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Todos los relatos cortos y personajes de este blog son ficticios. Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia

miércoles, 15 de mayo de 2024

Relato: Un robot por su aniversario

La consigna de hoy era hacer un relato con aniversario, robot y barriga.

Un robot por su aniversario

Francis le compró un robot por su aniversario y Maribel, con su enorme barriga de embarazada, se lo agradeció mucho porque pensó en todas las cosas en las que podría ayudarla. Pero pronto se dio cuenta de que, cuando le ordenaba algo a la máquina, esta la ponía al final de una larga cola de tareas que él le había pedido que hiciera antes.
-¿De quién es el robot? -le preguntaba, sarcástica, cuando lo necesitaba para algo pero estaba ocupado. Su marido respondía que era de ella, por supuesto, pero que lo necesitaba para hacer esto o lo otro. Así que, para variar, había comprado algo caro para sí mismo con la excusa de que era para ella.
Al final, se hartó y lo configuró para que solo aceptara órdenes suyas. Ese día, tuvieron una bronca monumental, pero ella no cedió y se mantuvo en sus trece. Francis, cabreado, se marchó de casa hasta que entrara en razón.
Normalmente, cuando hacía eso, Maribel siempre acababa cediendo y llamándole porque necesitaba dinero, o ayuda, pero esta vez tenía al robot. Le hacía compañía, le solucionaba los problemas de la casa, incluso encontró una forma de hacer que el robot ganara dinero en su nombre. Solo entonces se dio cuenta de que había estado en una relación tóxica y que no quería a su marido, simplemente le necesitaba.
Y a él no podía importarle menos Maribel o su hijo: ni siquiera apareció cuando fue a dar a luz en el hospital, sino que fue el robot quien la acompañó en el parto. Y también fue él quien le acompañó al despacho de abogados.
Cuando comenzaron los trámites de divorcio, él la acusó de haberse vuelto loca y enamorarse de una máquina. Pero ella se limitó a decirle que no quería al robot, sino que le necesitaba. Y que, al menos, el robot no discutía, ni la chantajeaba emocionalmente, ni la minusvaloraba. 
Fueron la primera pareja, de muchas, cuyo motivo principal para romper fue un robot. Se intentó legislar, hubo grupos de presión, pero ya era algo imparable: nunca más ninguna mujer seguiría con su marido solo por necesidad.
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miércoles, 8 de mayo de 2024

Escapada a Eslovaquia: Bratislava

El viaje otros días (Austria):

El segundo día en Austria... ¡me fui de Austria! La visita a Bratislava (Eslovaquia), que está a poco más de una hora de Viena, es casi obligada (mucho más cercana que otras excursiones al resto del país). Es una ciudad muy accesible y bonita, que se ve fácilmente, al menos en su centro histórico, en un día. 
Llegamos en autobús a media mañana e hicimos un pequeño tour por la ciudad con una guía. Era un poco complicado moverse porque había una maratón justo por el centro histórico, pero luego me dio tiempo a verlo todo otra vez, más tranquilamente. 
Empezamos en la columna de la peste, y paseamos por el centro para ver la catedral donde se coronaban los reyes húngaros, varios palacios, el Ayuntamiento y el Cumil, una famosa escultura de un hombre que sale de una alcantarilla, entre otras cosas. Acabamos el tour justo donde el Palacio de la ópera viejo y la guía nos dio indicaciones para ver la Iglesia Azul, que es un sitio precioso.
Catedral, Castillo de Bratislava e Iglesia Azul
Catedral, Castillo de Bratislava e Iglesia Azul
Otra cosa que no llegamos a ver con el tour fue el castillo de Bratislava, así que, tras pasar por la Iglesia Azul, fui para allá. Tal y como pasaba en Praga, los castillos no son castillos, sino más bien Palacios, lo que no quita que sea bonito. Además, tiene jardines y sitios para pasear por fuera, aunque no llegué a entrar porque nos dijo la guía que no merecía la pena porque los interiores habían quedado arrasados por un incendio y no había nada original.
Al salir del castillo, me tomé un bocata y luego me fui a una de las pastelerías que nos habían recomendado, el café Mayer. Era un sitio muy pijo y muy elegante, pero la tarta de queso era puro azúcar.
Después seguí paseando por el centro y haciendo tiempo hasta que saliera el catamarán en el que volveríamos a Viena. La verdad es que no hay mucho que ver en ese trayecto, pero más cómodo que el bus es (aunque también mucho más caro). 
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jueves, 2 de mayo de 2024

Relato: Los cascos

 Nuevo relato hecho tras lanzar los dados:

Los cascos

Dados para el relato Los cascos
Estaba muy estresado; solo deseaba mandar a la mierda la empresa e irse de vacaciones. Pero se debía a su gente y tendría que viajar de otro modo. Se puso los cascos y cerró los ojos. El audiolibro pronto le transportó a la cumbre de la montaña, donde el héroe se alzó victorioso antes de bajar al inframundo y convencer a Caronte mediante engaños para que le llevara en su barca sin pagar el óbolo y...
-¡Eureka! -exclamó. Ya sabía cómo abordar ese pequeño problema de reputación que tenía su empresa. Se quitó los cascos y empezó a dar órdenes a sus empleados. Luego, volvió a meterse en su despacho, con la puerta entreabierta por si le necesitaban, y se puso de nuevo los cascos.
-Tengo que averiguar cuál es el podcast que escucha ese hombre -dijo uno de los empleados, al verle de nuevo en su pose de siempre, a sabiendas de que tenían cancelación de ruido y no le escucharía-. Es ponerse los cascos y empezar a tener ideas...
-Solo esperemos que no haya un episodio en el que recomienden hacer recortes de personal -respondió otro-. Menudo imbécil, no tiene ideas propias.
El resto también se unió a las críticas. Que puede que fuera un genio, pero se mantenía demasiado distante. Que mira qué bien vive y no nos sube el sueldo. Que menudo payaso.
El jefe, que no había podido seguir con el audiolibro porque se estaba reiniciando el dispositivo, lo estaba escuchando todo. Ahora que sabía el verdadero nivel de lealtad que le tenían, ya sabía a qué atenerse. Abrió la propuesta en la que una multinacional se ofrecía a comprarle la empresa por una vergonzosa cantidad de dinero, que había ignorado porque era más que probable que sus empleados se fueran a la calle, y se la reenvió a sus abogados para que empezaran las negociaciones.
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