El ejercicio de Adictos a la escritura este mes consistía en hacer un relato a partir de la primera frase de una novela, sin que el relato tenga que ver con la novela en sí. Dado que en el momento en que escribí el texto estaba leyendo Arsenio Lupin, caballero ladrón, usé la primera frase del mismo que era: ¡Qué extraño viaje! Lo que seguía tenía relación con un transatlántico, así que he cumplido con lo de que no tenga nada que ver...
Viaje
¡Qué extraño
viaje! Los colores se volvieron más hermosos, y comenzó a elevarse
hacia las estrellas, que le recibieron amorosamente hasta que empezó
a clarear. Apenas había empezado a echarlas de menos cuando los
rayos del cálido sol le arrullaron, haciendo que se durmiera con sus
caricias...
Cuando despertó
y comenzó a recordar no pudo evitar una sonrisa. Miró la bolsa de droga. Aún quedaba la mitad de su contenido.
Debería tirarla, se
dijo sin convicción. Esta mierda te jode la salud y la vida, solo
ha sido una vez, por probar.
Pero los recuerdos de esa maravillosa
noche le asediaron el resto del día, hasta que finalmente cedió a
la tentación. Días después fue en busca de otra dosis, diciéndose
que un poco de vez en cuando no hace daño a nadie. Un par de meses
más tarde estaba completamente enganchado, aunque sus viajes ya no
eran tan agradables. Se sentía atrapado, y la droga no le dejaba
escapar. Finalmente se rindió, triplicó la dosis y se embarcó en
su último viaje.
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Todas las historias y personajes de este blog son ficticios. Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia.