Este es el proyecto de abril de Adictos a la Escritura, que consistía en hacer un cuento infantil. ¡Espero que os guste! (nuevamente aparece mi tendencia a meter unicornios en los cuentos infantiles... no soy nada original...). En fin, la moraleja nos la podemos aplicar los adultos también (¡va por vosotros, anónimos!).
A todo esto, no os olvidéis de visitar Las Crónicas del Criper ¡Necesito opiniones! Sin más dilación, el cuento:
La leyenda de los unicornios
Contaba una leyenda que nacerían dos niñas, una de cabello blanco y otra de cabello negro, que serían la más malvada y la más bondadosa de esas tierras, aunque cuál sería cuál sólo se sabría cuando la malvada atrapara al unicornio negro y la bondadosa al unicornio blanco.
Cuando las dos niñas nacieron, todo el mundo lo tuvo claro: la niña de cabello oscuro, obviamente, sería la elegida por el unicornio negro, así que decidieron mantenerla bajo vigilancia constante para prevenir sus maldades, mientras que la niña de pelo blanco era mimada por todos y educada para ser la dirigente del país cuando creciera. El día del eclipse llegó y las dos niñas fueron conducidas al bosque, donde se les dijo que debían atrapar a un unicornio.
La niña del pelo blanco buscó el lugar apropiado en un claro del bosque y tendió una gruesa y resistente red para capturar al unicornio blanco cuando apareciera. Si aparecía el unicornio negro, simplemente le dejaría pasar de largo. Finalmente, una brillante luz inundó el claro, precediendo la entrada del blanco equino…
La niña del pelo negro, convencida de que sería la elegida del unicornio negro después de tantos años escuchando lo mismo, se limitó a sentarse a esperar y se adormiló hasta que un ruido de cascos la despertó. Con un suspiro, acarició el oscuro pelaje de la criatura y le pidió que la acompañara.
La niña del pelo blanco entró en el pueblo arrastrando la red y gritando:
- ¡He capturado al unicornio blanco!
Cuando todos se acercaron y desenredaron la red, no pudieron evitar lanzar exclamaciones de asombro cuando comprobaron que el pelaje de la criatura era negro azabache. Más asombrados quedaron aun cuando el unicornio blanco apareció, con la niña de pelo negro dormida encima de él.
Moraleja: cíñete a los hechos antes de juzgar a nadie, quizás la niña de pelo blanco a la que todos miman no sea tan bondadosa como indican sus cabellos…
Todas las historias y personajes de este blog son ficticios. Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia.