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Todos los relatos cortos y personajes de este blog son ficticios. Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia

miércoles, 29 de noviembre de 2023

Relato: La pintada del sol sonriente

Un nuevo lanzamiento de dados con el que hacer un relato. Aquí se me ve lanzarlos:

La pintada del sol sonriente

Cuando apareció esa pintada de un sol sonriente, nadie en la corte le dio mayor importancia, convencidos de que alguno de los jóvenes príncipes lo había dibujado a modo de travesura. 
La princesa heredera, sin embargo, se preocupó mucho porque los astros sonrientes, en las historias antiguas, eran los símbolos que usaban los magos que habían sido desterrados por sus antepasados. Al comentar eso, sin embargo, todos rieron y le dijeron que leer todos esos libros inútiles no podía ser bueno para ella, que se centrara en cosas importantes, como conseguir un buen marido.
El rey fue incluso más allá y bajó con todos por intrincados pasadizos para mostrarles la sala secreta donde se ubicaba el sello que mantenía a esos legendarios magos alejados del reino. Ninguno se percató del ojo mágico que les seguía con atención, salvo la princesa, que agarró una espada corta que colgaba de las paredes y acabó con la criatura, lo que causó un desmayo en una de sus cortesanas.
Nadie se preocupó por el ojo espía que había llegado hasta una sala secreta que escondía un sello peligroso, sino que el tema de discusión posterior fue la actitud de la princesa, que había sobrepasado todos los límites de la decencia empuñando esa espada. Por ello, a partir de ese momento, debía permanecer en su habitación, bordando, y cualquiera que le proporcionara acceso a libros o a cualquier tipo de material alejado de las labores propias de una princesa sería severamente castigado.
La princesa estaba tan enfadada por lo ocurrido que, mucho antes incluso de escuchar las voces de los magos para convencerla de que rompiera el sello, ya tenía un plan para liberarlos. Y es que, fuera lo que fuera lo que trajeran consigo los magos, no podía ser peor que esa panda de vagos, ignorantes y decadentes cortesanos que exprimían al pueblo para pagarse estúpidos caprichos. 
Así pues, con la ayuda de algunos criados que llevaban trabajando para los magos varias décadas, bajó a la sala secreta y destrozó el sello tras recibir una promesa de lealtad por parte de aquellos que estaban encerrados. Pronto, el mundo estaría inundado de magia y los magos, sus nuevos súbditos, recuperarían todo su poder. Pronto, esos idiotas se arrepentirían de no haber prestado atención ni a los libros ni a las armas.
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miércoles, 22 de noviembre de 2023

Viaje a Turquía: Estambul 2: Palacio de Topkapi y Museo Arqueológico

El último día en Estambul fue libre. Mi intención inicial fue hacer la excursión de maravilla bizantinas que ofrecía la agencia. Pero el guía tenía pocas ganas de trabajar y cuando le pedí información me dijo que no sabía nada y que no se hacía cargo, qué llamara yo directamente. Así que hice como todo el mundo y fui por libre al Palacio de Topkapi.
La verdad es que es de lo mejor de Estambul. Es gigantesco y necesitamos una mañana entera para verlo con tranquilidad (y mejor madrugar para estar de los primeros, porque la cola al salir era impresionante). La audioguía, eso sí, es prescindible. 
Dentro del complejo Palaciego podemos visitar desde las cocinas hasta distintos espacios en los que se movían los emperadores bizantinos (preciosa biblioteca, y muchos otros palacios son encantadores). 
Apuntar que para entrar en la sala de las reliquias tienes que taparte como para entrar en una mezquita. El edificio es una preciosidad, aunque las reliquias son de las que te hacen alzar una ceja de escepticismo (pelos de la barba del profeta y cosas así). 
Exterior del palacio de Topkapi y uno de los edificios interiores. Museo Arqueológico
Exterior del palacio de Topkapi y uno de los edificios interiores. Museo Arqueológico
El harén se paga aparte, pero, aunque las primeras salas piensas que puedes haber cometido un error, al final sí que está bien la visita, recomiendo no perdérselo.
Después de comer, me encaminé al museo arqueológico, que está justo al lado del Palacio Topkapi. Otra grata sorpresa. No tiene muchísimas cosas, pero las que muestran son relevantes, están muy bien organizadas y se presentan de forma muy estética. Además, las explicaciones son muy didácticas y tienen algunos recursos interactivos. Allí estuve más o menos 2 horas y media o 3. Cuando salí, amenazaba tormenta, así que ya me fui para el hotel, satisfecha con el día (pero no lo suficiente como para compensar mi decepción general sobre la ciudad).
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miércoles, 15 de noviembre de 2023

Relato: Solo un asalto con vida

La consigna de esta quincena era "Narra la batalla entre una maga que domina la electricidad y otra que invoca demonios".

 Solo un asalto con vida

Nal-ak era una maga de último curso, de las que mejores resultados tenía, con un inmenso poder innato. Podía convocar demonios y todo tipo de entes sobrenaturales, escudos mágicos potentes y hasta, se rumoreaba, era capaz de alterar el tiempo. Zaca, por el contrario, era una hechicera mediocre de primer año y apenas dominaba un par de conjuros complejos, aunque tenía una gran habilidad para la electricidad.
Zaca no tenía nada que hacer en esa batalla.  Nal-ak lo sabía. Zaca lo sabía. Los compañeros y profesores de Zaca lo sabían. Lo más lógico hubiera sido que se rindiera en cuanto hicieron el sorteo de los adversarios de la primera ronda del torneo, pero Eik, que se dedicaba a gestionar las apuestas, le había prometido una auténtica fortuna si lograba aguantar un asalto. 
La familia de Zaca necesitaba el dinero, así que ella accedió. Solo tenía que aguantar un asalto para que su familia cobrara lo suficiente para librarse de sus deudas y llevar una vida cómoda. Una pena que Zaca no fuera a sobrevivir para verlo. No era obligatorio matar al adversario, pero nadie lo impedía y Nal-ak no era conocida por su piedad.
Solo un asalto con vida. Nada más que eso. Pero Nal-ak no tenía ganas de jugar con una presa tan patética y decidió acabar rápido. Zaca supo que estaba perdida cuando uno de sus rayos rebotó contra su escudo antimagia y su contrincante empezó a conjurar a un demonio mayor. Pero no, no podía rendirse, tenía que haber otra forma. 
Entonces se fijó en los focos del techo. Estaban justo encima de su oponente y pendían de un cable muy fino, que podía destrozar con una sobrecarga en la red eléctrica. Nal-ak estaba acabando de convocar a su demonio cuando Zaca lanzó su hechizo desesperado. La criatura salió del portal, pero, cuando su conjuradora estaba a punto de darle la orden de matar a esa mosquita muerta, le cayeron los focos encima. 
No le hicieron mucho daño; aunque sus protecciones mágicas no la protegieron del todo, no dejaba de estar hasta arriba de conjuros de fuerza y resistencia. No obstante, le hicieron perder la concentración. Y perder la concentración cuando estás controlando a un demonio letal es una condena a muerte. Así que Zaca observó anonadada cómo su oponente no solo no la mataba, sino que recibía la muerte que le había destinado. No solo había aguantado un asalto con vida. Lo había ganado.
Cuando salió del ring, lo primero que hizo fue consultar el saldo en la cuenta familiar. Todos sus problemas habían acabado. Luego, sin dar tiempo a Eik para hacerle otra oferta loca, esquivó a todo el público que se acercaba a felicitarla para acercarse a la organización y decirles que se retiraba del torneo. Acabada esa gestión, se escabulló por la puerta trasera, sin saber muy bien qué hacer a partir de ahora con su vida. Se había reconciliado con su muerte y no había hecho planes más allá de esa noche. 
—Te quiero en nuestras filas —dijo una voz a su espalda. Se giró para encontrarse al reclutador del rey, un hombre que no había mostrado interés por ningún alumno desde hacía años, a pesar de que ser uno de los magos de su majestad era el sueño de todos los magos de talento de la escuela, profesores incluidos.
—Creo que ha habido un error. Ha sido pura chiripa. Soy una hechicera mediocre —le explicó.
—Lo eres. Pero, a pesar de ello, has sido lo bastante ingeniosa como para vencer a una adversaria muy superior. Y está claro que no tienes miedo de la muerte. Así que vamos, recoge tus cosas y despídete de quien tengas que despedirte; los magos del rey aprendemos en otra clase de escuela. Tu familia podrá trasladarse también a la corte en los próximos días.
—No tengo nada que llevarme, ni nadie de quien despedirme -respondió Zaca. En el fondo, se preguntaba si no había muerto a pesar de todo y esto era una especie de recompensa ultraterrena por su sacrificio. Pero le daba igual—. Te sigo.
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jueves, 9 de noviembre de 2023

Viaje a Turquía: Estambul 1

Voy a reunir dos de los días que pasé en Estambul en uno porque se pueden juntar perfectamente para hacer todo en un día. La verdad, mi primer contacto con la ciudad fue terrible: el autobús se detuvo en medio de la calle porque estaban detonando un artefacto sospechoso, el hotel era una asquerosidad y la ciudad me pareció sucia, fea y caótica. Los guías fueron también un desastre. Según te vas acercando a Santa Sofía, sin embargo, mejora un poco la cosa. Solo un poco.
Aunque esa primera tarde solo las vi por fuera, la Mezquita Azul me pareció soberbia, Santa Sofía llama menos la atención pero porque tristemente le falta una gran restauración. Al día siguiente, el guía llegó tarde y parecía tener prisa por librarse de nosotros, pero entramos en ambas y el interior está acorde al exterior: perfecto en la Mezquita Azul, necesitado de una gran restauración en caso de Santa Sofía. El hipódromo es la plaza de enfrente y, aunque tiene algunos puntos de interés, se ve rápido. 
Mezquita Azul y Santa Sofía
Mezquita Azul y Santa Sofía
Fuimos después a una de las cisternas, que con la iluminación y alguna que otra obra de arte tiene un ambiente muy especial.
En muy pocas horas, habíamos acabado de verlo todo y nos llevaron al Gran Bazar. Ahí acabó la excursión. El Gran Bazar no es lo que uno espera de un bazar, parece más bien un mercado cerrado, solo que la mayoría de los puestos son falsificaciones de grandes marcas. Nada interesante para mí. Me pareció más interesante un cementerio que había en la avenida del tranvía.
Cisterna y Mezquita Nueva
Cisterna y Mezquita Nueva
Empezamos el día siguiente visitando la Mezquita Nueva, apenas tiene 200 y pico años pero es muy bonita. Allí, el guía explicó un poco sobre cómo rezan los musulmanes y luego nos metieron prisa para seguir con el tour, solo para que nos metieran en la primera tienda del Mercado de Especias con la intención de vendernos algo. Luego nos dejaron nada más y nada menos que una hora y media de tiempo libre para comprar. 
Después nos metieron en el barco para hacer el crucero por el Bósforo, lo cual también me pareció perfectamente prescindible porque, aunque es una zona bonita y se ven dos continentes, al final no hay más que casas modernas de gente rica. 
Finalizamos el día en la calle peatonal de Taxim, en la cual nos dejaron nuevamente demasiado tiempo libre para hacer compras antes de coger los autobuses al hotel. Vamos, que del día me quedo con la Mezquita Nueva, por eso se puede hacer el mismo día que las otras mezquitas.
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miércoles, 1 de noviembre de 2023

Relato: Doble traición

Otro relato en base a las cartas Fatum. En este caso, este es el planteamiento inicial: 
Cambiaformas secuaz de un centauro y padre de un draconiano. Su origen es unas ruinas y ha sido pirata. Le marcó en su pasado su amistad con una mujer bestia hija del propietario de un objeto mágico y su motivación es que un artificiero, maestro de un lord, le ayude.

 Doble traición

Cartas origen del relato Doble Traición
Había adoptado la forma de un centauro para agradar a Crin de Viento, pero se sentía como su perrito faldero. Le llevaba de un lado para otro, siempre tres pasos por detrás, y solo le dejaba adelantarle cuando tocaba hacer el trabajo sucio. No se sentía tan miserable desde que se marchó de las ruinas en las que se crió, y echaba de menos el mar. 
El problema era que no podía volver allí, era demasiado peligroso. Los soldados del rey habían inventado un arma capaz de hundir barcos piratas en cuanto los tenían a la vista, y salir a rapiñar era poco menos que un suicidio. Así que había dejado a su hijo al cargo del barco, escondido en una ensenada perteneciente a una vieja amiga, mientras partía en busca de una defensa efectiva. No era un arreglo ideal: los draconianos y los hombres bestia no se llevaban bien, pero le debían un favor y el padre de ella poseía un objeto mágico capaz de ocultar el barco, así que era el único lugar donde un pirata podría estar seguro.
Por suerte, parecía que su periplo estaba a punto de finalizar. Después de tantos meses, Crin de Viento por fin se iba a reunir con unos traficantes que llevaban una carga de un mineral especial. Ese ingrediente era muy deseado por el artificiero con el que había contactado, que le daría un arma capaz de proteger a su barco de los cazadores del Rey a cambio de su ayuda. Ni al artificiero ni a su señor les agradaba hacer tratos con cambiaformas, pero no les quedaba otro remedio si querían conseguir el mineral y, de paso, acabar con los traficantes y con Crin de Viento. 
Había aceptado sin pensarlo; parecía fácil. Solo tenía que infiltrarse, abrir ojos y oídos para averiguar dónde y cuándo sería el intercambio y escabullirse para dar la información a su contacto, algo fácil cuando podías cambiar de forma. Lo que no había esperado era que Crin de Viento tardara tanto en concertar esa reunión y tuviera que pasar meses atrapado en ese bosque, haciendo de secuaz de semejante idiota.
Así que no podía estar más contento cuando cumplió con su parte, pero entonces le hicieron una última exigencia: que se mantuviera en su puesto y contribuyera a generar el caos desde dentro cuando les emboscaran. Afirmaron que le darían su premio cuando la emboscada hubiera acabado. 
¿Solo en el bosque, rodeado de soldados al servicio de un lord que había jurado acabar con el mal en sus tierras? Quedaba claro que le traicionarían.
Cuando el intercambio entre los centauros y los traficantes estaba en su punto álgido y las flechas comenzaron a volar, cambió su forma para que pareciera que una le había atravesado el ojo y se tumbó en el suelo, muy quieto. La batalla acabó rápido y, tal y como esperaba, escuchó al señor del artificiero decir, cuando se acercó a su supuesto cadáver:
-Una flecha perdida nos ha ahorrado tener que matar a ese engendro. Mejor, así no faltaremos a nuestra palabra.
-No íbamos a faltar, de todos modos, mi señor -respondió el artificiero-. El arma que pedía está escondida entre los árboles. La idea era dársela, lo que habría cumplido el trato, y luego matarle por pirata y traidor.
Eso era todo lo que necesitaba oír para ejecutar su venganza. Cambió su forma y, antes de que pudieran darse cuenta de lo que pasaba, la bestia en que se había convertido les había despedazado. Para cuando los soldados lograron reaccionar, había vuelto a cambiar hasta transformarse en un ratoncillo que se escabulló entre la espesura. 
Se dispersaron para dar con él, pero eso jugaba a su favor. Cuando encontraba a uno cerca, volvía a cambiar y acababa con él, tras lo cual se transformaba de nuevo en un insignificante ratoncillo. Pronto, los que no habían muerto, huían en desbandada, y pudo dedicarse a buscar entre los árboles el preciado objeto que buscaba. 
Cuando por fin lo encontró, sonrió. Se lo ató bien a la cintura y, adoptando una de sus formas favoritas, el hombre alado, emprendió el vuelo de vuelta al barco. Ahora que podían defenderse de los ataques del rey, volvería a ser el terror del mar.
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miércoles, 25 de octubre de 2023

Viaje a Turquía: Pérgamo, Troya y Bursa

El viaje los días anteriores:

Pérgamo

Emprendimos la marcha a Pérgamo tras un nuevo madrugón, lo que no nos libró del calor (julio no es buen mes para ir a Turquía). Este yacimiento está algo peor conservado y es más pequeño, lo que podemos ver es el Asclepeion (el templo y lugar de tratamiento de Escolapio), básicamente un hospita , que contaba con una avenida porticada, templos o piscinas donde se realizaban todo tipo de tratamientos. También tenían un estadio para hacer deporte y un pequeño teatro. Muy curiosa es, también, la zona donde estaban los dormitorios, donde se supervisaba el sueño. La verdad es que es un sitio muy chulo y con bonito paisaje.

Troya

Luego tuvimos un largo camino hasta Troya, que la verdad está mejor de lo que esperaba, sobre todo la muralla, aunque el paisaje no es como lo fue entonces, porque, como ocurre en las Termópilas, el mar ha retrocedido bastante. 
La ciudad se fundó siete veces y hay restos bastante bien conservados hasta del asentamiento hitita de más de 20 siglos a.C. El caballo de la entrada, sin embargo, estaba siendo desmontado porque lo renuevan cada cierto tiempo, aunque no importó mucho, porque el caballo de la película (donado por los productores) está en Canakkale, la ciudad donde dormíamos, convenientemente al lado de mi hotel. 

Viaje a Turquía: Pérgamo, Troya y Bursa
Pérgamo, Troya y Bursa
Bursa

Al día siguiente, nuevamente tocó madrugar, esta vez para llegar a Bursa a una hora razonable. El programa decía que visitaríamos la Mezquita Grande, Mezquita Verde, y el Bazar de la Seda, pero solo vimos la Mezquita Verde (muy bonita), el mausoleo de enfrente (ya sin el guía, con las tumbas del sultán que construyó la mezquita Verde y su familia) y una tienda de souvenirs que tenía un poco de todo (por supuesto, no era el Bazar de la Seda, sino una nueva triquiñuela de nuestro guía para sacar comisión a costa de nuestras excursiones).
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viernes, 20 de octubre de 2023

¡Mi nueva antología de cuentos!

Pues sí, después de tanto tiempo sin publicar libros de ficción, doy un nuevo giro sorpresa para publicar una antología de cuentos ilustrados por mí. Han sido muchos meses de trabajo y es una larga historia que puedes leer aquí, pero ya está disponible en Amazon.

En estos cuentos ilustrados, un niño muy egoísta que decide ganar más dinero vendiendo a su mamá aprenderá a valorar lo verdaderamente importante, un hada que no puede volar descubrirá que nada es imposible, una ratoncita aprenderá que no rendirse es lo más importante para cumplir los sueños y un elefante encontrará un mundo maravilloso fuera del circo.

Ficha técnica del libro:

Edad: 6-8 años
ISBN: ‎ 979-8863757049
P.V.P: 8,9€
34 páginas
Palabras clave: cuentos con valores, egoísmo, superación, discapacidad, libertad

 
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miércoles, 18 de octubre de 2023

Relato: Los afortunados

La consigna de hoy era "Inventa una historia de amor que, antes del primer beso, se ve interrumpida por el fin del mundo". 

 Los afortunados

Fue un amor de verano como los de las películas. Se conocieron en la playa mientras se daban un chapuzón, charlaron toda la tarde como si se conocieran de toda la vida y, al llegar al atardecer, estaban preparados para su primer beso. 
Estaban tan concentrados en los labios del otro que no se dieron cuenta de que el escalofrío que les recorría no era un anticipo químico de lo que sentirían al besarse, sino una perturbación que recorrió el mundo cuando los monstruos lo invadieron. Sus labios estaban a punto de rozarse cuando uno se los tragó y acabó con sus vidas.
Fueron los afortunados. Los que sobrevivimos al primer asalto, los que reaccionamos a tiempo y luchamos, los que encontramos refugio, vivimos ahora en medio de un terror constante. Y nuestras muertes, ahora que se saciaron con esa primera orgía de sangre, no serán rápidas. Porque nos matarán, a ninguno nos cabe duda. Son más grandes, más rápidos, más inteligentes. Simplemente les divierte este juego. Por eso he preparado este lugar para que se llene de humo y tener una muerte dulce, yo también seré uno de los afortunados.
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martes, 10 de octubre de 2023

Viaje a Turquía: Hierápolis y Éfeso

El viaje los días anteriores:

 Hierápolis

Después de un largo día muerto en el autobús, solo interrumpido por una visita a una antigua taberna de la ruta de la seda (que ahora es un restaurante con tienda de souvenirs: básicamente una parada técnica más entre las muchas que hicimos), madrugamos mucho para llegar pronto a Hierápolis, centro de descanso veraniego para los nobles de la antigüedad por sus aguas termales, porque amenazaba con hacer mucho calor. 
No me quedó más remedio que pagar 5€ como los demás para que nos llevaran en minibuses; yo hubiera preferido ir andando, a pesar del calor. Así habríamos tardado una hora más, pero lo habríamos visto mejor y además nos habríamos ahorrado la prescindible visita a la tienda de chaquetas de piel de antes de comer. Pero el grupo manda y no iba a ser la tocapelotas del día… 
Lo primero que vimos fue la Puerta romana y los baños, tras lo cual, viendo de refilón la necrópolis, nos acercamos a ver el teatro para finalizar en el Castillo de Algodón (Pamukkale) con sus piscinas naturales. Es una formación natural espectacular formada por cascadas calcáreas petrificadas que se han formado a causa de la cal del agua que emana de las aguas termales
Hay un trozo en el que puedes mojar los pies (no bañarte) y allá que me metí. Resbala una barbaridad (vi muchas caídas) y, donde no resbala, duele andar porque la roca es puntiaguda, pero las fotos son impresionantes y además luego sales con los pies como nuevos. 
Salimos de allí rumbo a la tienda de chaquetas, donde nos pusieron un vídeo comercial y nos hicieron un pase de modelos en el que intentaron hacerme participar (sin éxito). Luego fue más de una hora hasta que pudimos irnos a comer y casi nadie compró nada, pero es una dinámica que se repitió demasiado en este viaje: acortar las excursiones para retenernos en un lugar de compras. 

Teatro de Hierápolis, Castillo de algodón, Biblioteca de éfeso
Teatro de Hierápolis, Castillo de algodón, Biblioteca de Éfeso
Éfeso

Después del restaurante, fuimos directos a Éfeso, la capital de Asia Menor en la época romana. 40ºC de calor húmedo, pero merece la pena. Es espectacular y está muy bien conservada. 
Vimos el odeón, el foro, la fuente de Trajano, el templo de Adriano, las letrinas, un supuesto burdel, el segundo foro y, la joya de la corona, la tercera mayor biblioteca de la antigüedad: la biblioteca de Celso, construida por el cónsul Gayo Julio Aquila Polemeano, en honor a su padre, Tiberio Julio Celso Polemeano.
Otra joya es el teatro, gigantesco, una auténtica pasada, que está justo frente a la carretera del puerto, por donde salimos; acabé derretida pero satisfecha.
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miércoles, 4 de octubre de 2023

Relato: El bosque

No iban a ganar esa guerra. Ya ni siquiera los magos eran optimistas al respecto, a pesar de que, tras la revuelta en la que Brontak y sus brujos habían aparecido de la nada, habían asesinado al rey y se habían hecho con la capital, habían seguido insistiendo en que su magia era más poderosa que la de esos renegados. 
Pero ahora el nigromante estaba recibiendo refuerzos y recuperar el terreno perdido, de momento, no sería posible. Los magos aspiraban, como mucho, a detener su avance y, en caso de que no lo consiguieran, debían estar preparados.
La moral estaba por los suelos. Estar preparados significaba el exilio: eran demasiados para esconderse entre los ciudadanos de a pie. Los kulitíes controlaban el mar, así que la opción más viable era marcharse del país cruzando por el paso del Pegaso mientras todavía se pudiera. Pero salir de Diltania implicaba la rendición total y algunos locos habían propuesto otra alternativa que les permitiría seguir luchando e intentar recuperar terreno aunque fuera a pequeños pasos o, por lo menos, ser una gran molestia para lo que quiera que pretendiera hacer Brontak. 
El bosque de Olmio. Era un lugar maldito y repleto de magia, más grande a cada año que pasaba. Casi nadie se atrevía a internarse en él o a detener su avance; se había tragado pueblos enteros por el miedo de la gente a molestar a lo que quiera que viviera entre la foresta. Los pocos que entraban en ese laberinto eran gente extraña, o volvían cambiados, o se perdían y no regresaban. Pero era el lugar ideal para refugiarse sin ser encontrados precisamente por eso.
El grupo que salió en busca de un lugar escondido del bosque donde alojar a tanta gente estaba compuesto por los más valientes y los más excéntricos, todos ellos voluntarios, salvo los magos que debían hacer de guía y protección, elegidos entre los más inútiles para realizar conjuros de ataque porque eran los únicos de los que podían prescindir en la batalla que se avecinaba. Ellos, sin embargo, eran la clave para la misión de exploración, ya que servirían de enlace con el exterior, como brújula para no acercarse demasiado al núcleo del bosque, del que nadie había regresado, y como baliza si finalmente la batalla se decantaba por el lado de Brontak y había que huir a toda prisa.
Cuando se internaron en Olmio, el miedo les hizo ponerse en tensión, pero la alerta solo duró un par de días. Eran un grupo grande y ningún animal se atrevía a acercarse a ellos, además, la presencia de los magos era reconfortante: afirmaban no detectar ninguna magia extraña en los alrededores, más allá de la del propio bosque, y, además, les ayudaban a encontrar riachuelos y lugares donde abundaba la caza.
No obstante, esa distensión fue disipándose de nuevo conforme avanzaban. El bosque se hacía cada vez más denso y oscuro; llegó un momento en el que tuvieron que reducir las horas que caminaban a las que el sol estaba alto, porque eran las únicas en las que había luz suficiente para caminar. Además, la caza empezaba a escasear, o puede que solo fuera que no tenían tantas oportunidades de encontrar presas, concentrados como estaban en avanzar todo lo posible.
Pronto, empezaron a sentir que algo los observaba de forma constante, y surgieron rumores de que los magos estaban siendo confundidos por el propio bosque para llevarlos a su núcleo y devorarlos a todos. Dos de los hombres enloquecieron y, tras intentar atacar a los magos y ser detenidos por sus compañeros, desertaron en medio de la noche. Horas después, el grupo se encontró sus cadáveres mientras avanzaban en las pocas horas de luz que tenían, con los cuellos torcidos de forma grotesca tras un tropiezo en el talud de un río.
Eso no ayudó a hacer las cosas más fáciles, pero los que quedaban eran hombres comprometidos con su misión y estaban dispuestos a encontrar un lugar para refugiar a la resistencia aunque les costara la última onza de su cordura. Cuando el terreno empezó a volverse cada vez más escabroso y apareció una montaña frente a ellos, justo en el límite que los magos consideraban seguro, creyeron que la habían perdido por completo. 
Hicieron un alto, con los magos de nuevo sondeando en busca de una magia que no parecía hacer acto de presencia. Tras un largo debate, decidieron rodear la montaña, aunque eso los acercara al núcleo del bosque unos kilómetros más de lo necesario. Entonces, poco a poco, empezó a haber más luz y a haber un ambiente menos opresivo que, sin embargo, les daba mucho respeto. ¿Y si era una trampa del bosque? 
Pero no era una trampa lo que encontraron, sino un terreno con una roca tan dura que ni siquiera el bosque había podido invadirlo. Un terreno donde se veía la luz del cielo, cerca de una zona de la montaña repleta de cuevas donde podrían refugiarse. Montaron su campamento en una de ellas y comenzaron a explorar la zona con detenimiento. Había agua cerca, y de nuevo volvían a encontrar presas que cazar, atraídas sin duda por la luz. Ninguna amenaza, arcana o terrenal, a la vista. Imposible que nadie llegara allí sin tener las coordenadas exactas. Habían llegado al que sería su nuevo hogar provisional.
La mitad de los hombres y uno de los magos se quedaron allí, acondicionando el lugar y salvaguardándolo de cualquier posible amenaza. La otra mitad, volvió a casa para guiar a los demás hasta su nuevo Refugio. Llegaron justo después de la batalla. Habían ganado, pero a un precio tan alto que, cuando Brontak recibiera sus refuerzos, les barrería por completo. 
Tras los últimos preparativos, el grupo de refugiados se internó en el bosque, con reticencia pero sin ninguna otra opción. Algunos se perderían por el camino, enloquecidos por la oscuridad y la opresión de Olmio, y solo quedaban atrás algunos enlaces, cuya misión sería tanto o más peligrosa que la nueva vida de los demás en ese bosque maldito. Pero Refugio era una realidad y, desde allí, la resistencia podría hacer frente al nigromante y entorpecer sus planes sin miedo a ser descubiertos.
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miércoles, 27 de septiembre de 2023

