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Todos los relatos cortos y personajes de este blog son ficticios. Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia

miércoles, 25 de octubre de 2023

Viaje a Turquía: Pérgamo, Troya y Bursa

El viaje los días anteriores:

Pérgamo

Emprendimos la marcha a Pérgamo tras un nuevo madrugón, lo que no nos libró del calor (julio no es buen mes para ir a Turquía). Este yacimiento está algo peor conservado y es más pequeño, lo que podemos ver es el Asclepeion (el templo y lugar de tratamiento de Escolapio), básicamente un hospita , que contaba con una avenida porticada, templos o piscinas donde se realizaban todo tipo de tratamientos. También tenían un estadio para hacer deporte y un pequeño teatro. Muy curiosa es, también, la zona donde estaban los dormitorios, donde se supervisaba el sueño. La verdad es que es un sitio muy chulo y con bonito paisaje.

Troya

Luego tuvimos un largo camino hasta Troya, que la verdad está mejor de lo que esperaba, sobre todo la muralla, aunque el paisaje no es como lo fue entonces, porque, como ocurre en las Termópilas, el mar ha retrocedido bastante. 
La ciudad se fundó siete veces y hay restos bastante bien conservados hasta del asentamiento hitita de más de 20 siglos a.C. El caballo de la entrada, sin embargo, estaba siendo desmontado porque lo renuevan cada cierto tiempo, aunque no importó mucho, porque el caballo de la película (donado por los productores) está en Canakkale, la ciudad donde dormíamos, convenientemente al lado de mi hotel. 

Viaje a Turquía: Pérgamo, Troya y Bursa
Pérgamo, Troya y Bursa
Bursa

Al día siguiente, nuevamente tocó madrugar, esta vez para llegar a Bursa a una hora razonable. El programa decía que visitaríamos la Mezquita Grande, Mezquita Verde, y el Bazar de la Seda, pero solo vimos la Mezquita Verde (muy bonita), el mausoleo de enfrente (ya sin el guía, con las tumbas del sultán que construyó la mezquita Verde y su familia) y una tienda de souvenirs que tenía un poco de todo (por supuesto, no era el Bazar de la Seda, sino una nueva triquiñuela de nuestro guía para sacar comisión a costa de nuestras excursiones).
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viernes, 20 de octubre de 2023

¡Mi nueva antología de cuentos!

Pues sí, después de tanto tiempo sin publicar libros de ficción, doy un nuevo giro sorpresa para publicar una antología de cuentos ilustrados por mí. Han sido muchos meses de trabajo y es una larga historia que puedes leer aquí, pero ya está disponible en Amazon.

En estos cuentos ilustrados, un niño muy egoísta que decide ganar más dinero vendiendo a su mamá aprenderá a valorar lo verdaderamente importante, un hada que no puede volar descubrirá que nada es imposible, una ratoncita aprenderá que no rendirse es lo más importante para cumplir los sueños y un elefante encontrará un mundo maravilloso fuera del circo.

Ficha técnica del libro:

Edad: 6-8 años
ISBN: ‎ 979-8863757049
P.V.P: 8,9€
34 páginas
Palabras clave: cuentos con valores, egoísmo, superación, discapacidad, libertad

 
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miércoles, 18 de octubre de 2023

Relato: Los afortunados

La consigna de hoy era "Inventa una historia de amor que, antes del primer beso, se ve interrumpida por el fin del mundo". 

 Los afortunados

Fue un amor de verano como los de las películas. Se conocieron en la playa mientras se daban un chapuzón, charlaron toda la tarde como si se conocieran de toda la vida y, al llegar al atardecer, estaban preparados para su primer beso. 
Estaban tan concentrados en los labios del otro que no se dieron cuenta de que el escalofrío que les recorría no era un anticipo químico de lo que sentirían al besarse, sino una perturbación que recorrió el mundo cuando los monstruos lo invadieron. Sus labios estaban a punto de rozarse cuando uno se los tragó y acabó con sus vidas.
Fueron los afortunados. Los que sobrevivimos al primer asalto, los que reaccionamos a tiempo y luchamos, los que encontramos refugio, vivimos ahora en medio de un terror constante. Y nuestras muertes, ahora que se saciaron con esa primera orgía de sangre, no serán rápidas. Porque nos matarán, a ninguno nos cabe duda. Son más grandes, más rápidos, más inteligentes. Simplemente les divierte este juego. Por eso he preparado este lugar para que se llene de humo y tener una muerte dulce, yo también seré uno de los afortunados.
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martes, 10 de octubre de 2023

