Hola a todos. Últimamente mi vida fue caótica, ni siquiera acabé de leer los proyectos del mes pasado (sigo con ello, no he renunciado). Por suerte, el aburrimiento en el trabajo me dio la oportunidad de acabar el relato de este mes (no hay mal que por bien no venga)
La fiesta
La familia se reunió,
como en todas las tardes anteriores a All hallows eve, en torno al
árbol sagrado para purificarse. Kathia, la hija adolescente, no paró
de refunfuñar. Era el primer año que participaba en los rituales y
no creía en ellos, así que prefería quedarse en casa preparando su
disfraz de ese año, que tenía que ser el más espectacular si
quería conquistar a Tom y dejar en ridículo a su mayor enemiga,
Azalea.
En cuanto acabaron,
Kathia se dirigió con rapidez a la casa, para desprenderse de esa
estúpida túnica y empezar con los preparativos, siendo detenida de
inmediato por su madre.
-¿Dónde crees que vas?
Ahora tenemos que ir a la mansión y quedarnos allí hasta que los
dos mundos vuelvan a estar separados.
-¿Cómo dices? Mamá, la
fiesta de Tom es esta noche ¡No puedo faltar!
-Cariño, ya sabes que
esta noche nuestra familia es especialmente sensible a las criaturas
de ultratumba, que son más poderosas que nunca cuando el velo de los
mundos cae. Tenemos que quedarnos en la mansión hasta que pase todo
si no queremos que ocurra una desgracia.
-Me niego. Y menos en esa
casa que se cae a pedazos y que no tiene ni calefacción. Yo me voy a
la fiesta -exclamó ella, siendo detenida por el férreo agarre de su
tío.
-Tú no vas a ninguna
parte. Tu negatividad nos está contaminando y ahora tenemos que
repetir el ritual de purificación.
-Estáis todos locos -se
puso nerviosa Kathia, al ver a todos los adultos mirándola con cara
siniestra. Desprendiéndose de su tío, la adolescente huyó de
ellos. Corrió durante lo que le parecieron horas, hasta que les
perdió de vista. Jadeando, se marchó a su propia casa, donde entró
a hurtadillas por si la estaban esperando. Por suerte, seguramente
habían vuelto a su ridículo árbol o estaban ya encerrados en la
mansión, aterrados por seres que ni siquiera existían.
Se puso su disfraz
rápidamente, maldiciendo a sus familiares por ser tan locos y
paranoicos cada vez que se acercaba una fiesta pagana, tras lo cual
se dirigió a la fiesta, con la esperanza de que al día siguiente
volvieran a comportarse como personas normales.
Al día siguiente, Kathia
regresó a su casa feliz. Había llamado la atención de Tom desde el
principio y su triunfo fue aún mayor cuando, enfrente de Azalea, él
la había invitado a entrar en el deportivo. Ambos se habían
dirigido al descampado frente al cementerio para dar rienda suelta a
su pasión, en una noche mágica que había deseado que no tuviera
fin.
Dentro de su
vientre, el demonio mayor Zhaercigloth también se sentía contento.
Al principio había pensado en atacar a la imprudente brujita, pero
cuando se dio cuenta de lo que iba a pasar cambió de opinión y
esperó pacientemente a que acabaran lo que estaban haciendo. Poseer
a una criatura recién concebida era mucho más sencillo e
infinitamentte más útil: como aún no estaba formado, podía
moldear su cuerpo a su antojo. Además, sería realmente divertido
sentir la desesperación de la madre cuando se diera cuenta de que
una criatura de los avernos se la estaba comiendo desde dentro.
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