Viaje a Turquía: la Capadocia

Igual que Meteora me sorprendió en el viaje a Grecia, la Capadocia me ha sorprendido muy gratamente en Turquía, aunque no esperaba gran cosa. Son formaciones rocosas muy extrañas formadas por la lava arrojada por los volcanes Erciyes y Hasan hace 3 millones de años. En ese entorno, la gente excavaba cuevas para vivir. Actualmente, por supuesto, ya nadie vive en ellas y son todas tiendas o restaurantes, además, han construido pueblos a su alrededor que afean un poco el paisaje, pero aún así es espectacular. 
Empezamos el día yendo a un mirador en la terraza de una tienda de souvenirs. Luego, fuimos a uno de los pueblos más típicos, el pueblo troglodita de Uçhisar, y lo vimos desde abajo del todo y subiendo hasta arriba en el autobús. Hubo tiempo libre y es casi un milagro que siga entera, porque hay que hacer un poco la cabra para llegar a ciertos sitios, y yo no me arriesgué demasiado, pero más de una vez me temí acabar en el suelo. 

Ciudad subterránea

Luego, visitamos una ciudad subterránea creada por los cristianos para refugiarse de los que amenazaban su religión. Hay varias en la zona, pero el guía no nos precisó a cuál nos estaba llevando. Era muy chula, pero intuyo que era la más barata y cutre porque he visto fotos de las dos más importantes y no era ninguna de ellas. En fin. A pesar del rateo del guía, la que vimos tiene varios pisos y pasillos muy angostos (no apto para claustrofóbicos), con dependencias separadas para establos, habitaciones, cocina… simplemente espectacular. 
Acabamos la mañana en una aburrida visita a una joyería en la que una de las empleadas me persiguió literalmente por toda la tienda. Será que tengo pinta de criminal. 
Pueblo troglodita y Valle de Göreme
Pueblo troglodita de Uçhisar y monasterios e iglesias del Valle de Göreme

Valle de Göreme

Después fuimos a comer y retomamos la ruta para ir a los monasterios y capillas del valle de Göreme. Nuestro guía nos explicó detalladamente las más destacadas (hay una muy curiosa con una mujer con barba, y varias con frescos en las paredes bastante interesantes), pero tuvimos tiempo libre para verlo todo. 
Acabamos el día visitando el pueblo de al lado del hotel, Avanos, famoso por su cerámica, pero sin nada que destacar salvo un puente colgante que se agita como un barco en medio de una tempestad, que era la única forma de atravesar el río. 

En globo sobre la Capadocia

Al día siguiente, el madrugón fue criminal (solo superado por el día que fuimos a Abu Simbel en Egipto, pero venía una carísima (pero que merece la pena) excursión opcional que es imprescindible si visitas Capadocia: el vuelo en globo. Primero nos dieron un pequeño desayuno para coger fuerzas y después salimos de la furgoneta para ver cómo se hinchan los globos. Cuando ya estuvo el nuestro, subimos a la cesta y nuestra piloto dio las instrucciones por si el aterrizaje era un poco brusco (al final no solo no lo fue, como en Segovia, que volcó la cesta y todo, sino que tenía tanta pericia que aterrizó en el remolque de la furgoneta). 
Luego despegamos y empezó la magia. Hay decenas de globos en el cielo, el paisaje es de cuento y el amanecer le da un toque aún más especial. Una experiencia maravillosa. Además, subimos muy alto y también nos bajaron casi a ras del suelo en alguno de los valles, pudiendo ver todas las formaciones rocosas de la zona. 
Al finalizar, brindamos con la especie de zumo de frutas y nos fuimos al hotel a desayunar de verdad. Luego partimos de Capadocia, rumbo a otros lugares que comentaré en próximas entradas...
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miércoles, 20 de septiembre de 2023

Relato: Vigilancia

La consigna para escribir el relato de hoy es: Inventa un cuento en primera persona sobre alguien que observa a otra persona. Intenta que sea lo más subjetivo posible.

 Vigilancia

Mírale, el muy cerdo, se le van los ojos cada vez que pasa una chica mona. Lleva demasiado tiempo en el parque y el chucho ya ha hecho lo que tenía que hacer, pero sigue dando vueltas. Seguro que tiene al perro para ligar cuando se le acerquen para acariciarlo. Me estoy congelando. Vale, parece que ya se va, ¡en marcha!
Está tardando demasiado en cambiarse para ir a trabajar. Mal asunto si es de los que llegan tarde a los sitios. Anda, antes lo pienso, antes sale de casa. La verdad es que tiene buena planta, el muchacho. Y ha agarrado una bici para ir al trabajo, es un chico sano, pero ¿ahora cómo le persigo? ¡Taxi!
Caray, he llegado por los pelos a la tienda en la que trabaja, a ver cómo se comporta. Bueno, no, mejor que no me vea, me meto en la cafetería de enfrente.
El camarero me mira mal por estar tanto tiempo con un mísero café y de todas formas no hay mucho más que ver. Un dependiente normal y corriente, hay demasiado trajín en la tienda como para que haga algo amoral. ¿Qué sentido tiene vigilarle? Mejor vuelvo a la hora de comer.
Justo a tiempo, está echando el cierre para irse a comer. Que entre en una panadería de las buenas y salga con una barra natural y una caja de pasteles le daría bastantes puntos si no fuera porque no tiene con qué acompañarla. ¿Qué piensa hacer, irse hasta su casa para comer a toda prisa? ¿Es que no puede permitirse comer fuera? Por favor, que no entre en la charcutería para hacerse un bocata y comérselo en plena calle...
Oh, mierda. Se mete en el portal de mi hija. Será posible... Hace que cocine para él y solo lleva el pan, menudo gorrón, con lo caro que está todo. Ups, ella se ha asomado y creo que me ha visto, voy a retirarme antes de que me...
-¡Mamá! -me grita desde el portal. Me hago la encontradiza, pero no cuela. Creo que él ha debido percatarse de mi vigilancia también, porque salen los dos juntos y ella está muy, muy enfadada-. Ni se te ocurra volver a seguirle, ¿me entiendes? ¡Qué bochorno! No puedes espiar a todos mis novios para buscarles defectos, ¿No te das cuenta de que eso no es normal? ¡Estás para encerrarte!
-Pero hija, es que...
-Ni es que, ni nada. Estoy harta de ti.
-Bueno, vamos a calmarnos -interviene él, para mi sorpresa, y se dirige a mí-. ¿Qué le parece si comemos todos juntos? Así podrá usted someterme al tercer grado y así se queda más tranquila.
Mi hija le mira con adoración y yo busco una excusa para irme a casa. Hacer preguntas no sirve de nada, es muy fácil mentir de palabra; los actos son los que nos delatan. En su favor hay que decir que ha manejado muy bien que le estuviera vigilando y que es educado pero ¡invitar a alguien a comer en casa ajena! No sé si me convence...
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miércoles, 13 de septiembre de 2023

Escapada en el Tren de los Molinos

La verdad, me encanta el concepto de los trenes turísticos. Son ecológicos, y te permiten explorar lugares interesantes con un guía. ¡Hasta te amenizan el trayecto! Mi primera prueba con estos trenes fue la visita al interesante paisaje del Campo de Criptana con el Tren de los Molinos.
El viaje cuesta 50€ y los trenes salen de Atocha o Chamartín. Durante el trayecto de ida, de unas dos horas, tienes una pequeña dramatización de Cervantes comentando sobre el Quijote y los molinos, y también te reparten una guía con el orden de las excursiones y los restaurantes en los que puedes comer entre ellas.
Lo primero que visitó mi grupo fue la Sierra de los Molinos. Hay muchos, pero solo los de tejado negro son los históricos originales. De los demás, uno lo hizo el ayuntamiento y el resto diferentes embajadas sudamericanas. La idea era hacer un minimuseo de sus países dentro de cada uno, pero hoy en día cada molino tiene temáticas propias.
Panorámica de la Sierra de los Molinos desde el Autobús
Panorámica de la Sierra de los Molinos desde el Autobús
Nosotros entramos en uno de los molinos tradicionales, donde aprendimos los mecanismos para rotar el molino para que agarre vientos favorables, pararlo, moler... Es increíble la complejidad que tenían y el nivel de sofisticación mecánica que alcanzaron.
Luego, entramos en otro molino dedicado a la gran Sara Montiel, donde nos hablaron de su vida y pudimos ver algunos de sus vestidos, objetos y carteles de sus películas...
Acabadas las visitas a los molinos, entramos al centro de interpretación, donde ahondamos en la historia de los molinos y su funcionamiento, cuánto ganaba un molinero y otras curiosidades. También había una pequeña exposición de arte.
Después teníamos tiempo libre, que aprovechamos para visitar el molino dedicado a la historia del vino, que en la planta baja tiene una recreación de una taberna romana y según subes empiezas a conocer la historia y características del vino manchego. 
Pozo de nieve e iglesia del pueblo
Pozo de nieve e iglesia del pueblo
Llegó entonces la hora de comer y, como íbamos de bocata, elegimos una de las paradas en el centro histórico para visitar el barrio de Albaicín y ver la iglesia, el ayuntamiento y el pueblo en general. Había tiempo más que de sobra para verlo todo antes de que se reanudara la excursión.
La primera parada de la tarde fue el Pozo de Nieve, donde esta se compactaba para crear hielo para todo el año. Es una visita curiosa, y al lado hay una iglesia donde se encontró una virgen románica, pero como esta no está ahí, sino en el pueblo, el templo no tiene demasiado interés.
Luego, visitamos las Bodegas Castiblanque, donde nos contaron su historia y nos explicaron y mostraron los procesos que llevan a cabo para fabricar el vino, con una gran inversión en tecnología. Finalizó la visita con una cata de tres vinos distintos, acompañada de maridajes de productos típicos de la zona (a mí, como no bebo vino, me dieron un mosto). La verdad es que estaba delicioso.
Con esto, acabó el día y regresamos en el autobús al tren. Debo decir que me encantó, y sin duda iré a más excursiones en trenes temáticos.
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miércoles, 6 de septiembre de 2023

Relato: Un modo de localizarla

Un nuevo relato en el que escribo basándome en lo que sacaron los dados...

Un modo de localizarla

Dados del relato
Había pasado una gran tarde con Elise. Sus manos no se habían soltado ni por un segundo, y ella parecía muy interesada en lo que le decía. Así pues, después de acompañarla a su casa y de hacer un largo camino de vuelta hasta la estación de tren, que solo logró localizar gracias al navegador gps del teléfono, se puso a dibujar la tarde que habían pasado juntos, soñador.
Tan concentrado estaba que no se percató de que le estaban robando su maletín, donde llevaba sus dibujos y, lo más importante, su teléfono. 
El aparato no estaba localizable, pero decidió no borrar en remoto sus datos con la esperanza de que el ladrón lo encendiera en una zona wifi y se sincronizaran los datos con su nube; así podría recuperar el número de teléfono de Elise. Poco le importaba todo lo demás, salvo la forma de contactar con ella: se habían conocido en una exposición de una zona de la ciudad que ninguno solía frecuentar y no era probable que volviera a encontrarse con ella para pedírselo de nuevo. 
No hubo suerte, pero luego cayó en que sí que sabía una cosa: dónde vivía. Así que lo primero que hizo a la mañana siguiente fue tomar el tren e intentar localizarla en su casa. 
Se perdió varias veces; ya era difícil llegar con la ayuda del smartphone, pero esta vez no lo tenía y tampoco había estado especialmente pendiente del camino el día anterior. No obstante, horas después, agotado y hambriento, llegó hasta la casa y llamó al timbre.
Le abrió una señora entrada en años, que le comunicó que allí no vivía ninguna Elise. Seguro de que esa era la casa, insistió, desesperado, hasta que la anciana le dio con la puerta en las narices y gritó que llamaría a la policía cuando siguió en el umbral, suplicando.
Se alejó de la casa, desconcertado. Era una fachada inconfundible, pero por si acaso dio vueltas por el vecindario, no fuera que encontrara otra igual, e incluso llamó a varias puertas para preguntar. No se rindió hasta bien entrada la tarde, pero finalmente tuvo que aceptar que no volvería a localizar a esa chica tan especial.
Cuando por fin se largó del pueblo, Elise, escondida en el segundo piso de la casa de su abuela, la misma mujer que había negado conocerla, suspiró aliviada. 
Había pasado una tarde estupenda con él, pero esa misma mañana, había empezado a mandarle mensajes obscenos y luego se presentaba en su casa, desarreglado y comportándose como un desquiciado. Definitivamente, no volvería a dar su número de teléfono a alguien al que conociera tan poco, y mucho menos dejaría que la acompañara a casa, por mucho que sintiera de nuevo esa conexión tan especial.
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