esta vez tardó algo menos, pero claro, es que estamos en puente y ayer estaba leyendo un libro tan pestiño (ya leeréis la reseña en escriboleeo) que el aburrimiento llamó a las musas para que desconectara un poco. Gracias a Angy. W, Astarielle y JJ Campagnuolo por aportar las palabras y a Dulce Cautiva por dar los nombres.
Este sí que ha sido todo un reto. Un pegaso y un petardo en el mismo relato requieren un ejercicio extra de imaginación. Pero bueno, al final ha salido algo y debo decir que estoy contenta con el resultado ^^.

Pegasos y petardos  

(Pegaso, petardo, tentación, Jack y Nicole)
Si había alguna razón por la cual el reino era conocido y respetado era, precisamente, por los pegasos, esas maravillosas y poderosas criaturas mágicas. Por lo que respectaba a Jack, heredero al trono, bien podían irse todos lejos, porque no los soportaba. Lo primero que le enseñaron, casi desde que aprendió a andar, fue a cepillar, alimentar y mimar a las magníficas criaturas. A él que, por derecho de nacimiento, debería ser mimado por todos y que no tendría que hacer más esfuerzo físico que el de los deportes elegantes.
Así pues, cuando vio en el mercado el petardo, no pudo resistir la tentación de comprarlo y ponerlo justo en medio del establo, para meterles un buen susto y que se fueran todos. El lugar, tras la explosión, se convirtió en un caos de patas, plumas y relinchos asustados.
El joven se rió de lo lindo con la broma, pero lo que no había tenido en cuenta Jack fueron las consecuencias de sus actos: los pegasos se enfadaron y quisieron dejar el reino, lo que hizo que su padre, para calmarles, le desheredara automáticamente a favor de su hermana Nicole. Para colmo de desgracias, la ira de su pueblo fue tal que tuvo que huir al extranjero.
Años después, Jack, tras vivir en la pobreza más absoluta en decenas de países, todos más pobres y sin las siluetas de los pegasos en el cielo, entendía mejor por qué se apreciaba tanto a las criaturas en el suyo. No obstante, siguió odiándolos más si cabe, incapaz de entender que su situación era solo culpa suya.
No fue difícil para los Señores Oscuros reclutarle para conquistar su antiguo reino. Ahora estaba de incógnito frente a los establos, preparándose para la acción. Un solo petardo había provocado un incidente casi imperdonable y su caída en desgracia. Se moría de ganas por ver lo que pasaría cuando estallaran los cien petardos que llevaba a su espalda.
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viernes, 28 de octubre de 2011

Reto: vuestras consignas, mi relato (6)

Bueno, ya sabéis cómo funciona...
Necesito tres consignas, que me daréis vosotros por comentario.
Esta vez aviso, los nombres propios no valen como palabra, se pueden decir pero no se contarán dentro de las tres consignas, sino que los tendré en cuenta como sugerencias, aunque eso dependerá del relato en cuestión (no es obligatorio).
Sólo vale una palabra por persona.
Se elegirán las tres primeras palabras que se digan.
A partir de todo eso, haré un microrrelato de no más de una página de word.

jueves, 27 de octubre de 2011

Nada de caníbales (daga, canibal y cielo)

 Este es el quinto relato del reto: Vuestras consignas, mi relato. Esta vez tardó también bastante, pero por alguna razón mis profesores han decidido que la semana que viene es la oficial para entregar todos los trabajos escritos y para colmo en las prácticas (que tengo muchas, parece que a nadie le apetece trabajar) no hay forma de manejar el portatil sin que sea un canteo. Gracias a Dulce Cautiva, Sueños Líricos y Astarielle por aportar las palabras.
En fin, no estoy muy familiarizada con la literatura en la que aparecen caníbales, así que me he inclinado por mi particular universo de fantasy para realizarlo XD

Nada de caníbales (Daga, canibal y cielo)
-No, ni por todo el oro del mundo. Nada de caníbales en nuestra banda.
-Deja ya de quejarte, Kohl. No nos va a comer.
-Es un dorkais, y los dorkais comen personas, Dreide.
-Sólo comen personas como ritual en fechas señaladas, y sólo a los que han muerto en batalla. Además, es el mejor explorador de la zona –dijo Dreide mirando al cielo con exasperación-. Tampoco es que tengamos más opción, dado que has asustado a todos los demás candidatos gracias a tu jugueteo con la maldita daga.
-¡Pandilla de cobardes! Si les da miedo una daga inofensiva ¿cómo van a guiarnos hasta las ruinas, que están rodeadas de bárbaros?
-Pues por eso mismo. El dorkais no se ha amedrentado.
-Claro, porque estaba pensando en lo ricos que debemos saber con un poco de guarnición.
-Los dorkais se comen a las personas crudas. Ya te he dicho que es ritual, para que la fuerza de los guerreros muertos se les transmita.
-Mejor me lo pones. Somos guerreros y seguro que quiere comernos para conseguir nuestra fuerza.
-¡Maldito cabezón! -exclamó Dreide, tras lo cual cambió de táctica-. Míralo desde esta perspectiva: el dorkais sabe dónde vamos. Si no le contratamos y le tenemos vigilado, podría decírselo a los suyos y no tendremos ninguna oportunidad.
-¡Maldita sea! ¡Tienes razón! Contrátale, que más vale tener al enemigo cerca.
Días después, el grupo de mercenarios era atacado por insectos venenosos y el dorkais comenzó a morder a la gente allí donde tenían picaduras.
-¿Lo ves, Dreide? Quiere comernos a todos.
-¡Idiota! Está extrayendo el veneno.
El dorkai miró a Kohl y le extrajo el veneno, poniendo los ojos en blanco y llamándole racista delante de todo el mundo, lo que le hizo enrojecer. No obstante, durante su turno de guardia, que coincidía siempre con el del desconfiado mercenario, se dedicó a recordar lo bien que habían sabido algunos de los hombres mientras les extraía el veneno. Ya tenía seleccionados a los que serían su manjar ritual, y Kohl estaba el primero en la lista. Sólo tenía que esperar a que sus compatriotas llegaran hasta ellos, siguiendo las señales que había ido ocultando por todo el camino…

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miércoles, 26 de octubre de 2011

Relato: Las dos caras del amor

 Este es mi relato para el concurso de La voz de Astarielle (categoría: amor no paranormal).

Las dos caras del amor

Me da igual lo que me digan. El amor es doloroso, mucho más que cualquier otro sentimiento. Y si está próximo a la amistad, se vuelve insoportable. Así que, cuando vino a mí con el corazón destrozado porque la asquerosa de la que está enamorado le dejó, tomé la determinación de cortar por lo sano. El hecho de que me pidiera que le ayudara a montar la declaración de amor más maravillosa del mundo para recuperarla, me dio las fuerzas necesarias para llevar a cabo esa determinación.
Y aquí estoy yo, con el corazón destrozado y sin poder hablarlo con mi amigo porque he cortado toda relación con él precisamente para no acabar con el corazón destrozado. ¿Irónico, no? Todo porque es incapaz de mirarme como mujer y solo me ve como compañera de juerga. El hecho de mirar la hora y saber que ahora mismo esa imbécil está recibiendo un ramo de preciosas orquideas para luego disfrutar de una maravillosa cena romántica empeora las cosas.
Un par de horas más tarde
Suena el timbre, abro la puerta y le encuentro trajeado en el umbral. Así que le ha rechazado y viene a mi casa a que le consuele, como siempre. Estoy a punto de dejarle con la puerta en las narices pero me da pena. ¡Maldición, no le puedo dejar así, soy su amiga! Le abrazo y murmuro las palabras de consuelo que necesita. Se ríe, me mira y me besa. No entiendo nada.
-La miré y me pareció tan estúpida –me dice–. Una muñeca vacía a la que había vestido con atributos que en realidad no tenía. Una ilusión. Y mientras cenábamos y escuchaba su aburrida conversación banal, sólo podía pensar: ojalá estuviera aquí Mar.
Le miro con cariño mientras experimento la otra cara del amor, la cara alegre. Sin esperar más, nos besamos apasionadamente.
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martes, 25 de octubre de 2011

Reto: vuestras consignas, mi relato (5)

Bueno, ya sabéis cómo funciona...
Necesito tres consignas, que me daréis vosotros por comentario.
Esta vez aviso, los nombres propios no valen como palabra, se pueden decir pero no se contarán dentro de las tres consignas, sino que los tendré en cuenta como sugerencias, aunque eso dependerá del relato en cuestión (no es obligatorio).
Sólo vale una palabra por persona.
Se elegirán las tres primeras palabras que se digan.
A partir de todo eso, haré un microrrelato de no más de una página de word.

lunes, 24 de octubre de 2011

El fin de la espera. Relato de fantasía

reto de escritura creativa
 Este es el cuarto relato del reto: vuestras consignas, mi relato. Esta vez tardó más, pero sigo con fiebre y sólo el extremo aburrimiento de mis clases ha sido capaz de hacer que se encienda la bombilla. Gracias a Patricia O., Astarielle y Dulce Cautiva por dar las consignas (aunque Zeus no es realmente la palabra, la he usado no como nombre propio sino como expresión de la deidad ^^).
También este es un relato rarito, más que nada porque un unicornio y un capataz en el mismo relato son una combinación completamente explosiva.


