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Todos los relatos cortos y personajes de este blog son ficticios. Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia

martes, 21 de junio de 2016

¡Necesito palabras! ¿Me das una o dos?

Reto vuestras consignas mi relatoYa sabéis cómo va... Necesito tres consignas, cualquier palabra, que me daréis vosotros por comentario (por aquí, por facebook... lo mismo da).
Podéis dar hasta dos consignas por persona.
Se elegirán las tres primeras que se digan. Puede que más, si me encajan. Y si se diera el extraño caso de que hubiera muchas palabras, haría dos relatos en vez de uno.
Se tendrán en cuenta sugerencias respecto a los nombres de personajes, pero eso dependerá del relato en cuestión (no es obligatorio).
A partir de todo eso, haré un microrrelato de no más de una página de word.
Así que... ¿qué palabras proponéis?
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sábado, 18 de junio de 2016

Relato: Espiral de venganza

No recuerdo para qué hice este relato. Creo que para un concurso, pero, si era para eso, ya debe de estar más que fallado y no he tenido noticias. Así que lo comparto por aquí, ya que no he tenido tiempo de escribir nada, entre Feria del Libro, Picnis, Festivales y demás. ¡Espero que lo disfrutéis!

Espiral de venganza

El conquistador sonríe al ver la ciudad arder: por fin obtiene su venganza contra el país que le hizo perderlo todo cuando era niño. Ni siquiera se molesta en mandar perseguir a los refugiados, espera que sufran un invierno duro y terrible sin provisiones ni muros protegiéndoles de los elementos. El mercenario, a su lado, también sonríe pero por un motivo bien distinto: va a hacer una gran fortuna gracias a los saqueos.
Lejos, en las montañas, el niño llora mientras ve morir a su madre, que ha abortado en medio de la huida. No deja de sangrar y nadie sabe dónde está el curandero, pero aún tiene fuerzas para hacer prometer a su hijo que vengará la caída de la ciudad. Cerca, un joven observa el humo de la ciudad en llamas sin un asomo de tristeza. Su destino, de no haberse producido la invasión, hubiera sido una vida entera limpiando mierda de caballo; ahora, si sobrevive, podrá enrolarse en el ejército o ganarse la vida como mercenario.
Años después, el conquistador sonríe al ver la ciudad arder: la promesa que hizo a su madre se cumple al fin. A su lado, el mercenario se alegra de no haberse tomado a broma a ese chiquillo huérfano, porque ahora podrá hacerse con un jugoso botín.
No obstante, el saqueo tendrá que esperar porque el conquistador no está dispuesto a caer en el error que se lleva cometiendo en bucle desde hace generaciones.
Perseguid a los refugiados; matad a hombres, mujeres y niños sin distinción. Cuando acabéis, la ciudad es vuestra.
Los mercenarios protestan diciendo que un invierno en esos duros parajes es peor castigo que la muerte, pero él sabe por experiencia que siempre hay quienes sobreviven y se hacen lo bastante fuertes como para derrotar a los ejércitos de los que fueran sus conquistadores. Como se muestra inflexible, sus hombres cumplen las órdenes, pero esas montañas están llenas de recovecos donde niños y jóvenes pueden esconderse y pasar desapercibidos, así que dentro de unos años se volverá a repetir la misma historia.
https://deborahfmunoz.com/mis-obras/ 

martes, 14 de junio de 2016

Cómo fue el picnic literario + ¡sorpresa!

