Este es el relato para el ejercicio periódico de consigna de Adictos a la escritura. La consigna era peineta.
La peineta
En cuanto vio esa peineta en el escaparate, supo que sería suya, aunque al ver el precio y descubrir que las piedras preciosas no eran falsas casi le dio un ataque. Pero no paró hasta reunir el dinero y al fin pudo comprársela, ante la mirada de disgusto del elitista vendedor, al que seguramente no le gustaba que una pobretona adquiriese algo tan exclusivo. Cuando llegó a casa y se la enseñó a su novio, él le preguntó:
-Ah, ¿el regalo de cumpleaños de mi madre? –Ella lo negó (ni siquiera lo había recordado) y le dijo que era para ella–. Pero amor, si tienes el pelo cortísimo y nunca salimos a sitios en los que no te vayas a sentir ridícula llevándola ¿qué vas a hacer con ella?
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Todas las historias y personajes de este blog son ficticios. Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia.
Todas las historias y personajes de este blog son ficticios. Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia.
Jur k cortito y original^^. Mil bss
ResponderEliminarcortito... podría haber dado mucho más de sí, pero el final cortado me agrada, ¿qué respondería ella? En fin... todos tenemos derecho a..., no?
ResponderEliminarBesos y abrazos!
El novio no tiene ni una pizca de amabilidad, ¿es que no la deja soñar?
ResponderEliminar=__=
Jajajajaj me gustó mucho el relato pero la postura de él fue completamente desagradable.