Los vecinos, un relato corto de fantasía

Hoy tocaba escribir en base al reto dados de relatos cortos. Ha salido un resultado un poco extraño, y me he comido mucho el tarro hasta dar con lo que ha salido; solo necesitaba un toque de fantasía, ¡a ver qué os parece!

Los vecinos

La vida de Melvis era más interesante desde que espiaba a los vecinos con el viejo catalejo de su difunto marido. Estos habían conseguido engañarles a todos con su apariencia de felicidad pero, aunque él llegaba a casa como cualquier marido corriente y cenaba con su familia, a Melvis ya no la engañaban. Y es que, cuando ya era bien entrada la noche, muchos días él se iba a dormir a la caravana que tenían aparcada en la entrada, levantándose muy pronto para entrar en la casa antes del desayuno y fingir que había pasado la noche en casa.
Por desgracia para Melvis, su credibilidad como cotilla había sufrido un duro revés en el pasado y, cuando contó a sus amigas lo que sabía mientras disfrutaban de un banana split, todas dieron por supuesto que se lo había inventado. Pero ella no se iba a rendir, solo necesitaba pruebas. Así pues, la siguiente noche que él durmió en la caravana, esperó unas horas, se puso sus zapatillas y andó con sigilo hasta allí. Las ventanas tenían cortinas pero, sin duda, si tenía cuidado, podría abrir la puerta, asomarse y echarle una foto mientras dormía...
Abrir esa puerta fue lo último que hizo. El hombre lobo, incapaz de hacerlo con sus largas garras, la escuchó llegar y, adivinando sus intenciones, se mantuvo en silencio hasta que esa cotilla se confió y decidió asomarse. En apenas unos instantes, la despedazó y, saciada su sed de sangre, corrió al bosque para disfrutar de su libertad.
Al día siguiente, recuperado el control de sí mismo, el hombre se deslizó, desnudo, dentro de su casa, se vistió y dijo a su esposa lo que se iban a encontrar en su jardín. Luego, mientras ella entretenía a los niños para que no salieran, llamó a la policía e informó de que había encontrado a su vecina, despedazada por algún animal, en su jardín.
Por suerte, al no pensarse, ni por un momento, que pudiera haber sido otra cosa que alguna bestia salvaje, despejaron la zona antes de esa misma noche y pudo volver a encerrarse en su caravana para poder pasar otra noche de luna llena. Eso sí, esta vez se aseguró de que, además de no poder salir la bestia, nadie pudiera entrar tampoco.

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Ya está aquí ¡Amantes o algo más! (resolví el puzzle, por cierto)

Como siempre, y para que veáis que no hago trampas, aquí os muestro la captura de mi puzzle de Amantes o algo más resuelto (y que conste que hice el difícil).

Tardé la friolera de 79 minutos, y eso que sabía cómo era la portada. Pero bueno, pasé un buen rato intentándolo, que es lo que importa. Y esta es toda la información:

Era oficial: David se había pasado al meterse con la tímida Clara en la reunión preboda de Charles y Adela. Aunque, cuando estaba a punto de disculparse, ella le tiró el agua a la cara y le insultó, seguía sintiéndose mal, así que le pidió a los futuros novios su correo electrónico para pedirle perdón y ofrecerle una compensación.
Lo que no imaginaba era que internet era el territorio de Clara y que, bajo toda esa timidez, se escondía una mujer interesante, con carácter y con mucha imaginación. Tanta, que las condiciones para alcanzar su perdón le pondrían en más de un aprieto…

La apasionada personalidad de Clara siempre se ha visto aplastada por sus ataques de timidez, y por ello se siente incapaz de ejercer de madrina de su mejor amiga, Adela. No obstante, a raíz de una noche soportando la lengua afilada de David, el último soltero de Los tres ángeles, se decide a superar de una vez ese problema y, a pesar de que está en riesgo su corazón, acaba enmarañada en su juego de seducción.

Ficha técnica del libro:

Género: novela romántica contemporánea
ISBN: 9781793285065
Precio: 13€ (papel)
Formato: 264 páginas, rústica

Compra la novela aquí:

Libros anteriores (independientes):

Amigos o algo más
Enemigos o algo más

Con esto, el esquema de mis libros quedaría así:

Empieza a ser una obra considerable, voy a tener que empezar a quitar algunos ^^. Pero bueno, creo que todavía se entiende bien a nivel visual...

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Un poco de suerte, relato ilustrado

Hoy toca escribir algo del reto de relatos cortos de portadas ilustradas por mí. Me he topado con 5 que son exactamente iguales salvo por los colores de los zapatos (uf, ya no me acordaba de eso), así que he puesto un título chick lit distinto a cada una y tengo el reto adicional de hacer algo original con cada uno de ellas. Esta es la primera:

Un poco de suerte

Un poco de suerte, solo necesitaba eso para conseguir el empleo. No iba a mejorar en absoluto su salario, ni era un puesto mejor, pero realmente necesitaba cambiar de trabajo. No aguantaba ni un segundo más a su jefa, que además de ser una déspota estaba tarada. Y siempre había soñado con trabajar en un sector más creativo.

Nunca le salía nada a derechas, así que hizo lo posible para atraer ese poco de suerte: agarró todos sus amuletos, se vistió de verde esmeralda de arriba a abajo e hizo todos los pequeños rituales que se le ocurrieron antes de salir de casa. Deseaba que eso atrayera la fortuna a su alrededor y, con un poco de suerte, robara la de sus competidores.

El deseo, aunque pareciera imposible, se cumplió: nada más entrar en la sala donde esperaban los otros cuatro finalistas que aspiraban al puesto, a los demás comenzaron a ocurrirles desgracias. Pero ella, incapaz de soportar el mal ajeno, le dejó su pañuelo al tipo al que le reventó el boli en el bolsillo, sacó el kit de costura de su bolso para ayudar a una mujer a detener el descosido que se le estaba formando en el bajo de los pantalones y prestó su teléfono a otra a la que se le cortó la línea en medio de una conversación que parecía llena de malas noticias. 

Agotada antes siquiera de empezar la entrevista, miró casi con tensión al candidato restante, a la espera de su desgracia, para poder ayudarle. Sin embargo, él se levantó, se acercó a ella y, tendiéndole la mano, le dijo:

-Felicidades, el puesto es suyo. -Ella le devolvió el apretón de manos, pero su gesto de desconcierto le hizo explicarse-: Esta era la última prueba del proceso. Ya sabemos que usted es eficiente, tiene referencias que la avalan. Pero queríamos saber algo más de su carácter. Está dispuesta a ayudar a desconocidos aunque no hacerlo le dé una pequeña ventaja: con eso, nos vale. ¿Cuándo puede empezar?

Abrumada por la ilusión, les dijo que ese mismo día, ya que solo necesitaba un par de horas para ir a su antigua empresa para informar de su marcha. Como le dijeron que empezara al día siguiente, decidió tomárselo con calma y pasar antes por su casa para imprimir una carta de renuncia en condiciones. Luego, se fue a la que hasta ese mismo día era su oficina para dimitir.

Aunque se había cogido toda la mañana, pues le debían un sinfín de horas extra, su exjefa la recibió con gritos y, ahora que ya no tenía que conservar el empleo, se atrevió a contestarle y a recordarle la cantidad de horas extra que había acumulado y se negaban a pagarle. La mujer, acostumbrada a que sus empleados bajaran la cabeza y se callaran, la despidió, sin darle opción a entregar la carta de renuncia. 

Sonriendo, porque así cobraría una indemnización por despido, salió de la oficina que había sido su cárcel, chocó tres veces entre sí sus zapatos verde esmeralda y se dispuso a empezar su nueva vida. Al final, sí que había tenido un poco de suerte.  

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Dime palabras. ¡Haré un relato con ellas! + Juego

Ya sabéis cómo va... Necesito alrededor de tres consignas, cualquier palabra, que me daréis vosotros por comentario (por aquí, por facebook... lo mismo da). Podéis dar hasta dos consignas por persona. Bueno, a veces admito tres. Se elegirán las tres primeras que se digan. Puede que más, si me encajan. Y si se diera el extraño caso de que hubiera muchas palabras, haría dos relatos cortos o más en vez de uno. Se tendrán en cuenta sugerencias respecto a los nombres de personajes, pero eso dependerá del relato en cuestión (no es obligatorio). A partir de todo eso, haré un microrrelato de no más de una página de word.

¨***************¨

Pasando a otra cosa, se acerca el lanzamiento de Amantes o algo más y, como de costumbre, no podía faltar el puzzle para que, los que queráis, veáis la portada y la sinopsis antes que nadie. Como siempre, haré una versión complicada y otra más facililla para que no os frustréis más de la cuenta...

