sábado, 19 de junio de 2021

Viaje a Granada 3: Excursión a la Alpujarra

Para el tercer día en Granada, había contratado un tour por la Alpujarra granadina, una serie de pueblos muy especiales.
Llegué a la plaza de Mariana Pineda, el punto de encuentro, cinco minutos antes de lo establecido y había un señor con una carpeta paseándose. Me daba un poco de palo acercarme y además hablaba por teléfono y luego con operarios de mantenimiento de la plaza, pero al final acabé por preguntarle si era el guía del tour. Pasé una vergüenza horrible cuando me dijo que no, que estaba supervisando los trabajos de embellecimiento de la plaza para un acto relacionado con Mariana Pineda. 
 

 Excursión por la Alpujarra

El verdadero guía ya no tardó en aparecer, así como otra chica italiana que había contratado también el Tour, y nos pusimos en marcha. Es un buen trecho hasta que empiezas a llegar a los pueblos, pero la charla era entretenida y el paisaje bonito. 
El primero que vimos fue Lanjarón, que no tiene demasiado encanto más allá de su manantial, así que solo nos paramos para beber de su fuente.
Seguimos hasta un mirador pasando por varios pueblos cuyas anécdotas y apodos nos iban contando hasta llegar a Fuente Agria. Es una fuente muy especial de la que sale agua con gas con sabor a óxido. Se forma una cascada muy bonita que merece la pena ver. Además, allí también aprendimos cómo se hacen las vigas a partir de los castaños para que no salgan retorcidas y se puedan usar para las construcciones tradicionales.
Después visitamos Capilerilla, un pueblo con muy poquitos habitantes en el que se conserva un lavadero muy auténtico. Mola mucho porque, cuando pasas, los paisanos se ponen a hablar contigo y conoces un poco más sobre la vida del pueblo y sobre ellos. 
En este punto, nos dejaron la opción de bajar andando hasta Pitres, en vez de coger el coche y, como era cuesta abajo, decidí dar ese bonito paseo.
Viaje a Granada - escapada a la Alpujarra
La siguiente parada fue un lugar donde hacen chocolates artesanales, Chocolates Sierra Nevada. Sobra decir que quise probarlo todo: tienes muchísimos sabores y variedades para elegir, algunos muy originales, así que me puse ciega. Estaba todo delicioso y me costó elegir, pero salí con una buena bolsa.
Luego bajamos hasta Pampaneira, un pueblo más turístico. Allí, también visitamos un lavadero más elaborado y un lugar donde todavía tejen a mano con un telar enorme. Las mujeres de la tienda eran encantadoras y también muy charlatanas, así que también echamos un vistazo a la vida del pueblo a través de ellas. 
Después fuimos a tomar algo en una taberna que tenía también algo de tienda de alimentación, con muchas cosas típicas. Finalmente, fuimos a comer (la ración era generosa y estaba delicioso, pero no apunté el nombre del restaurante y no aparece en Google) y nos dieron tiempo libre para explorar el pueblo.
Es una población muy bonita, con muchas cuestas; tienen hasta un paseo de García Lorca con muchos de sus versos y unas grandes vistas, además de, por supuesto, la Iglesia, situada en la plaza del pueblo.
Iniciamos ya el regreso para ver un puente romano. La verdad es que estaba muy amodorrada por la comilona y se hizo un poco más pesada la vuelta que la ida, pero en general me quedé con muy buen sabor de boca.

Más viajes fantásticos en www.deborahfmunoz.com

Viajes de Déborah F. Muñoz

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¡Muchas gracias por visitarme y comentar! Espero que lo que publico te haya gustado pero, si no es así, por favor, ¡dímelo de forma constructiva! Tus comentarios me ayudarán a mejorar.