Viaje a Turquía: Hierápolis y Éfeso

El viaje los días anteriores:

 Hierápolis

Después de un largo día muerto en el autobús, solo interrumpido por una visita a una antigua taberna de la ruta de la seda (que ahora es un restaurante con tienda de souvenirs: básicamente una parada técnica más entre las muchas que hicimos), madrugamos mucho para llegar pronto a Hierápolis, centro de descanso veraniego para los nobles de la antigüedad por sus aguas termales, porque amenazaba con hacer mucho calor. 
No me quedó más remedio que pagar 5€ como los demás para que nos llevaran en minibuses; yo hubiera preferido ir andando, a pesar del calor. Así habríamos tardado una hora más, pero lo habríamos visto mejor y además nos habríamos ahorrado la prescindible visita a la tienda de chaquetas de piel de antes de comer. Pero el grupo manda y no iba a ser la tocapelotas del día… 
Lo primero que vimos fue la Puerta romana y los baños, tras lo cual, viendo de refilón la necrópolis, nos acercamos a ver el teatro para finalizar en el Castillo de Algodón (Pamukkale) con sus piscinas naturales. Es una formación natural espectacular formada por cascadas calcáreas petrificadas que se han formado a causa de la cal del agua que emana de las aguas termales
Hay un trozo en el que puedes mojar los pies (no bañarte) y allá que me metí. Resbala una barbaridad (vi muchas caídas) y, donde no resbala, duele andar porque la roca es puntiaguda, pero las fotos son impresionantes y además luego sales con los pies como nuevos. 
Salimos de allí rumbo a la tienda de chaquetas, donde nos pusieron un vídeo comercial y nos hicieron un pase de modelos en el que intentaron hacerme participar (sin éxito). Luego fue más de una hora hasta que pudimos irnos a comer y casi nadie compró nada, pero es una dinámica que se repitió demasiado en este viaje: acortar las excursiones para retenernos en un lugar de compras. 

Teatro de Hierápolis, Castillo de algodón, Biblioteca de éfeso
Teatro de Hierápolis, Castillo de algodón, Biblioteca de Éfeso
Éfeso

Después del restaurante, fuimos directos a Éfeso, la capital de Asia Menor en la época romana. 40ºC de calor húmedo, pero merece la pena. Es espectacular y está muy bien conservada. 
Vimos el odeón, el foro, la fuente de Trajano, el templo de Adriano, las letrinas, un supuesto burdel, el segundo foro y, la joya de la corona, la tercera mayor biblioteca de la antigüedad: la biblioteca de Celso, construida por el cónsul Gayo Julio Aquila Polemeano, en honor a su padre, Tiberio Julio Celso Polemeano.
Otra joya es el teatro, gigantesco, una auténtica pasada, que está justo frente a la carretera del puerto, por donde salimos; acabé derretida pero satisfecha.
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miércoles, 4 de octubre de 2023