El fin de la espera (Zeus, Capataz, Unicornio)
El capataz de la obra era un hombre respetado por sus subordinados, de fuerte musculatura y aspecto imponente, que le había ganado la admiración de las mujeres, entre las que tenía fama de rompecorazones. Desde que era pequeño estaba prometido con una jovencita, pero tenía la intención de no casarse con ella hasta mucho tiempo después y quería aprovechar su libertad al máximo con todas las damas disponibles.
Todos los días se quedaba hasta tarde en la obra para comprobar que todo avanzaba correctamente, tras lo cual se iba caminando hasta su casa atravesando un pequeño bosquecillo para cambiarse de ropa y prepararse para ir a visitar a su amante de turno.
No obstante, una noche ocurrió algo realmente sorprendente, porque el capataz se cruzó con un maravilloso unicornio de inmaculado color blanco, que llegó incluso a tocar con sus manos. Alterado, fue a la taberna local para contárselo al clérigo, que solía pasar por allí para tomarse un par de cervezas, y el hombrecillo comenzó a reírse con su historia.
––¿Has visto un unicornio? ¿Cuánto bebiste hoy? ––se rió el hombre santo, pero al ver que el hombre hablaba en serio le lanzó un hechizo que reveló que, efectivamente, había tenido un encuentro con tan magnífica criatura ––. ¡Por Zeus! ¡Realmente viste un unicornio! ––exclamó en voz demasiado alta.
Una carcajada general se extendió por toda la taberna, pues era de todos conocido que los unicornios solían tener preferencia por las bellas doncellas vírgenes, y que sólo a ellas se acercaban lo suficiente. A partir de entonces, se conoció al capataz como el virgencito y el pobre hombre soportó innumerables mofas, hasta que finalmente decidió casarse, viendo que las mujeres, que antes se morían por sus huesos, no podían ahora contener sus risas al verle.
La noche antes de la boda, su prometida salió de la casa y se acercó al bosque, donde se encontró con el unicornio.
––Bien hecho, amigo mío. Ese truhán se lo tenía bien merecido y ya me estaba cansando de esperar a que decidiera sentar la cabeza ––dijo a la criatura abrazándola con cariño.

https://deborahfmunoz.com/mis-obras/ 

domingo, 23 de octubre de 2011

Cambio de diseño

Ante todo, mis disculpas por no tener aun el relato para el reto ni por la falta de señales de vida por la blogosfera. Estoy con fiebre y mi cabeza es incapaz de centrarse en una sóla cosa...
Abro esta entrada para avisar del obvio cambio de diseño. Durante el concurso-sorteo muchos de vosotros me dijísteis que a menudo os confundíais entre escribolee y escriboleeo. Aunque en un principio los había pensado para ser el mismo blog en dos dominios distintos, como los contenidos son tan increíblemente dispares creo que es mejor que haya diferenciación también en el diseño. Así que aquí lo tenéis, dragones nocturnos. ¿No os parecen una ricura? Hay que ver cómo ha cambiado escribolee desde sus inicios... sin duda una gran mejora, ¿no os parece?
cabecera 1
 La primera cabecera, todo con negros y azules
cabecera 2
 La que conocéis la mayoría
cabecera 3
Y la nueva.

NOTA/COMENTARIO realizado en 2017, tras unos años como diseñadora gráfica profesional. Cielos, la primera cabecera daba vergüenza ajena. Y los colores de la que publiqué el día de la entrada hacen casi daño. Pero bueno, la mejora es significativa...

sábado, 22 de octubre de 2011

Quinta reseña de Atrapada en otra dimensión

Hoy me he levantado y me he encontrado con una nueva y grata sorpresa al encontrarme en mi muro de facebook un enlace de JJ Campagnuolo con su reseña de Atrapada en otra dimensión. ¡Muchas gracias!  Aquí os la dejo para que le echéis un vistazo, aun no me puedo creer cómo esta semillita que empezó con un "Quiero hacer un blog y no se me ocurre más que esta parida" va creciendo cada vez más hasta límites que nunca llegué siguiera a imaginar, tanto más cuando estuve a punto de cerrar porque no lo leía ni el Tato... Y aquí está, con 600 descargas y unas cuantas reseñas y críticas muy positivas.


Hablando de los prejuicios, me he dado cuenta de que el mayor problema de Atrapada en otra dimensión es precisamente ese. La gente se lo descarga por curiosidad (y porque es gratis, para qué negarlo) y luego lo deja en un rincón de sus archivos con el debate interno de Lo leo, no lo leo. Y todo por los prejuicios. Ya me lo han dicho muchas personas de muy diversos gustos literarios, y lo curioso es que luego, una vez vencidos, les encanta.
Enciendo que es una obra que, por lo diferente, puede despertar muchos prejuicios y muy diversos: los que no les gusta el juvenil no lo leen porque piensan que será demasiado light, los que aman los vampiros no lo leen porque no son los típicos vampiros, los que odian los vampiros no lo leen porque aparecen dos vampiros (ironías de la vida), los que no quieren ni oir hablar de fantasía no lo leen porque todo transcurre en otra dimensión y el resto no lo leen porque es una frikada... (y lo es, ya lo creo que lo es, pero no es la típica frikada). Y ahora pregunto:
¿Qué creéis que puedo hacer para que la gente venza esos prejuicios y se lea el libro en vez de aparcarlo?

jueves, 20 de octubre de 2011

Reto: vuestras consignas, mi relato (4)

Bueno, ya sabéis cómo funciona...
Necesito tres consignas, que me daréis vosotros por comentario
Sólo vale una palabra por persona.
Se elegirán las tres primeras que se digan.
Se tendrán en cuenta sugerencias respecto a los nombres de personajes, pero eso dependerá del relato en cuestión (no es obligatorio).
A partir de todo eso, haré un microrrelato de no más de una página de word.

Terral: orígenes: entrenamiento

 Una nueva entrega de la saga de Terral, esta vez sobre su entrenamiento. A lo largo de hoy colgaré la entrada para que me deis las consignas del nuevo reto. ¡Estad atentos!


Terral: orígenes: entrenamiento
Un grupo de sacerdotisas de alto mando, las más poderosas del templo, deliberaban sobre Terral, la semisúcubo. A pesar de que su bautismo de sangre había sido el más magnífico del templo, no con el típico felino sino con la Gran Sacerdotisa en persona, la criatura demoníaca mostraba una inocencia inconcebible en una hija del mal y unas tendencias benignas ––como su deseo de enterrar con honores a su cachorro de leopardo, al que había criado como a un hijo –– que debían ser enterradas en el acto.
No obstante, las contadas ocasiones en que había despertado en ella su lado demoníaco, bien por accidente o bien por la realización de un ritual por parte de quienes se atrevieron a intentarlo, todos ellos muertos, se había desatado una terrible furia asesina imparable que había  causado innumerables bajas antes de poder controlarla.
Fuera como fuera, aunque destacaba en el arte de la lucha por sus excepcionales reflejos, era una auténtica nulidad en el campo de la magia y ni siquiera era capaz de volar aunque se suponía que era una capacidad innata en todos los semidemonios con alas.
Finalmente, su propia madre aportó la solución sugiriendo que se cobraran una vieja deuda que tenía un nigromante con el templo, al que habían ayudado a ascender al poder años atrás. Todas acabaron por aceptar, aunque a regañadientes, a falta de una solución mejor.
***
Terral subió corriendo las escaleras de la horrenda torre del nigromante, emocionada por su primera clase de magia. No obstante, percibió pronto que, por más que corría y sentía como que avanzaba, en realidad no lo hacía en lo más mínimo. Tampoco pudo retroceder, sino que por más que lo intentaba se mantenía en el centro de la torre, creyendo moverse pero sin hacerlo.
––Primera lección ––dijo una voz retumbante ––. Si quieres subir, lo harás volando.
––¡Pero yo no sé! ––se quejó tras un silencio desconcertado.
––Ese no es mi problema. Si no eres capaz de subir, dormirás con los esclavos. Y ahora baja al jardín.
Cabizbaja, Terral hizo lo posible por bajar sin resultado alguno, hasta acabar sentándose jadeante.
––¡No puedo bajar!
––¡Sólo por la zona central de la torre, estúpida! ¡Las escaleras están encantadas!
––¡Pero yo no sé volar! ––protestó antes de que un relámpago mágico destrozara el escalón en que se encontraba, haciéndola caer al vacío.
***
Al llegar la noche, con un ala dislocada por la caída y decenas de dolorosas quemaduras provocadas por los infructuosos métodos del nigromante para obligarla a realizar un escudo mágico, se dirigió a las dependencias de los esclavos para dormir. Por suerte, el miedo a las sacerdotisas y un cierto respeto hacia sus dormidas habilidades demoníacas habían conseguido que, como cortesía, la semisúcubo tuviera un cubículo aparte, no exento por ello de suciedad y malos olores.
Nada más levantarse, con las heridas ya sanadas, salió corriendo al jardín para no llegar tarde a sus clases y chocó de frente con alguien que iba cargado de artefactos de cristal. Se trataba de un anciano de mirada asustada, pero de vestimentas algo mejores que las que llevaban los esclavos.
Siguiendo su impulso, Terral comenzó a ayudarle a recoger el estropicio y sintió un escalofrío justo antes de que el proyectil de su maestro se estrellara entre ambos.
––¡Maldita semisúcubo estúpida! ¿Qué clase de ser maligno eres? ¡Deja a mi parásito hacer su trabajo y ven de una vez, a ver si conseguimos hacer de ti algo útil!
––Pero…
––¿Tú no aprendes? ––preguntó lanzando un nuevo proyectil mágico a sus pies ––. ¡Vamos!
Terral obedeció y siguió al nigromante, ante la atónita mirada del anciano. No volvió a ver al hombre hasta una semana después, momento en el cual, su maestro le mostró con indiferencia los mecanismos de la esclavitud mágica a la que le tenía sometido. Desde el momento en que, cogiéndole por sorpresa, había convertido al anciano ––un poderoso archimago–– en un vampiro energético y había atado la energía vital del mismo a la suya, el desgraciado, dependiente de la energía de su nuevo señor, se había visto obligado a obedecer todas sus órdenes y caprichos si no quería que su amo se negara a recargarle, haciéndole así morir lentamente y condenando su alma a no ser reclamada por dios o demonio alguno.
