martes, 9 de agosto de 2011

Terral. Orígenes, infancia. Maratón de escritura: día 2

Hoy casi hago 6 páginas, en vez de cinco. He comenzado la mañana haciendo un microrrelato de 10 líneas, que ya os colgaré más adelante. Luego, me he puesto con el capítulo 4 de mi novela romántica, que ha ocupado 4 páginas exactas. Como me faltaba todavía una página menos 10 líneas, hice otro microrrelato para un concurso literario (así que no lo puedo colgar) que ha ocupado 23 líneas. Y seguían faltándome unas cuantas líneas, así que hice el relato sobre Terral, esta vez sobre su infancia, y este es el que os voy a colgar hoy:

Terral: orígenes: infancia

Me llamo Terral y soy una semisúcubo. Todos dicen que yo voy a ser una pieza clave en la lucha contra el bien, pero el resto de los niños dice que yo soy una inútil. Ellos, que son animados por los adultos a pegar y maltratar a los más débiles, no paran de meterse conmigo y atacarme, pero nunca me han hecho daño, porque no son más que simples humanos y yo soy algo más.
Yo también pienso que no soy lo bastante maligna para el gusto de nadie. No puedo evitar sentirme mal cuando veo el dolor ajeno, cuando debería sentir placer, o al menos eso es lo que me dicen. Más de una vez me he llevado unos cuantos latigazos por negarme a torturar a un prisionero, o por no defenderme como es debido. Esos latigazos sí que hacen daño, porque los látigos están encantados y me queman la piel. Por suerte, las sacerdotisas no me dan en la espalda a menudo, por miedo a dañar mis alas, ya que tienen la esperanza de que llegue a volar algún día. Yo ya lo he intentado, pero no soy capaz de volar, quizás porque las súcubos de verdad utilizan su magia diabólica para hacerlo.
Mi único amigo es Doon, el leopardo que me regalaron a los cuatro años. No entiendo para qué nos dan mascotas, porque aprender a cuidarlos no ayuda a estimular nuestra alma maligna. Estoy muy orgullosa de Doon, es el más fuerte, el más grande y el más bonito, quizás porque yo no le pego y le alimento bien. Me gusta dormirme abrazada a él, es suave y calentito y me hace cosquillas con su bigote cuando quiere comer.
Hoy, todos los leopardos y sus dueños estamos al pie de las escaleras del templo, esperando a la Gran Sacerdotisa. Odio a la Gran Sacerdotisa, me tiene manía y a veces me pega con su látigo aunque no haya hecho nada bueno. Seguro que deja de odiarme cuando vea lo grande y fuerte que está Doon.
Acaba de aparecer en lo alto de las escaleras, me da miedo cuando se viste con las ropas ceremoniales, porque huelen a sangre y noto un revoltijo en el estómago. Se dirige a nosotros y no comprendo lo que está diciendo. ¿Quiere que los matemos? No pienso matar a Doon, es mío y le quiero. Sé que no debería quererlo, pero no voy a hacerle daño. Los demás se han apresurado a sacar sus dagas y abrir en canal a sus leopardos, mientras que yo me he puesto delante del mío, intentando protegerle de ella. Saca el látigo, pero no me muevo y ella me mira con odio. Empieza a pegarme hasta que retuerzo de dolor en el suelo, incapaz casi de pensar. Entonces, se acerca lentamente a Doon, que no puede moverse del miedo, y levanta el látigo. Intento moverme, pero estoy demasiado débil y empieza a ensañarse con Doon. Noto la furia en mi interior crecer hasta que me inunda por completo y dejo de ser yo.
Despierto y veo a mi madre, que es la sacerdotisa honorífica, delante de mí.
––Ya era hora de que despertaras tu parte maligna, criatura ––me dice. No entiendo de qué está hablando hasta que señala el cadáver de la Gran Sacerdotisa, o lo que queda de él, porque hay trozos desperdigados por todas partes. ¿He hecho yo eso? Mi madre se ríe cruelmente y se marcha. Aterrada, me acerco a Doon, que apenas es capaz de respirar. Sé que no sobrevivirá, a pesar de haber matado a la Gran Sacerdotisa no he sido lo bastante rápida. Saco mi daga y acabo con su sufrimiento. Al final, he hecho lo que ella quería.

¿Queréis leer más sobre Terral?
Terral: orígenes: infancia

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Todas las historias y personajes de este blog son ficticios. Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia.

2 comentarios:

  1. Pobre Terral!! Sin quererlo terminó convirtiéndose en lo que se esperaba de ella :-S
    Escribirás más sobre ella??

    Besos!!

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  2. no te quepa la menor duda. Le he cogido cariño al personaje y a esta no la suelto XD
    Ya tengo pensados muchos relatos más, casi para llenar una novelita ;)

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