Relato: El bosque

No iban a ganar esa guerra. Ya ni siquiera los magos eran optimistas al respecto, a pesar de que, tras la revuelta en la que Brontak y sus brujos habían aparecido de la nada, habían asesinado al rey y se habían hecho con la capital, habían seguido insistiendo en que su magia era más poderosa que la de esos renegados. 
Pero ahora el nigromante estaba recibiendo refuerzos y recuperar el terreno perdido, de momento, no sería posible. Los magos aspiraban, como mucho, a detener su avance y, en caso de que no lo consiguieran, debían estar preparados.
La moral estaba por los suelos. Estar preparados significaba el exilio: eran demasiados para esconderse entre los ciudadanos de a pie. Los kulitíes controlaban el mar, así que la opción más viable era marcharse del país cruzando por el paso del Pegaso mientras todavía se pudiera. Pero salir de Diltania implicaba la rendición total y algunos locos habían propuesto otra alternativa que les permitiría seguir luchando e intentar recuperar terreno aunque fuera a pequeños pasos o, por lo menos, ser una gran molestia para lo que quiera que pretendiera hacer Brontak. 
El bosque de Olmio. Era un lugar maldito y repleto de magia, más grande a cada año que pasaba. Casi nadie se atrevía a internarse en él o a detener su avance; se había tragado pueblos enteros por el miedo de la gente a molestar a lo que quiera que viviera entre la foresta. Los pocos que entraban en ese laberinto eran gente extraña, o volvían cambiados, o se perdían y no regresaban. Pero era el lugar ideal para refugiarse sin ser encontrados precisamente por eso.
El grupo que salió en busca de un lugar escondido del bosque donde alojar a tanta gente estaba compuesto por los más valientes y los más excéntricos, todos ellos voluntarios, salvo los magos que debían hacer de guía y protección, elegidos entre los más inútiles para realizar conjuros de ataque porque eran los únicos de los que podían prescindir en la batalla que se avecinaba. Ellos, sin embargo, eran la clave para la misión de exploración, ya que servirían de enlace con el exterior, como brújula para no acercarse demasiado al núcleo del bosque, del que nadie había regresado, y como baliza si finalmente la batalla se decantaba por el lado de Brontak y había que huir a toda prisa.
Cuando se internaron en Olmio, el miedo les hizo ponerse en tensión, pero la alerta solo duró un par de días. Eran un grupo grande y ningún animal se atrevía a acercarse a ellos, además, la presencia de los magos era reconfortante: afirmaban no detectar ninguna magia extraña en los alrededores, más allá de la del propio bosque, y, además, les ayudaban a encontrar riachuelos y lugares donde abundaba la caza.
No obstante, esa distensión fue disipándose de nuevo conforme avanzaban. El bosque se hacía cada vez más denso y oscuro; llegó un momento en el que tuvieron que reducir las horas que caminaban a las que el sol estaba alto, porque eran las únicas en las que había luz suficiente para caminar. Además, la caza empezaba a escasear, o puede que solo fuera que no tenían tantas oportunidades de encontrar presas, concentrados como estaban en avanzar todo lo posible.
Pronto, empezaron a sentir que algo los observaba de forma constante, y surgieron rumores de que los magos estaban siendo confundidos por el propio bosque para llevarlos a su núcleo y devorarlos a todos. Dos de los hombres enloquecieron y, tras intentar atacar a los magos y ser detenidos por sus compañeros, desertaron en medio de la noche. Horas después, el grupo se encontró sus cadáveres mientras avanzaban en las pocas horas de luz que tenían, con los cuellos torcidos de forma grotesca tras un tropiezo en el talud de un río.
Eso no ayudó a hacer las cosas más fáciles, pero los que quedaban eran hombres comprometidos con su misión y estaban dispuestos a encontrar un lugar para refugiar a la resistencia aunque les costara la última onza de su cordura. Cuando el terreno empezó a volverse cada vez más escabroso y apareció una montaña frente a ellos, justo en el límite que los magos consideraban seguro, creyeron que la habían perdido por completo. 
Hicieron un alto, con los magos de nuevo sondeando en busca de una magia que no parecía hacer acto de presencia. Tras un largo debate, decidieron rodear la montaña, aunque eso los acercara al núcleo del bosque unos kilómetros más de lo necesario. Entonces, poco a poco, empezó a haber más luz y a haber un ambiente menos opresivo que, sin embargo, les daba mucho respeto. ¿Y si era una trampa del bosque? 
Pero no era una trampa lo que encontraron, sino un terreno con una roca tan dura que ni siquiera el bosque había podido invadirlo. Un terreno donde se veía la luz del cielo, cerca de una zona de la montaña repleta de cuevas donde podrían refugiarse. Montaron su campamento en una de ellas y comenzaron a explorar la zona con detenimiento. Había agua cerca, y de nuevo volvían a encontrar presas que cazar, atraídas sin duda por la luz. Ninguna amenaza, arcana o terrenal, a la vista. Imposible que nadie llegara allí sin tener las coordenadas exactas. Habían llegado al que sería su nuevo hogar provisional.
La mitad de los hombres y uno de los magos se quedaron allí, acondicionando el lugar y salvaguardándolo de cualquier posible amenaza. La otra mitad, volvió a casa para guiar a los demás hasta su nuevo Refugio. Llegaron justo después de la batalla. Habían ganado, pero a un precio tan alto que, cuando Brontak recibiera sus refuerzos, les barrería por completo. 
Tras los últimos preparativos, el grupo de refugiados se internó en el bosque, con reticencia pero sin ninguna otra opción. Algunos se perderían por el camino, enloquecidos por la oscuridad y la opresión de Olmio, y solo quedaban atrás algunos enlaces, cuya misión sería tanto o más peligrosa que la nueva vida de los demás en ese bosque maldito. Pero Refugio era una realidad y, desde allí, la resistencia podría hacer frente al nigromante y entorpecer sus planes sin miedo a ser descubiertos.
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