Antes que nada, aprovecho para compartir la nueva entrevista cruzada que me ha hecho Ester FG junto a Nora Alzavar y Eva María Rendón. ¡Ha quedado estupenda!
Y ahora sí que sí, la narración del picnic literario...
Foto robada a Ester FG
El sábado pasado, reimprimí el cartel robado y volví a la carga para asistir al picnic literario de Cotorras lectoras. Me lo pasé genial: además de disfrutar de una agradable charla con escritoras y lectoras, y de muy buena comida, firmé unos cuantos ejemplares de Incursores de la noche (¡la primera edición está definitivamente agotada, igual que la segunda de Atrapada en otra dimensión!) y doné para sortear una camiseta con las portadas de mis libros, un ejemplar y unos cuantos marcapáginas. También hablé un poco de mis obras cuando me tocó salir a hablar y conocí a mucha gente así que ¡fue un evento fantástico!
Pero bueno, si te lo perdiste pero quieres conocerme, el fin de semana que viene estaré rondando por el Festival de Fantasía de Fuenlabrada (probablemente el sábado y a lo mejor el viernes).
Pero lo divertido será el sábado siguiente, el día 25 de junio. Y es que hace mucho que quiero hacer algo, y el verano es el mejor momento para llevar a cabo el experimento, así que he preparado...
La idea inicial era una merienda, pero con estos calores mejor hacerlo por la mañana y evitar que nos dé un soponcio. Sea como sea, para este mini-evento sí que necesito que me confirméis asistencia, básicamente para saber cuánta comida tengo que llevar... ¿Qué os parece la idea?
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sábado, 11 de junio de 2016

¡Hoy comparto mi primer cómic! Una odisea freelance

Hace un par de mese hice un curso de cómic en el que el proyecto final consistía en hacer uno. Tenía que tener cuatro páginas con una rejilla de 2x2, y debían hacerse todas las fases, salvo colorear. Por supuesto, el tiempo era muy limitado y los dibujos quedaron un poquito bastos, pero creo que el resultado es digno de ser compartido, ¿qué os parece? Para ampliar las imágenes, hay que hacer click en ellas.



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domingo, 5 de junio de 2016

Cómo fue mi firma + ¡otra oportunidad de encontrarme!

Foto robada a Ester sin H
Como sabéis, ayer fue la firma de Amigos o algo más en la Feria del Libro de Madrid. 
Llegué bastante antes, por lo de la blogger lit con (en la que prácticamente no participé) e iba con mi camiseta de Amigos o algo más, y el resto de mis libros a la espalda, hecha especialmente para la ocasión, además de con algunos marcapáginas.
Casi todo el mundo estaba en las larguísimas colas (algún día yo tendré una así) de los autores superconocidos en la otra punta de la feria y apenas pasó gente por delante de la caseta, pero aun así fue toda una experiencia: bastantes personas se interesaron por la novela, repartí unos cuantos marcapáginas ¡y hasta firmé algún ejemplar! 
Además, con toda la broma del séquito... ¡al final se formó uno! Incluso me hicieron un mini cartelito con sus firmas y me lo trajeron a la caseta para darme ánimos, ¡tres hurras por mi séquito! Me hicieron sentir muy especial ^^.
En definitiva, a nivel autora fue un día genial, aunque algún gracioso cogió prestado el cartel de mi maleta (snifff) después de la firma, así que la pobre se quedó desnuda unas cuantas horas.
Pero bueno, reimprimiré el cartel y volveré al ataque el próximo sábado, donde participaré en el Picnic literario de Cotorras lectoras. Ya se celebró el año pasado y lo pasé estupendamente, así que ¡este año repito! Ya sabéis que podéis comprar Amigos o algo más en la caseta 273 con el 10% de descuento de la feria, y que en mi fiel maleta hay ejemplares del resto de mis obras (salvo de Atrapada en otra dimensión, que se me han acabado), así que todavía estáis a tiempo para que os los firme.

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jueves, 2 de junio de 2016

¡A mí, mi séquito de admiradores! XD

Hoy me ha pasado una cosa entre surrealista y divertida que quería compartir con vosotros. Estaba esta tarde de lo más aburrida cuando una amiga me ha hecho llegar un enlace a una entrada en un blog en la que se hablaba de una conocida escritora autopublicada que no acepta las críticas y reacciona de formas un tanto... desmesuradas. Este tipo de entradas no tienen mayor relevancia para mí (bastante tengo con aguantar a autores egocéntricos en escriboleeo, no necesito saber nada de los autores egocéntricos a los que tienen que aguantar otros blogueros) pero, en este caso, que me pasara el enlace era oportuno porque, aunque en la entrada no se me mentaba, el primero de los comentarios tenía un parrafito en el que se aludía a mi persona. Adjunto dicho parrafito (con las comas bien puestas):
Otros autores en la misma situación, Déborah F. Muñoz y xxx, con un séquito de admiradores que a la larga son contraproducentes. Este es un fenómeno real y es entendible hasta cierto punto, ¿quién no quiere que su trabajo sea elogiado? Queda en ellos comprender que su trabajo debe ser criticado, que eso implica el reconocimiento potencial por parte de tus lectores.
Mi primera reacción fue responder al wasap de mi amiga con un "WTF?" Mi segunda reacción fue estallar en carcajadas, para diversión de mis compañeros de trabajo, con los que estaba comiendo, que por lo general no suelen verme descojonarme de esa forma, ya que habitualmente aprovecho la hora de comer para estudiar francés y japonés. 
Típica petición de una autora que odia las críticas, ¿a que sí?
No pongo enlaces al blog, mi queridísimo séquito de admiradores (XD... es que me encanta la expresión, en serio... suena tan regio...), porque no quiero que nadie acuda a defender mi honor y alimentar una polémica absurda que no se sostiene por ningún sitio. Esa comentarista, a la que no creo conocer de nada, ha hablado por hablar y no merece más respuesta que la que ya le he dado. Como buen "séquito de admiradores" (XD) que sois, sabéis que siempre he animado a todo el mundo a darme su opinión, sea buena o mala, para así poder mejorar. Y que he compartido con vosotros todas las reseñas que se me han hecho, las que ponían mis libros por las nubes y las que le sacaban los fallos. También sabéis que no suelo meterme en estas tonterías, pero que no me gusta dejar sin respuesta ciertos asuntos. Así que lo que sí que voy a hacer es copiaros mi comentario en la entrada, solo para dejar claros algunos puntos a aquellos que pasen por aquí por casualidad y no formen parte de ese famoso "séquito" del que he tenido noticias hoy mismo:
¡A mí mi séquito! XD
No, ahora en serio. Solo decir que, al margen de que comentar que yo tengo un séquito de admiradores es exagerar bastante, no comprendo por qué se me menciona ni se me pone de ejemplo en cierto comentario, cuando lo primero que pongo (literalmente) en muchos de mis libros es un agradecimiento al que se va a leer mi trabajo y la petición de que me manden todas sus opiniones, positivas o negativas (pero siempre argumentadas), para ayudarme a mejorar. De hecho, siempre he dicho que las reseñas que más me aportan son las que me hacen notar mis fallos de una forma argumentada y respetuosa, mientras que otras del tipo "me encanta porque me gusta" no me han alegrado nada el día.
He llegado a reescribir relatos enteros por los comentarios que han recibido en el blog (quien lea mi antología, 126 trocitos, y lo compare con los relatos originales del blog y los comentarios puede dar fe de ello) y las reediciones en Amazon de Atrapada en otra dimensión, Viajera interdimensional e Incursores de la noche siempre han incorporado cambios basados en reseñas y opiniones no tan positivas (que siempre he agradecido y hasta publicitado en redes sociales). Tampoco es que haga cambios por TODAS las cosas que no gustan a mis lectores, eso sería no tener criterio ni personalidad propios, pero muchas veces me han hecho ver cosas que se me habían pasado por alto o me han comentado cosas que me han parecido de lo más oportunas y he aprovechado la reedición de las novelas para incluirlos.
Creo que la escritura es un proceso de aprendizaje que dura toda la vida, así que toda opinión, corrección, curso o ayuda que un escritor pueda recibir es de gran interés para dicho aprendizaje y siempre he agradecido debidamente todo el feedback, salvo el que implicaba insultos hacia mi persona o falta de argumentación. En definitiva, una crítica constructiva es para mí más valiosa que cualquier elogio sin fundamento.
Dicho esto, me gustaría dejar de escribir de mi forma de entender la escritura y comentar sobre el tema de la entrada en sí. Después de haber reseñado a más de 600 autores, buena parte de ellos españoles, me he encontrado con todo tipo de respuestas. Pero te diré que el motivo por el que se ofenden los autores suele entrar en una de estas tres categorías:
a) Creen que su obra es la obra cumbre de la literatura y no soportan oír lo contrario.
b) Piensan que una mala opinión les hará perder ventas (¡mentira! queda demostrado que el exceso de opiniones positivísimas puede generar más rechazo que una opinión negativa.
c) Saben que el que ha hecho la crítica responderá a sus comentarios airados cabreándose más, que se generará una polémica y que su nombre sonará, lo que ayudará a que algunas personas que no habían oído hablar de ellos les conozcan y puede que sientan curiosidad y compren el libro. En definitiva, su filosofía es "que hablen de mí mal, pero que hablen".
En el caso A, es imposible razonar con ellos, así que mejor es no rebajarse ni perder el tiempo intentándolo.
En el caso B, quizás puedan llegar a cambiar de actitud si les hablas con sinceridad y a la larga se dan cuenta de que no ha habido menoscabo alguno a sus ganancias.
En el caso C, entrar al trapo es caer en la trampa y ayudarles a lograr sus objetivos. Así que te recomendaría que cuentes hasta diez y les ignores con elegancia.
¡Un saludo!
Y ahí acaba (espero) el asunto, querido séquito. Solo me queda recordaros que este sábado estaré en la caseta 273 de la Feria del libro de Madrid de 12 a 14, así que podréis pasaros a rendirme la debida pleitesía. No, ahora en serio. Si podéis, pasad aunque sea a saludar. Parece una bobada y ya lo he hecho antes, pero estar firmando en fin de semana impone un montón ^^.
A todo esto, a todos mis "admiradores" (si tengo alguno) os informo de que podéis votar por Amigos o algo más y por Incursores de la noche en los premios infinitos.
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La serpiente bromista, un relato infantil

¡Hola a todos! Nuevamente lancé los story cubes y esta vez lo compliqué un poco más: el primer objeto debía ser importante para el planteamiento, el segundo para el nudo y el tercero para el desenlace. Al final ha salido un relato infantil bastante raruno... Ahí va el vídeo y debajo el resultado, ¿qué os parece?



La serpiente bromista

resultado del lanzamiento de dados
Había una vez una serpiente muy bromista. Tan bromista que sus compañeras serpientes estaban un poco hartas de ella y quisieron darle una lección. 
—¡A que no te atreves a gastarle una broma a un humano! —la retaron.
La serpiente aceptó la apuesta, a pesar de que era peligroso porque los humanos odiaban a las de su especie, y se encaminó al cuartel para gastar a los que lo habitaban la mejor broma del universo. Fue casi demasiado fácil: pronto se dio cuenta de que uno de los soldados no podía ver bien sin ese extraño artilugio de cristal, así que, en cuanto se lo quitó un momento, se deslizó a toda prisa y se lo metió en la boca.
—¡Eh, mis gafas! —exclamó el soldado, que fue de rápidos reflejos y logró arrebatarle el objeto antes de que se lo tragara, tras lo cual acorraló a la serpiente. Esta vio un hueco para escapar y se dispuso a hacerlo, pero entonces el humano añadió—: Mira qué tenemos aquí, el instrumento perfecto para la broma del siglo.
La serpiente se detuvo en seco y se dejó atrapar. ¡Qué suerte la suya! Ella, que había ido allí para hacer una bromita, iba a ser partícipe de la broma del siglo. Así pues, acompañó al soldado de buen grado hasta esa máquina flotante y dejó que lo escondiera en la cocina con el objetivo de darle un susto de muerte al jefe de cocina. Lo que el soldado no había tenido en cuenta, para desgracia de la serpiente, era que el cocinero se había criado en una zona muy pantanosa y que las serpientes no le daban ningún miedo. No obstante, no soportaba que ningún bicho se metiera en sus preciados ingredientes, así que cogió el palo de amasar y se lió a garrotazos con la serpiente, que huyó a duras penas del submarino y, cuando llegó a lugar seguro, se juró a sí misma no volver a gastar una broma en su vida.

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