Versión difícil:

Versión fácil:

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Un futuro cercano, relato feminista

Recordaréis que dividí el reto "Vuestras Consignas, mi relato" en dos porque había demasiadas palabras (el relato corto anterior podéis leerlo aquí). Pues bien, esta es la segunda parte: con pareja, machismo y futuro, gracias a Vapornosotras. Con esas palabras, era inevitable que surgiera un relato de corte feminista. Aunque le he dado la vuelta, porque el machismo no siempre está en los hombres.

 Un futuro cercano

El amor por su pareja disminuía con cada muestra de machismo por su parte. Su discurso empezaba siempre con un "Yo soy feminista pero...", y su forma de comportarse daba a entender que había barreras insalvables entre los hombres y las mujeres.
Imaginó un futuro cercano, en el que sus hijos recibirían sus regalos en función de su género y se les educaría para que ejercieran los roles que marcaba la etiqueta de "chico" y "chica", no los que había que potenciar según sus capacidades, y la perspectiva le horrorizó.
Tuvo que dejarla: si la madre se comportaba así, por mucho que él intentara compensarlo, ¿cómo iba a conseguir que sus hijos pensaran en términos de igualdad?  

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El traidor, un relato corto

 Nuevo vídeo lanzando los dados, aquí se me puede ver hacerlo en directo:

El traidor

Los paparazzis acosaban a Roberto a todas horas, algunos llegaban a tener el descaro de subirse a unas escaleras para espiar su jardín y obtener la mejor instantánea con su cámara. Sabían tantos detalles de su vida privada que llegó a sentirse paranoico y a pensar que le habían pinchado el teléfono.
Por eso, cuando se enamoró de Beatriz, no se atrevió a cortejarla ni en persona ni por teléfono, sino que decidió hacerlo de un modo un poco más retorcido: le daba una carta a su mejor amigo Pablo, y este se la haría llegar a ella de forma discreta.
Lo que no sabía era que, si los paparazzis lo sabían todo de él, no era porque le hubieran pinchado o porque le siguieran a todas horas, sino porque Pablo estaba sacándose un dinero extra traicionándole. Así pues, entregó las cartas, pero no sin antes abrirlas y hacerles una foto. De este modo, cuando salió a la luz el romance, pudo vender la exclusiva a precio de oro. Luego, cuando volvió a quedarse sin dinero y la historia de amor comenzó a aburrir a los telespectadores, decidió vender la ruptura de la pareja; fue tan fácil como convencer a Roberto de que las cartas solo habían podido salir a la luz si Beatriz las había vendido.
No había tenido en cuenta, sin embargo, que Beatriz no se iba a quedar de brazos cruzados. Ella había guardado las cartas como oro en paño, así que estaba claro quién era su enemigo. El detective privado que contrató para desenmascararle ni siquiera tuvo que esforzarse demasiado para cazarle, pues Pablo tenía tanta confianza en la fe de su amigo en él que ni siquiera tomaba las debidas precauciones.
Decírselo a Roberto fue lo más duro, porque le partió el corazón, pero a la larga, cuando superó la traición de su amigo, fue todo un alivio. Aunque la prensa estaba todavía pendiente de la pareja, ya no podían más que centrarse en especulaciones y no en hechos. Así, pudieron dejar a un lado las paranoias y centrarse en ser felices.  

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Escapada a Alcalá de Henares

La presentación en Alcalá de Henares de mi novela, Amigos o algo más, fue la oportunidad perfecta para hacer una escapada que llevaba deseando desde el encuentro de escritores que se celebró el año pasado en esa localidad, después del cual hicimos una visita al colegio Mayor de San Ildefonso de la Universidad de Alcalá de Henares. 
Tenía muchas ganas de hacer un free tour por la ciudad, pero al salir tan tarde de casa (no por mi culpa) no pudimos llegar al de las 11:30 y el de la tarde se solapaba con mi presentación, así que habrá que dejarlo para otra ocasión. Aun así, es una escapada fantástica, ya que han conservado el centro histórico muy bien y en la ciudad se respira autenticidad.

La Catedral de los Santos Niños

A la librería se llega atravesando la Puerta de Madrid, que es el primer monumento que vimos. Está frente a la Plaza de los Santos Niños y la Catedral Magistral de los Santos Justo y Pastor. Por supuesto, a esta última puedes entrar gratis, aunque no es especialmente bella por dentro y, si quieres subir arriba, debes pagar una pequeña cantidad.

Calle Mayor y Casa Natal de Cervantes

Después de dejar los libros, entramos a la oficina de Turismo para que nos dieran información sobre qué podíamos hacer en tan poco tiempo y, siguiendo sus recomendaciones, subimos por la calle Mayor, muy bonita y con aire de pueblo antiguo (a propósito, si vas, no dejes de probar las palmeras de chocolate de la pastelería Maiig, al principio de la calle). En esa misma calle está el Museo Casa Natal de Cervantes, a la que acabamos entrando. Al parecer, no está tan claro que esa sea la casa, aunque tiene cierto interés porque recrea la vida cotidiana de la gente acomodada en los siglos XVI-XVII. Eso sí, se ve en un pispás, afortunadamente es gratis, aunque la sala de exposiciones estaba cerrada.

Escapada a Alcalá de Henares: palacio arzobispal y colegio Mayor de San Ildefonso de la Universidad

La Universidad y La Plaza de Cervantes

No podíamos dejar de visitar la impresionante fachada del colegio Mayor de San Ildefonso de la Universidad de Alcalá de Henares y pasear por su inmensa plaza. Muy cerca está también la Plaza de Cervantes, que es algo así como el núcleo central del pueblo. Además de la estatua del escritor, hay un kiosco de música y, como la visita la hicimos a principios de diciembre, atracciones infantiles y un mercadillo navideño donde no pude evitar comprar una carísima y aparatosa figura de un ángel arquero a caballo. También encontramos edificios singulares en esa plaza, como la Capilla del Oidor, la Torre de Santa María o el Ayuntamiento.

Palacio arzobispal y Museo Arqueológico Regional

Desde la Plaza de Cervantes, seguimos callejeando (cosa que merece la pena en una ciudad como esta) hasta llegar al punto inicial, desde el cual subimos un poco hasta el Palacio Arzobispal, un edificio impresionante al lado del Convento de San Bernardo y del Museo Arqueológico Regional, al que no pudimos resistirnos a entrar. Hago una crónica más detallada de la visita al museo en escriboleeo. Después de eso aún sobraba un poco de tiempo antes de la presentación del libro, así que nos sentamos un rato a disfrutar de las palmeras de chocolate antes mencionadas en la plaza, donde estaban montando un espectáculo.
La presentación, por cierto, fue de lo más agradable y me quedé con una muy buena impresión de la ciudad. 

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Consecuencias, un relato corto ilustrado

Este es el último de los relatos cortos que estoy haciendo con las portadas que ilustré. Al principio tenía pensada otra cosa muy distinta para esta portada, pero luego me puse a escribir en automático y salió esto, que es mucho mejor ^^.

 Consecuencias

Por alguna razón, a Marga siempre le acababan gustando los ligues de su mejor amiga, Jacinta. Y siempre, aunque para esto sí que tenía una razón (que era divina), acababa enrollándose con ellos.
A Jacinta no parecía importarle, siempre decía que, si se habían ido con Marga, era porque no la querían tanto a ella. Aun así, bromeaba diciéndole que sus actos tendrían consecuencias e intentaba ocultarle sus nuevas relaciones todo el tiempo posible, con la esperanza de que ellos se enamoraran de ella y, cuando conocieran a su amiga, no cayeran a sus pies. Siempre en vano.
Marga debió de sospechar cuando Jacinta le habló de su último ligue por internet casi desde el inicio de su relación. No obstante, dio por sentado que lo hacía porque se sentía protegida al ser una relación digital basada en las conversaciones, no en el cara a cara. Pero Marga lo tenía fácil, solo tuvo que conectar con el tío y mandarle fotos subidas de tono antes de que él se olvidara de Jacinta y le propusiera una cita en el lago.
Marga acudió allí y se puso en la orilla, de espaldas al camino, en una pose de lo más estudiada para realzar sus curvas. Poco después oyó acercarse a su última conquista, pero no se volvió, impaciente por saber cómo la abordaría.
No recibió unos tímidos golpecitos en el hombro, ni palabras picantes, ni un cachete en el trasero, sino una cuchillada por la espalda. Al girarse por instinto, vio a su amiga con un cuchillo ensangrentado en la mano:
-Te dije que tus actos tendrían consecuencias -dijo, furiosa, antes de volverle a asestar otra puñalada. Y otra. Y otra más, antes de que Marga por fin cayera al lago. Luego, Jacinta tiró el cuchillo lo más lejos posible y volvió a casa, a conectar con su verdadero ligue digital. Ahora que ya no se lo robarían, podía por fin quedar con él cara a cara.

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