lunes, 26 de mayo de 2014

Relato: Una visita inverosímil

Este es el ejercicio de Adictos a la escritura de este mes, que tenía como base la inverosimilitud. Como siempre procuro evitarla, me costó encontrar un relato apropiado que no fuera bazofia y no he tenido demasiado tiempo para darle vueltas (como tampoco tuve tiempo, todavía, de leer los relatos del mes pasado). Al final decidí basarme en la relación entre verdad y verosimilitud. Y es que, aunque parezca inverosímil, algo parecido a lo que se narra en este relato ocurrió en la vida real.

Una visita inverosímil

Damián observó anonadado el palacio, sin parar de fotografiarlo, mientras se movía por su contorno, decidido a verlo desde cada ángulo. De nuevo maldijo su mala suerte: no quedaban entradas y sus vacaciones acababan al día siguiente.
Pesaroso, decidió apoyarse un rato en la verja antes de continuar con su recorrido pero, al hacerlo, ésta cedió tras él. Anonadado, Damián se dio cuenta de que se había ido a apoyar en una puerta de servicio abierta. Se asomó con recelo, pero no había nadie en los alrededores y al final fue  incapaz de resistir la tentación. Paseó tranquilamente por los jardines y se acercó al maravilloso edificio, donde había otra puerta de acceso abierta de par en par. Entró, pero ninguno de los sirvientes con los que se cruzó le prestó la más mínima atención, de modo que siguió su avance hasta abandonar las dependencias del servicio.
Pronto se acercó al área más prohibida, pero la silla donde debería haber estado un guardia de seguridad se encontraba vacía. Se apresuró por ese pasillo hasta doblar la esquina y, una vez seguro de que no se toparía con el segurata, se dedicó a abrir todas las puertas que no tenían echada la llave e investigar su interior. Llevaba un rato así cuando entró en un precioso dormitorio,  momento en el cual una mujer en ropa interior apareció por otra puerta.
Damián se fijó mejor. ¿Era realmente la reina?
Sí, lo es, pensó mientras ella se ponía a chillar llamando a sus guardias. Segundos después, antes de que pudiera reaccionar, estaba inmovilizado por dos gorilas, que le levantaron del suelo sin miramientos y le arrastraron a la zona de interrogatorios.
Horas más tarde, tras haber sido registrado e interrogado por el servicio de seguridad, la policía y los servicios secretos, le consideraron lo bastante inofensivo como para soltarle.
-No salga del país -le ordenaron, reteniendo su pasaporte, antes de que se fuera al hotel.
A ver cómo le digo yo ahora a mi jefe por qué no puedo ir a trabajar pasado mañana, se dijo con preocupación. Por suerte, la prensa se había enterado del asunto y su cara salió en todos los medios del mundo esa noche. Menos mal, porque de no ser por eso nadie se hubiera creído su pequeña aventura.
--------------------------------------------- 
Todas las historias y personajes de este blog son ficticios. Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia.

11 comentarios:

  1. Curioso, la típica situación en la que piensas "esto no se lo va a creer nadie" y Damián va y sale en la prensa, ahora no tendrán más remedio que creerle jejeje.

    Un saludo!

    ResponderEliminar
  2. Suerte por Damián; si yo fuera el jefe en definitiva no me compraría la historia :)

    Tu relato ha sido inverosímil sin tocar en lo onírico o fantástico, ¡bien logrado!

    Creo que te fue muy bien con este género.

    Un beso!

    ResponderEliminar
  3. Nada más lejos de lo onírico o fantástico. Sólo hay que teclear Se cuela en el palacio de Buckingham en google... Se han colado desde curiosos como Damián hasta tipos disfrazados de Batman, aunque sólo uno llegó a las habitaciones de la reina XD

    ResponderEliminar
  4. Esta muy bien, es bastante increible. Me hubiera gustado que mepasará a mi. Un abrazo.

    ResponderEliminar
  5. Totalmente inverosimil dentro de la naturalidad, sin necesidad de grandes fantasias. Me ha gustado mucho. Saludos.

    ResponderEliminar
  6. Es verdad lo que contas en el comentario de arriba, se me vino a la mente mientras leía el relato un caso que pasó hace poco de un colado en el palacio ^^

    Está muy buena tu historia, rompe con lo que vengo leyendo en los demás relatos, tiene algo hilarante, y es muy breve y entretenido, me gustó :)

    besito

    ResponderEliminar
  7. Es verdad lo que contas en el comentario de arriba, se me vino a la mente mientras leía el relato un caso que pasó hace poco de un colado en el palacio ^^

    Está muy buena tu historia, rompe con lo que vengo leyendo en los demás relatos, tiene algo hilarante, y es muy breve y entretenido, me gustó :)

    besito

    ResponderEliminar
  8. Toda una odisea la de Damián, y un relato muy divertido, me ha gustado mucho :D. ¡Un abrazo!

    ResponderEliminar
  9. Sí, de una forma bastante increíble y sin mucho sentido le ocurre una aventura muy interesante. Como siempre has conseguido captar mucha esencia en un frasquito pequeño, y eso me encanta y lo admiro. Un beso

    ResponderEliminar
  10. No se por qué pero según leía me vinieron reminiscencias de Alicia en el País de las Maravillas, (casi casi se puso a gritar la reina aquello de "que le corten la cabeza") lo cual ayudó a la inverosimilitud del relato ;) que de otro modo está tan bien creado que podríamos tomarlo por realidad que supera la ficción. Un final deux ex machina muy buen creado. PD: El pobre Damian está dos veces anonadado (no se si lo hiciste aposta o no). Saludos.

    ResponderEliminar
  11. Por los comentarios que leo, creo que soy el único que esperaba que encontrase un muerto o que la reina hiciese algo macabro. Dentro de lo malo, tuvo suerte y pudo demostrar lo que le pasó, aunque ahora le toca pagar más días de hotel sin saber si cobrará...

    Un abrazo
    Antonio V. García.

    ResponderEliminar

¡Muchas gracias por visitarme y comentar! Espero que lo que publico te haya gustado pero, si no es así, por favor, ¡dímelo de forma constructiva! Tus comentarios me ayudarán a mejorar.