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Todos los relatos cortos y personajes de este blog son ficticios. Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia

lunes, 25 de febrero de 2013

Relato de ciencia ficción: El androide, el pez y el acordeón

Este es mi proyecto de este mes para adictos a la escritura, Fuera de lugar. Había tres opciones de escenas con objetos fuera de lugar. He hecho las tres (las otras dos las iré colgando posteriormente). Estas eran las pautas de esta escena: Una escena erótica. Elementos fuera de lugar: un acordeón, un pez dorado y un androide. 

 El androide, el pez y el acordeón

Los labios de él trazan un reguero de besos a lo largo del cuello de ella, mientras busca, frenético, sus llaves. Mientras él abre, ella le acaricia la espalda y susurra todo lo que quiere hacerle cuando estén dentro.
Él consigue abrir por fin; ambos intercambian una mirada cómplice y vuelven a abrazarse. Van camino del dormitorio, sin dejar de besarse, cuando el androide aparece y les separa bruscamente.
—SOS. SOS. Una hembra desconocida está atacando a mi amo.
Él se sonroja, explica al robot que no le está atacando y le ordena que se ponga a hacer algo, como dar de comer al pez dorado que nada perezoso en la pecera.
—Pero amo —protesta el androide—. El animal ya ha sido alimentado.
—¡Pues ponte a tocar el acordeón! ¡Lo que sea, mientras nos dejes en paz! —le grita él, deseoso de volver a centrarse en lo importante: en ella.
El androide sale del apartamento y su amo, imaginando que va a hacer la compra, vuelve a reverenciar con sus besos a la voluptuosa mujer que tiene frente a sí, de la que lleva años enamorado, y comienza a desnudarla sin prisas. No ha acabado de hacerlo cuando un horrendo sonido precede al robot, que ha vuelto a entrar en la casa tocando (sin ninguna clase de técnica, ya que no tiene el software instalado) un acordeón. 
De dónde ha sacado el instrumento es un misterio, al menos hasta que el artista callejero llega y comienza a gritar. Ella ríe a carcajadas mientras él se deshace en disculpas con el acordeonista y abronca al androide.
Cuando consigue que ambos se queden solos de nuevo, ella sigue riendo y su cabreo se diluye al darse cuenta de una cosa: antes de la escena, solo había conseguido ganarse su cuerpo pero ahora, al hacerla reír, está un paso más cerca de ganar su corazón.

14 comentarios:

  1. Jajajajaja Ostras, que fuerte xD El pobre androide, tan fijos en la lógica jajaja Ay, me ha gustado mucho ^^

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  2. Gracias por robarme una sonrisa ;)
    Enhorabuena.
    Un besin

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  3. Qué historia tan bonita...jajaja Pobre androide!!

    Un beso!!

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  4. ¡Lo menos que puede decirse es que el androide es espabilado! Ja, ja, buen relato.

    Besos.

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  5. Es genial la simpleza con la que te deshaces de tener que introducir los elementos obligatorios. Es una historia muy simpática, enhorabuena.

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  6. Hola, me ha gustado, sobre todo lo pesado del androide. El final muy dulce, la entrada del acordeon no me la esperaba así, buena idea. Te mando un abrazo.

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  7. Ah, el final es muy tierno! Si mi pareja sabe hacerme reir, me derrito :)

    Un beso.

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  8. Que final mas bonito...y que original manera de introducir las palabras prohibidas¡. Muy buen relato.

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  9. Que final mas bonito...y que original manera de introducir las palabras prohibidas¡. Muy buen relato.

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  10. Deborah: Bien argumentado tu relato, a pesar de los difícil de la inclusión de los elementos.Aunque para mi fue un poco difícil entender esta frase:-encogiéndose de hombros su amo, imaginando que iba a hacer la compra,-
    De todos modos, fue bastante buena tu historia: Doña Ku

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  11. Muy bueno, sí señora.
    Me ha encantado el relato, es muy divertido, además de romántico.

    Un saludo

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