Hola a todos. Como no ando muy por la labor de hacer un micro, os pongo uno que tenía guardado por ahí, que presenté a un concurso que ya fue fallado.
El primer Sant Jordi
juntos
Era el primer Sant Jordi
que pasarían juntos y Vero estaba muy emocionada. A cualquiera le
parecería un sueño tonto, pero siempre había deseado pasear por
las casetas cogida del brazo de un chico guapo, con el libro que le
había regalado bajo el brazo, en lugar de hacerlo sola como siempre,
cargada con los libros que se había comprado.
Aunque Jorge no era muy
lector, había conseguido convencerle para que la acompañara a la
feria y ya tenía preparado un libro para él, que había elegido con
la ayuda de su amigo Raul basándose en los gustos cinematográficos
de su chico. Quien sabe, quizás ese fuera el libro que le aficionara
a la lectura y así podrían compartir algo más que charlas sobre
cine y deporte, que eran el tema de conversación principal de Jorge.
Además, para evitar que
cometiera un error y le regalara un libro que no quería, había
estado las dos últimas semanas hablando del tema, soltando
indirectas sobre sus gustos, lo que ya tenía y lo que le gustaría
tener, así que cuando llamó al telefonillo y dijo que tenía algo
para ella, cogió el regalo que le había comprado y bajó a toda
prisa las escaleras, completamente ilusionada.
Siempre le encantó la
emoción previa a la apertura de un regalo y se puso tan nerviosa que
prácticamente le lanzó el libro que había comprado y le arrebató
la caja de las manos, abriéndola a toda prisa para encontrar... una
rosa roja. Le miró con cara de estupefacción, justo a tiempo para
ver el fruncimiento de ceño de su chico al ver el título del libro.
-De esto hay una peli ya
¿no? -preguntó él. Intentando contener el enfado, respiró hondo y
le dijo que sí, pero que el libro era mucho mejor. Jorge se encogió
de hombros, se lo agradeció con poco entusiasmo y le colocó la rosa
en el pelo con pericia.
Bueno, la mañana no
está perdida. Aun podré pasear por las casetas con él, se
dijo, y se dirigieron a la feria, él con un libro que no deseaba y
ella con una rosa que tampoco quería.
Todo fue bien en las
primeras cinco casetas, hasta que Jorge empezó a quejarse porque no
paraba de pararse a cada paso. Finalmente, a la décima, estaba tan
harta de sus protestas que le mandó a la mierda y siguió sola, como
todos los años, cargada de libros que ella misma se había comprado.
-¿Qué? ¿Ya te has dado
cuenta de que ese tío es un imbécil? -dijo la voz de Raul a su
espalda. Vero se volvió, contenta de ver a su amigo y dispuesta a
contarle lo mal que estaba yendo su día soñado. Se encontró con
que el joven había cambiado su imagen completamente y que iba
bastante arreglado, con un libro envuelto bajo el brazo. Nunca se
había dado cuenta de lo mono que era, porque las pintas que llevaba
normalmente le deslucían muchísimo.
-¿Has quedado con
alguien? -le preguntó, extrañada.
-En realidad, no. Sólo
buscaba a alguna chica especial con la que pasear del brazo por la
feria y a la que regalarle este libro tan bueno. No sabrás de
alguien con esas características, ¿verdad?
-¿Qué es?
-No sé, ¿por qué no lo
compruebas por ti misma? -rió él, entregándoselo.
Ella lo abrió con ansia
y se encontró con un libro que llevaba buscando varios años, pero
que no había logrado encontrar porque estaba descatalogado.
Mirándole con la boca abierta, le abrazó con fuerza y sacó de sus
bolsas el libro que había comprado para él, sin envolver.
Raúl sonrió al leer el
título y le ofreció su brazo, que cogió encantada. Al final iba a
cumplir su sueño, aunque no fuera con quien había esperado en un
principio.
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Todas las historias y personajes de este blog son ficticios. Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia.