El día anterior...
Madrugué con la intención de ir a la capilla Real, pero era tan pronto que estaba cerrada, así que me paseé por las tiendas de souvenirs hasta que llegó el momento de comenzar la ascesión a la Alhambra. Volvía del viaje justo a tiempo para el cumpleaños de mi madre. Ella, siempre que veía La verbena de la Paloma, decía con nostalgia: "Siempre quise tener un mantón de Manila". Granada es el mejor sitio para comprar ese tipo de cosas, así que aproveché la visita para comprarle un precioso mantón de seda bordado a mano. Salió bastante bien de precio para lo caros que son, y lo que no tuvo precio fue su cara cuando abrió el regalo ^^.
Visita guiada por la Alhambra y los Palacios Nazaríes
Ya sabéis que soy una valiente, así que decidí subir andando. Es una larga cuesta, bastante pronunciada, pero merece la pena porque el paseo es precioso. Aunque quizá sea más práctico coger el bus para subir y luego bajar andando...
Llegué arriba y era como un laberinto, menos mal que iba con más de una hora de margen y tuve opción de preguntar hasta conseguir encontrar el bar donde habíamos quedado, que está bastante escondido y es poco visible.
Estábamos recién salidos del Estado alarma y por tanto la Alhambra estaba vacía, lo cual es un auténtico lujo. Nuestra guía era maravillosa y aprendimos un montón de cosas sobre los distintos espacios y las épocas en las que se había ido formando el complejo, los motivos por los que se ha conservado tan bien... Entramos en todas las zonas: las dependencias de los Palacios Nazaríes, la Alcazaba, el Partal y la Medina, y finalmente El Generalife y sus jardines.
Llegué arriba y era como un laberinto, menos mal que iba con más de una hora de margen y tuve opción de preguntar hasta conseguir encontrar el bar donde habíamos quedado, que está bastante escondido y es poco visible.
Estábamos recién salidos del Estado alarma y por tanto la Alhambra estaba vacía, lo cual es un auténtico lujo. Nuestra guía era maravillosa y aprendimos un montón de cosas sobre los distintos espacios y las épocas en las que se había ido formando el complejo, los motivos por los que se ha conservado tan bien... Entramos en todas las zonas: las dependencias de los Palacios Nazaríes, la Alcazaba, el Partal y la Medina, y finalmente El Generalife y sus jardines.
De verdad que es un lugar de merece muchísimo la pena, tanto por los edificios como por las vistas. Impresiona mucho y, además, hacerlo con poca gente alrededor era un auténtico placer. Eso sí, tienes que llevar el DNI a mano porque te lo piden en varias ocasiones.
Lo mejor es que varios de los miembros del grupo congeniamos, así que me fui a comer con dos nuevas compañeras de aventura a uno de los sitios que nos recomendaron en la ruta de las leyendas y misterios. Luego retomamos mi odisea de buscar los piononos, y aunque no encontramos el original nos comimos uno de otro local y estaba bien rico.
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| Viaje a Granada: la Alhambra |
Lo mejor es que varios de los miembros del grupo congeniamos, así que me fui a comer con dos nuevas compañeras de aventura a uno de los sitios que nos recomendaron en la ruta de las leyendas y misterios. Luego retomamos mi odisea de buscar los piononos, y aunque no encontramos el original nos comimos uno de otro local y estaba bien rico.
Visita guiada por el Albaicín y el Sacromonte
La segunda parte del tour que había contratado consistía en el Albaicín y el Sacromonte. Así pues, después de comer, fuimos a esa segunda ruta donde nos llevaron por ese barrio tan típico de Granada, también lleno de cuestas, de las que no te libras si quieres visitar esta preciosa ciudad.
El Albaicín es un bonito sitio por el que pasear (si tienes fuerzas), siendo el lugar donde se dieron los primeros asentamientos de la ciudad, por lo que no es de extrañar que sea Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO junto a la Alhambra. Allí tuvimos la ocasión de visitar un Carmen por dentro (pedazo de casas...) y de ver numerosos puntos de interés.
El Sacromonte, famoso por las cuevas en las que vive la gente y por ser asentamiento gitano, con mucho flamenco, está justo al lado, y también vimos algunas de las cuevas más conocidas por fuera.
A lo largo del recorrido pasamos por varios miradores, y finalizamos el tour en uno clásico donde se ve casi de frente la Alhambra.
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| Viaje a Granada: Carmen del Albaicín, casas del barrio y vistas desde el Mirador de San Nicolás |
Después me fui a tomar unas cañas (que se alargaron hasta la cena) con las chicas con las que había comido y con otro par de amigos que hicimos en la ruta. Comida deliciosa, en una ciudad hermosa y con buena compañía, ¿qué más se puede pedir?
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