Este es el ejercicio del facebook de Adictos a la escritura de este mes. No nos poníamos de acuerdo entre dos opciones: el médico dando una mala noticia y la vuelta al cole. Como lo del médico lo veía demasiado fácil (hay muchos manuales), opté por una vuelta al cole peculiar. Ha salido un poco raro, pero no me disgusta...
Escuela de ladrones
Si había algo peor que
volver al colegio, era volver a la escuela de ladrones. Por
desgracia, Tomás estaba metido en ambas. En una, porque las
autoridades obligaban a todos los niños a ir cada mañana. En
otra porque, cegado por la idea de ganar dinero fácil y llevar a
cabo una profesión sencilla, se había apuntado voluntariamente.
Había pensado que todo
sería robar a la gente rica que no merecía lo que tenía, escapar
casi como en un juego de las autoridades y libertad. En cambio, se
había encontrado con malos tratos, miedo y amenazas. Para colmo,
había pasado su mes libre robando carteras a gente pobre para pagar
la inmensa deuda que había contraído con la escuela. No había
reunido ni la mitad del dinero que costaba el primer año, y el
segundo costaba el doble, pero había oído lo que les pasaba a los
que abandonaban.
Así pues, tras una
mañana infernal en el colegio de verdad se encaminó hasta la
escuela subterránea, maldiciendo el día que se había enrolado y
preguntándose si llegaría a pagar la deuda. Por supuesto, ahí
estaban los chicos mayores, amenazando a los más débiles. Llegaron
incluso a ponerle una navaja en la garganta para exigirle que les
diera todo lo que llevaba encima, sabiendo que era toda su
recaudación para pagar el curso.
Por suerte, Tomás
destacaba por ser muy avispado y ya había anticipado algo así, de
modo que le tendió al líder de los matones una bolsa de monedas
falsas para que le dejaran en paz y, aprovechando que se había
confiado y le había soltado, le birló la suya, que a su vez
contenía la recaudación de varios pequeños a los que robaron antes
que a él. Antes de que pudiera darse cuenta de que le faltaba algo,
él ya estaba en el interior, entregando delante de todo el mundo las
dos bolsas.
—Eh, fíjate —dijo
uno de los recaudadores al instructor—. Este mocoso ha reunido
suficiente para pagar su deuda presente y futura con la escuela.
—Vaya, vaya. Y ni
siquiera le han pillado.
—¡Eh! ¡Me has robado
la bolsa! —gritó el matón, que entró con la clara intención de
partirle a Tomás hasta el último hueso del cuerpo. El instructor le
agarró por la ropa y le hizo colgar de su fuerte brazo.
—¿Qué parte de
escuela de ladrones no te entra en la sesera? Si te dejas robar por
un enano es problema tuyo, pero no pienso dejar que ataques a mis
alumnos. Y ahora, dale tu parte al recaudador.
—¡Te he dicho que me
la ha robado!
—Una pena. ¿Qué le
hacemos a los alumnos que no pagan al menos una parte de la
matrícula?
—Expulsión, expulsión
—bramaron muchos de los presentes, sedientos de sangre.
El chico intentó huir,
pero fue en vano. Tomás cerró los ojos al ver cómo le acercaban el
cuchillo mientras de debatía, pero no pudo evitar oír los ruidos.
—¿Veis eso, mocosos?
—les dijo el recaudador a un grupo de chicos aterrorizados que
habían estudiado con Tomás el año anterior. El niño dedujo que
eran aquellos a los que el matón había robado—. A los que lleváis
un año os lo perdonamos, porque si no nos quedaríamos sin alumnos.
Pero como el año que viene vengáis sin nada... ya sabéis lo que
pasará —se giró hacia Tomás—. Tú no tienes que preocuparte ya
más que de aprender. Creo que llegarás lejos.
El pequeño forzó una
sonrisa, pero interiormente sólo podía pensar: ¿Dónde me he
metido? Y, lo más importante, ¿cómo salgo de aquí? Y es que, si algo sabía
Tomás, era que tener su deuda liquidada no significaba que le fueran
a dejar abandonar la escuela.
hoola! me gustó la historia me pareció original el tema de una escuela para ladrones y me gustaría una continuación!! una pregunta: como elijes el nombre de tus personajes principales?
ResponderEliminarSuele ser el primer nombre que se menciona a mi alrededor cuando empiezo el relato, el primero que se me viene a la cabeza... A veces, simplemente tecleo al azar ^^
ResponderEliminarUna fuerte dosis de realidad, a pesar de la ficción...
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