sábado, 6 de octubre de 2018

Mi viaje a Rusia: día 6, Galería Tretiakov, metro de Moscú, calle Arvat

Tras un desayuno algo más aceptable (porque robé el postre de la cena y lo usé para desayunar) tenían que rellenar la mañana en una ciudad donde ya habíamos visto todo lo que había que ver, salvo el metro, que era por la tarde. Así que nos metieron en una galería de arte ruso, la Galería Estatal Tretiakov
Viaje a Rusia: Moscú: Galería Tretiakov, puente de los candado y monumento a los niños víctimas de los vicios adultos
Galería Tretiakov, puente de los candado y monumento a los niños víctimas...
No es que me llame el arte ruso, pero estuvo bastante bien por un detalle importante: había que dividirnos en dos grupos y fui de las que se apresuraron a ponerse con la otra guía que mandaron para dar el tour. Ella era más amena y contaba cosas menos técnicas y más interesantes. Además, no hablaba como si se aburriera de sí misma.
Por desgracia, con ella solo estuvimos en esa visita y luego volvimos a la otra. Pero bueno, estuvimos como dos horas en el museo y no estaba mal. Vimos el arte ruso antes (los clásicos iconos) y después de Pedro I, contándonos cosas interesantes en todas las salas, hasta el impresionismo, que nos dieron opción de visitar por nuestra cuenta.
Para hacer tiempo hasta la comida, nos llevaron al puente de los candados, repleto de recién casados y sus cortes, y a un monumento que representa la amenaza de los vicios adultos sobre los niños.

Metro de Moscú

La comida fue aceptable (¡menos mal! diré que pasé hambre todo el viaje, ¡y encima engordé!) y luego nos llevaron al metro de Moscú. Las primeras estaciones eran bastante sobrias, sí, mucho mármol, pero no tenía nada de interés. Luego fueron mejorando un poco con esculturas, vidrieras y mosaicos, todos muy orientados al adoctrinamiento de los que pasaran, pero nada lo suficientemente espectacular como para justificar esa inmerecida fama. Es curioso ver un metro tan decorado, pero más allá de eso y teniendo en cuenta que no nos explicaron las cosas que tenían potencial... Aunque claro teniendo en cuenta que en Moscú no hay nada que hacer, es visita obligada.
Viaje a Rusia: Moscú: varias estaciones del Metro de Moscú
Viaje a Rusia: varias estaciones del Metro de Moscú (no sé si me dejaré alguna, pero no había muchas más que estuvieran decoradas en plan bonito

Calle Arvat y vuelta al hotel

Nos soltaron a las 4:30 en una calle comercial famosa, la calle Arvat. Era eso o ir al hotel. Recorrimos por nuestra cuenta toda la calle en busca de algún souvenir razonable y marcapáginas en los que gastar el poco dinero que había cambiado, pero no había muchas cosas no cutres (y las que había tenían precios prohibitivos), aunque sí que encontré un imán que era bastante mono.
Luego visitamos el Parque de Alexander  y dimos una vuelta por allí. Pasamos por la plaza Roja después: estaba peor que el día anterior porque las gradas llegaban más alto. Además, saliendo de la plaza, había un concierto y estaba una multitud bastante agobiante que hubo que atravesar para cruzar el puente.
Luego, caminamos más de una hora hasta el hotel y vimos un par de cosas bonitas, pero sigo diciendo que Moscú no me aportó nada.