De este modo, había conseguido la inestimable ayuda de alguien mucho más poderosos que él teniendo sólo que pagar, de cuando en cuando, una gran parte de su energía vital, que no tardaba en recuperar arrebatando la vida a otros esclavos de menor importancia.
Ni el nigromante ni su esclavo pudieron dejar de percibir la mirada horrorizada de Terral, lo que le costó una dolorosa descarga por parte de su maestro y una sesión de entrenamiento mucho más duro de lo habitual.
***
Varias semanas de entrenamiento en la magia oscura sólo habían conseguido que Terral poseyera un montón de conocimientos inútiles que era incapaz de llevar a la práctica, aunque sí había logrado adquirir una cierta habilidad con la alquimia y podía manejar artefactos mágicos complejos sin demasiados problemas. Debido a esto, su maestro, frustrado, se había confinado en la parte más alta de la torre y había informado a su alumna de que sólo la atendería si llamaba a la puerta de su despacho. Teniendo en cuenta que era imposible que llegara a dicho despacho sin volar y que no había sido capaz de elevarse más que unos metros del suelo, Terral estaba en un auténtico apuro y pasaba horas en el centro de la planta baja, intentando con todas sus fuerzas alzar el vuelo. El anciano, cada cierto tiempo, pasaba a su lado y se elevaba con facilidad en el aire tras ejecutar unos cuantos pases mágicos, a pesar de que siempre iba cargado. No obstante, cuando Terral quiso imitarle no consiguió más que dislocarse un ala y torcerse un tobillo. El esclavo, que había observado con interés sus intentos, se echó a reir a carcajadas.
––Por los dioses, nunca había visto un demonio tan negado para la magia ––dijo secándose las lagrimillas que se le habían saltado por la risa.
––No soy un demonio, soy medio humana ––replicó Terral, sin saber muy bien por qué se había sentido tan ofendida con el calificativo de demonio cuando era, de hecho, un gran honor para todo aquel al que conocía.
El mago la miró con un gesto extraño en la cara y finalmente dijo:
––Acompáñame.
Sin saber muy bien por qué lo hacía, cuando resultaba evidente que hacer caso a un esclavo no traería nada bueno, le siguió hasta una solitaria parte de la torre donde había innumerables objetos de alquimia viejos. El anciano revolvió entre las probetas de una mesa hasta dar con enfrasco con un líquido rojizo con esferas de blanco reluciente flotando, y derramó la mitad del contenido en un frasco vacío.
––Mira, esto es una poción de levitación. La uso cuando me encuentro demasiado débil para subir ––dijo con una sonrisa. Cuando Terral extendió la mano para tocarlo, recibió un sopapo en el brazo y le miró con recelo ––. ¡No lo toques todavía, lo estropearás! Las esferas no hacen efecto si no las tratas antes. Hay que refinar la pócima y hacer una nueva para que funcione sobre ti, semisúcubo. Atenta, no vayas a perder detalle. Te cedo parte de las esferas, pero cuando se te vaya a acabar el líquido tendrás que prepararlo tú.
 Terral observó con fascinación cómo el viejo refinaba la pócima en los instrumento, hasta quedarse sólo unas blancas perlas luminiscentes. Nada más acabar ese proceso, le indicó que derramara su sangre sobre las mismas y comenzó a mostrarle los diferentes ingredientes que necesitaría para preparar la mezcla. Cuando acabó, salió un nuevo preparado de color negro con puntos brillantes.
––Vaya, parece que sí tienes algo de demoníaco después de todo. Esperemos que esa parte de ti siga bien enterrada… Ahora bébela a ver si funciona ––dijo tendiéndoselo. Terral, algo desconfiada, dio un sorbo al preparado y comenzó a elevarse por los aires sin poder controlarlo hasta chocar con el techo ––. ¡No te quedes ahí, baja!
––¡No sé!
––Sólo tienes que levitar hacia abajo, céntrate en el suelo.
Terral así lo hizo, pero en cuanto tocó el suelo y dejó de pensar en ello volvió a elevarse, para segundos después volver a caer porque los efectos de la poción habían desaparecido. Practicó un rato tras darle un nuevo sorbo, hasta que aprendió a mantenerse en el suelo mientras durara el hechizo.
––Bueno, creo que mientras no te olvides de prepararlo como te he dicho y finjas usar tus alas, podrá pasar ––dijo satisfecho.
––¿Por qué…
––¿Qué por qué te he ayudado? Porque me caes bien, a pesar de ser un demonio, y un poco de sabotaje a mi amo de vez en cuando me levanta los ánimos.
***
El nigromante, satisfecho porque la fin su alumna hubiera aprendido a volar, aunque aún parecía un tanto negada para realizar cualquier otro tipo de magia, continuó con su método de hacerla aprender mediante la frustración. Terral, incapaz de realizar las tareas que le imponía antes de encerrarse en su despacho, acababa por recurrir a la alquimia o a la ayuda del mago esclavo para desempeñarlas. A cambio, ella le ayudaba en sus desagradables tareas cuando tenía tiempo mientras hablaban de todo tipo de temas. De esta forma, se acabó desarrollando entre ambos una extraña amistad a espaldas del nigromante, a pesar de que éste percibía que no todo iba como debería.
Fue un día en que pensaba en nuevas formas de entrenar a su alumna cuando se dio cuenta de que nunca había realizado los hechizos que la permitían cumplir sus tareas delante de él, si bien estaba claro, por la huella mágica que quedaba después, que la prueba había sido realizada por ella. Ligeramente preocupado, llamó a su alumna y exigió que realizara todos los hechizos ante él, uno por uno. Sin haber preparado ninguna artimaña, Terral se limitó a mirarle con impotencia y a encogerse de hombros.
El nigromante, furioso, le exigió que dijera cómo había tejido los ardides, pero la semisúcubo, sabiendo que decirlo sería el fin del esclavo, permaneció callada a pesar de las torturas y los conjuros de dolor que lanzó sobre ella. Después de horas atormentando a su alumna, cansado, el maestro mandó llamar al anciano, que había pasado el día con experimentos alquímicos, para que continuara en su lugar hasta que confesara.
––No hace falta que continúes ––dijo el esclavo tranquilamente ––. Yo la ayudé.
Su amo no necesitó más para abandonar la tortura de la aturdida Terral y dirigir toda su atención en el anciano.
––¡Basta! ––gritó la semisúcubo cuando logró recuperarse lo suficiente. Su maestro no necesitó ni mirarla para lanzarla contra la ventana. Tras una fuerte caída, que destrozó sus huesos hasta casi impedir que se moviese, Terral comenzó a sentir cómo una furia sombría comenzaba a adueñarse de ella, evaporando todos los restos de su conciencia.
***
Despertó cuando la luna estaba en lo alto, en una habitación llena de sangre, para descubrir horrorizada que estaba rodeada de los restos descuartizados del nigromante. Incapaz de permanecer en la estancia, salió por la puerta y vomitó. Al levantar la vista, se encontró mirando a los ojos del debilitado anciano.
––¿Qué ha pasado?
––Parece que tu parte demoníaca ha despertado.
––¿Yo hice eso?
––¿Esperabas que lo hubiera hecho yo? Ya me contaste que tiempo atrás te había ocurrido lo mismo. Es curioso, parece que tu parte malvada sólo despierta en ti cuando alguien a quien aprecias es amenazado-
––¿Qué importa eso? Ellas no perdonarán que le haya matado. Estoy muerta.
––No perdonarán a menos que te comportes como un demonio y le eches la culpa a alguien. Tengo entendido que las sacerdotisas malignas son aficionadas a ese juego ––Terral le miró con sorpresa y negó con la cabeza ––. No seas testaruda, semisúcubo. De todos modos, sin el sustento de la energía de ese odioso nigromante no duraré mucho ––Terral siguió negando con la cabeza, incluso cuando el anciano puso en su mano una daga ––. Aun te quedan grandes cosas por hacer. Esperemos que no sean malignas ––se despidió, dirigiendo la mano armada de Terral hasta su pecho y apuñalándose.
***
Terral limpió sus lágrimas cuando escuchó llegar a las sacerdotisas, pero no se volvió y siguió contemplando la torre en llamas.
––¿Qué ha ocurrido? ––preguntó la voz autoritaria de su madre.
––Su parásito se rebeló contra él y le mató.
––¿Y el fuego?
––Algo debió prenderse mientras luchaban.
––¿Por qué no le defendiste?
––¿Para qué molestarme? Tampoco es que hubiera logrado enseñarme gran cosa.
Las sacerdotisas asintieron complacidas y partieron al templo junto a la semisúcubo.
––Bien ––dijo una de ellas ––. Puede que aun no sepa magia, pero al menos comienza a comportarse como un demonio.
Terral, que pasaba cerca, no pudo evitar estremecerse. Jamás, se prometió a sí misma.

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Todas las historias y personajes de este blog son ficticios. Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia.

miércoles, 19 de octubre de 2011

Reniego de los hombres: calabaza, tortazo y tortilla de melocotón

 Este es el tercer relato del reto: vuestras consignas, mi relato. Gracias a Dulce Cautiva, Astarielle y Sonia por dar las consignas (que veas, Sonia, usé la consigna entera: tortilla de melocotón, y no sólo tortilla ^^).

Este relato es raro de veras, aunque claro, con una tortilla de melocotón de por medio...  Bueno, sin más dilación, aquí lo tenéis.


Reniego de los hombres: calabaza, tortazo y tortilla de melocotón
-¿Por qué le dejaste? A mí me caía bien… -preguntó Amanda a su mejor amiga, Thais, cuando le habló de su última ruptura.
-Sí, y a mí también… hasta que decidió aparecer en mi casa y prepararme la cena.
-No pudo ser tan malo.
-Bueno, ya sabes que yo no tengo mucho en la nevera, y él apareció sin nada.
-¿Entonces?
-Bueno, cuando le avisé de que mi cocina es zona catastrófica, él empezó a fardar que podía cocinar cualquier cosa que tuviera por casa. Y creo que luego le dio vergüenza reconocer su incapacidad para hacer algo decente cuando vio el panorama.
-¿Qué tenías?
-Cuatro huevos, un paquete de galletas, leche, melocotones y una calabaza de Halloween.
-Jo, tía, tu despensa está mucho peor que la mía.
-Ya ves. Y cuando le dije que la calabaza ni la tocara, porque me había costado horrores encontrar una tan bonita, creo que estuvo a punto de hiperventilar. Pues bueno, le estaba viendo mirar y remirar y no pude evitar tomarle un poco el pelo. Creo que herí su orgullo, así que se decidió a hacer comida experimental. En vez de hacer unos huevos fritos, como sería lógico, troceó los melocotones y montó una tortilla de melocotón que daba asco verla. Y puso las galletas para acompañar, como si fueran pan.
-¿Y por eso le dejaste?
-Aun no he acabado… Dejando a un lado que no fue capaz de bajar a la tienda de abajo a por algo decente por no tragarse su orgullo de machito, encima me hizo probar un trozo y, al ver que puse cara de asco, empezó a gruñir y a quejarse y se comió la tortilla de melocotón él sólo. No pudo evitar poner caras de asco, pero tuvo la desfachatez de decirme que yo no entendía de nouvelle cousine y que a ver cómo demonios podía malvivir con tan poca comida en casa, que pensaba que yo tenía un poco más de clase.
-No jodas…
-Pues ya ves…
-¿Y qué hiciste?
-Pues le pegué un tortazo, le estampé lo que quedaba de esa asquerosidad en la cara y le mandé a tomar vientos.
-Qué tío más imbécil.
-No, es que no acabó ahí la cosa. Porque mi vecina le vio en el portal, vomitando esa bazofia que había preparado. Y poco después recibí un sms suyo diciendo que le llamara cuando supiera comportarme.
-Desde luego, es surrealista.
-Es definitivo: reniego de los hombres.
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Reto: vuestras consignas, mi relato (3)

Bueno, ya sabéis cómo funciona...
Necesito tres consignas, que me daréis vosotros por comentario
Sólo vale una palabra por persona.
Se elegirán las tres primeras que se digan.
Se tendrán en cuenta sugerencias respecto a los nombres de personajes, pero eso dependerá del relato en cuestión (no es obligatorio).
A partir de todo eso, haré un microrrelato de no más de una página de word.

lunes, 17 de octubre de 2011

Tagline del relato de halloween

 Todo un año atrapado, esperando su oportunidad de traerla consigo y disfrutar de una orgía de sangre... pero ella no vendrá sola.

domingo, 16 de octubre de 2011

Reto: vuestras consignas, mi relato

Bueno, ya sabéis cómo funciona...
Necesito tres consignas, que me daréis vosotros por comentario
Sólo vale una palabra por persona.
Se elegirán las tres primeras que se digan.
Se tendrán en cuenta sugerencias respecto a los nombres de personajes, pero eso dependerá del relato en cuestión (no es obligatorio).
A partir de todo eso, haré un microrrelato de no más de una página de word.

sábado, 15 de octubre de 2011

El mejor escudero, un relato

Bueno, pues ya os traigo el relato del reto Vuestras consignas, mi relato. Esta vez ha sido rápido, pero no os acostumbréis, que no siempre será así ^^.
Muchas gracias a Elisa, Belinda y Nerea-luna de caramelo, por proponer las consignas espada, morriña y chocolate, y a Páginas en blanco, por proponer el nombre de Zarek (no es el mismo Zarek de los Dark Hunters, ni mucho menos, pero me ahorré tener que buscar un nombre para mi caballero XD). Y los demás, no os preocupéis, que mañana ¡¡¡tendréis una nueva oportunidad de proponer palabras!!!

El mejor escudero
Este chocolate es una mierda dijo el escudero con una mueca de asco mientras dejaba el cuenco a un lado. No tiene ninguna pureza, y la leche es de cabra, no de vaca. Zarek le ignoró y siguió afilando su espada, acostumbrado como estaba a las constantes quejas del muchacho. En Farway sí que tenemos chocolate como Dios manda y no esta bazofia que tienen los extranjeros.
Técnicamente, Keral, los extranjeros somos nosotros, que para eso estamos en su país. Y no se te ocurra quejarte de nada a nuestros anfitriones, o dejarán de invitarme a participar en los torneos y no nos quedará ni una moneda de oro para gastar en chocolate, ni del de aquí ni del bueno.
Bah, tú eres el mejor, no dejarían de invitarte. Pero tienes que reconocer lo malos anfitriones que son. La comida es un asco, el chocolate parece mierda líquida y los aposentos son ridículamente pequeños. Y, para colmo, los colchones están tan gastados que uno no puede dormir a gusto siguió gruñendo Keral, tras lo cual se tumbó en su catre y lanzó un sonoro suspiro, que fue seguido al rato por otro.
Poco a poco, los incesantes suspiros de su escudero comenzaron a crispar a Zarek, cuya espada estaba tan afilada ya que podía cortar cualquier miembro de una sola tajada.
Desde luego, muchacho, no sé qué es peor: si cuando no paras de quejarte o cuando te entra la morriña. Quizás debería plantearme dejarte en casa la próxima vez.
Keral se levantó como un resorte, asustado por la posibilidad de que su señor hablara en serio.
No harías eso ¿verdad? ¿Qué ibas a hacer sin mí?
Buscarme a otro escudero que no me dé la brasa cuando viajamos. La vida de todo Caballero Rojo ya es complicada de por sí, no necesito a un niñito gruñón y maleducado soltando barbaridades a cada paso.
Pero si me encanta viajar contigo, Zarek, sabes que no lo digo en serio mintió rápidamente el pilluelo.
Pues cállate y déjame centrarme en mis cosas. Esto es lo que hay; si nuestros anfitriones no tienen nada mejor, tendremos que apechugar.
Keral se tumbó en la cama y cerró los ojos, quedándose rápidamente dormido. Zarek le miró con una sonrisa en la boca, ya que le consideraba, con mucho, el mejor escudero que había tenido nunca. Sabía perfectamente que el jovencito no sería capaz de quedarse callado y que, en cuanto despertara y fuera a pasear por el castillo de sus anfitriones, comenzaría a transmitir sus quejas a cualquiera que quisiera oírlas, insinuando que su señor le había dicho que sus anfitriones no podían permitirse tratarle con todo el lujo que merecía pero que, como buen caballero que era, se conformaría con lo que había. Así, él no quedaría como un maleducado, pero sus anfitriones sabrían de su descontento y, aunque fuera por mantener su apariencia de gran prosperidad, al día siguiente le cambiarían a una estancia más cómoda y le prepararían una comida mejor. Tenía razón, ese chocolate era una basura.

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Nuevo reto

¡Hola a todos! Se me ha ocurrido una forma de hacer este blog más interactivo a la par que conseguir un estímulo extra para desarrollar mi creatividad... A ver qué os parece:
¿En qué consiste? Pues muy fácil. Necesito tres consignas, que me daréis vosotros. Da igual que sean adjetivos, nombres... lo importante es que sean palabras reales y en español. De esas palabras, yo tendré que sacar un microrrelato de no más de una página de word, a ver qué sale. En cuanto lo tenga, lo cuelgo y al día siguiente pongo nuevamente el reto para que me deis otras tres palabras. 
De esta forma no sólo actualizaré más, sino que también lo haré a vuestro gusto (las palabras que elijáis condicionarán el relato, por supuesto, aunque ya sabéis que tengo tendencia a sacarme ases en la manga XD) y además tendré algo que hacer durante las interminables clases inútiles que tengo.
Ah, se me olvidaba. Me decís las palabras por comentario. Sólo vale una palabra por persona y se elegirán las tres primeras que se digan. Así, podréis participar muchos más ^^
Así que ya sabéis, dejad un comentario con la palabra que queráis y cuando tengamos tres ya me encargaré yo de hacer algo coherente con ellas... o eso espero.

jueves, 13 de octubre de 2011

Relato: Otro motivo más para dejarlo

El parque está oscuro, con la única farola parpadeando siniestramente. Aun así, la mujer, que llega tarde, ha decidido aventurarse tras comprobar que no hay nadie en los alrededores. No obstante, al dar su primer paso hacia la penumbra, vislumbra entre los setos una lucecilla, como un cigarro encendido, y decide dar un rodeo a pesar de todo.
El asesino tira su cigarro con gran disgusto. Otra víctima espantada por su vicio. Desde ese día, dejaría definitivamente de fumar.
*:–☆–:*:–☆–:*:–☆–:*:–☆–:*:–☆–:*:–☆–:*
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jueves, 6 de octubre de 2011

Relato: La impureza te hará rico

 Este es el proyecto de consigna de este mes en el foro de Adictos a la escritura. La consigna era impureza y no se me ocurrió nada en principio, pero el aburrimiento en una de las clases de ayer atrajo a las musas...

La impureza te hará rico

El enano, aprendiz de sacerdote desde que tenía uso de razón, odiaba el sabor del alcohol. Mal asunto, si tenemos en cuenta que el líquido bendito de su raza no era agua, sino aguardiente, y que los clérigos tenían la obligación de fabricar su propio caldo para las ceremonias. Debido a su aversión a las bebidas alcohólicas, sus brebajes eran de una impureza insólita y sabía de buena tinta que no iba a pasar el examen de sacerdote, pero de todas formas lo intentó por tercera vez y fue expulsado del templo por ateo.
Años después, convertido en el más rico comerciante de la región, se reiría de la decepción que sufrió ese día. Los humanos tampoco podían soportar el fuerte aguardiente enano, aunque adoraban su sabor. Cuando él puso a la venta su delicioso aguardiente impuro fue un éxito de ventas, hasta el punto de lograr el monopolio en el mercado. Desde entonces, todos los días pasaba por la puerta del templo de los enanos, agitando ante la mirada de reproche de sus antiguos maestros las monedas de oro que pretendía donar a su nuevo dios, un dios humano cuya agua bendita era sólo eso: agua.

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domingo, 2 de octubre de 2011

Mi relato en un libro

Ayer me enteré de que mi relato Noche de luna llena formará parte de la antología El día de los cinco Reyes y otros cuentos.
La obra será presentada dentro del FANTASTI’CS11, 2ª Jornadas del género fantástico en Castellón, en  noviembre en la Librería Argot de esa misma ciudad.