Mi problema con Moscú

Deduciréis por esta entrada y su predecesora que no me gustó nada la ciudad. Al margen del chasco de no poder ver la Plaza Roja (¿a quién se le ocurre, teniendo un único punto de interés turístico de fama mundial gratuito, taparlo con gradas?) me encontré con una urbe que podría ser cualquier ciudad europea pequeña. Muy bonita, increíblemente limpia y casi libre de publicidad, sí, pero yo cuando viajo busco, en este orden:
  1. Lugares de interés histórico
  2. Lugares de interés cultural
  3. Sitios bellos y sorprendentes
Y Moscú:
  1. No tiene historia y la poca que tiene, la de la URSS, no te la cuentan más allá del discurso oficial y políticamente correcto. En el viaje, lo único que se mencionó fue que Stalin era un monstruo (sin decir qué hizo para serlo), que Lenin era el ideólogo del partido (sin entrar en detalles), cómo distribuyeron las viviendas tras la caída de la URSS y qué acontecimiento desencadenó la caída "oficial" de la misma. ¡Hasta me vi en la situación de explicar a los viajeros yo cosas que deberían haber explicado en el tour, y eso que yo de historia soviética no soy experta! Sobre lo que había en Moscú antes de Pedro I tampoco se dice mucho, porque casi no queda nada y los soviéticos se lo cargaron todo.
  2. Apenas tiene cosas culturales, es como si se hubieran condensado todas en San Petersburgo.
  3. Es bonita, pero no sorprende. Lo único que logró que pensara "Guau" es una catedral (la de san Basilio) y un mercadillo falso (el de Izmalovo, ya llegaré a eso). 
Para ver solo una ciudad bonita y ya está, sin sorpresas, yo no me recorro 4000 kilómetros. Me quedo en España y encuentro lo mismo sin sufrir malas comidas, borderías (en San Petersburgo todos fueron muy amables, pero en Moscú todos fueron unos bordes) y doce horas de transporte. Habrá gente que busque otras cosas y a quien le encante Moscú (muchos del tour, sin ir más lejos) pero si buscas lo mismo que yo no vale la pena.

 Consejos y curiosidades para viajar a Rusia

La comida en Rusia:

Casi toda la comida típica rusa consta de una ensalada, una sopa, un plato principal y un postre más café o té. Siempre hay algo con pepino o zanahorias y, aunque parezcan muchos platos, las raciones son tan ridículas que te quedas con hambre. Pasé mucha durante el viaje, de verdad, y lo triste es que engordé, porque todo era frito, precocinado o con un serio abuso de productos como la mayonesa. 
A los propios rusos no les gusta su comida en los restaurantes (casi siempre es precocinada, al menos la que nos sirvieron) y recomiendan que vayamos a restaurantes de comida georgiana, aunque no llegué a visitar ninguno porque casi todas las comidas estaban incluidas y, en las que no, tiré de bocadillo.
En algunos hoteles para desayunar tienes una bolsa de drag and go y vasos para llevar, imagino que muchos rusos desayunan con prisas y no pueden pararse a sentarse tranquilamente mientras lo hacen. Pero bueno, al menos no te sientes culpable por llevarte un sándwich para comer a media mañana ^^.
Los camareros son unos maleducados y te quitan la comida en cuanto te descuidas, aunque no hayas acabado. A veces, cuando te están viendo terminar, incluso se quedan esperando como estatuas para quitarte el plato nada más dejes el tenedor en la mesa. No te sientas culpable por hacerle una seña para que se esfume, ¡solo faltaba que no te dejen comer con tranquilidad!

Mención especial a la escasez de chocolate

Por cierto, si sois muy chocolateros, os recomiendo que os traigáis algo de casa, porque apenas tienen postres de chocolate, y en el desayuno tampoco es que tengan, en muchos casos, nada más allá de una especie de cola-cao ruso y no más de un dulce con un toque de chocolate. Sus cereales de chocolate no merecen ese nombre, saben solo a azúcar, y el truco de echar cola-cao a los cereales integrales tampoco me sirvió porque tienen tanto azúcar que me empalagaron un montón. 
En los supermercados solo encontré chocolate con leche y, la verdad, de calidad es bastante normalillo. Los bombones de chocolate, por su parte, mezclan el cacao con otros sabores como frutas. 
Vamos que, de no ser porque me había llevado algunos bollos de casa, hubiera estado con mono de chocolate todo el viaje.

Si quieres leer más consejos y curiosidades para viajar a Rusia y cómo fue mi último día allí, puedes leer la siguiente entrada:


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2 comentarios:

  1. Vaya... con las ganas que le tenemos a Moscú

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    Respuestas
    1. San Petersburgo es mucho mejor, esa ciudad sí que la recomiendo. Aunque nunca se sabe, depende de lo que busquéis al viajar, puede encantaros

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