PINCHA PARA SABER DE QUÉ VAN. Para más información visita la Web oficial de Déborah.
Todos los relatos cortos y personajes de este blog son ficticios. Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia

martes, 27 de octubre de 2020

Paraíso natural, un relato de fantasía

Tocaba hacer un relato breve que implicara dragones, arena y un desastre natural.

Paraíso natural

No había una semana en la que los dragones y los humanos no se enfrentaran, y la arena de las playas siempre acababa teñida por la sangre de ambos bandos. Las batallas eran cada vez más encarnizadas y el nivel de salvajismo de los humanos, empeñados a expulsar a las bestias de su reino, crecía día a día. Hasta que, un día, todos los dragones giraron sus cabezas hacia el oeste antes de huir lo más rápido posible en dirección contraria.
Los humanos, creyéndose vencedores al fin, gritaron de júbilo. Pero eso fue antes de ver la enorme ola que se dirigía hacia ellos: no había salvación posible.
Cuando, horas después, los dragones regresaron a la isla, estaba completamente arrasada. Era un auténtico desastre natural; todo rastro de vida había sido barrido por la ola, dejando solo un rastro de restos putrefactos. Pero los dragones se sintieron dichosos. Eran una raza paciente y sabían que la vida volvería a abrirse camino. No obstante, una cosa tenían clara: que la próxima vez que los seres humanos volvieran a poner un pie en su isla, no les dejarían asentarse y creerse los dueños de la misma. De hecho, lo mejor era no dejarles acercarse siquiera con sus barcos, a los que quemarían nada más verlos.
Pero yo sobreviví al naufragio y era tan pequeño que no me vieron llegar a la playa. Pasé meses en ese paraíso, escondiéndome de ellos, antes de lograr construirme un bote sólido que me sacara de allí en plena noche. Como ya no se acercan los barcos a su isla, se han vuelto perezosos y no están tan vigilantes. Además, hundir una flota de barcos de guerra no les resultará tan fácil como quemar un navío despistado. Pronto, los humanos reclamaremos ese paraíso natural.


https://deborahfmunoz.com/mis-obras/ 

martes, 20 de octubre de 2020

La joven del lago, un microrrelato

portada del microrrelato de fantasía La joven del lago
La joven del lago la tenía obsesionada. La había visto dos veces, y en ambas ocasiones estaba nadando desnuda en el lago, con su pelo rojo flotando libre en el agua. La segunda vez, cuando descubrió que la miraban, se quedó quieta entre los nenúfares, sin sacar la nariz del agua y, tras dedicarle una sonrisa con sus labios increíblemente rojos, se dio la vuelta y se alejó nadando.
Fantaseó tanto con ella que pronto empezó a soñar imposibles. Tenía que ser una ninfa. No había otra explicación. Era demasiado etérea y a la vez demasiado sensual y voluptuosa. Deseaba más que nada volver a verla, que se enamorara de ella y se la llevara nadando al país de las hadas.
Estaba tan cegada con sus fantasías que, cuando se cruzó con la joven del lago mientras esta vestía con ropa de calle, ni siquiera reparó en ella. Y la ninfa, decepcionada porque la humana en la que se había fijado no era capaz de verla cuando no estaba envuelta en el abrigo de su magia, volvió a las profundidades de su lago, decidida a no regresar en mucho tiempo.

https://deborahfmunoz.com/mis-obras/ 

martes, 13 de octubre de 2020

Asexual, un relato romántico

Hoy la consigna era "Usa tu relato para dar visibilidad a algún colectivo minoritario". Y esta vez he decidido dedicarlo a un grupo minoritario que no solo no se conoce demasiado, sino que además sufre de bastantes prejuicios e incomprensión. Hablo de las personas asexuales. Hay varios tipos, pero hoy estoy en plan romanticón (las hormonas...) y me he decantado por una protagonista no arromántica.

Asexual

A Irina no le interesaba el sexo. Simplemente no tenía el impulso, lo cual no significaba que fuera una frígida, o que fuera una lesbiana que no quería salir del armario, o que estuviera enferma, o que tuviera un trauma. Simplemente no le interesaba. Le había llevado años aceptarlo y todavía había gente de su entorno que no lo hacía. Pero hasta eso lo había asumido: en una sociedad hipersexualizada, una asexual era una anomalía. Por suerte, había encontrado a otros como ella en la asociación y ya no se sentía tan sola.
También se había creído arromántica hasta que conoció a Nacho. Un compañero que se convirtió en un buen amigo y luego en alguien mucho más importante en su vida. Pero él, que siempre había sido bastante promiscuo, había conocido y aceptado su asexualidad desde el principio. Por eso, no la veía como una pareja potencial y ella no se atrevía a decirle nada por miedo a que él se sintiera engañado, o a que las cosas entre ambos se estropearan sin remedio.
Cuando empezó a dejar de salir con una mujer cada noche y se quedó con una que pareció haberle robado el corazón, a Irina le dolió mucho. Tanto, que decidió distanciarse de Nacho. Pero él hizo algo que no esperaba: dejar a su pareja, porque pensaba que prefería perderla a ella antes que a su mejor amiga. Cuando le comunicó la noticia, Irina pensó que siempre sería lo mismo, que no podía permitir que él renunciara al amor para evitar perderla. Así que se echó a llorar y le confesó sus sentimientos.
-Así que ya ves -finalizó-, resulta que me he enamorado de ti, a pesar de todo. Pero no voy a permitir que dejes a las mujeres que quieres solo porque a mí me duela, tendré que vivir con...
Nacho puso un dedo sobre su boca para que callara.
-A la única mujer que quiero es a ti. Incluso cuando pensaba que no me querías de esa forma, todas las demás han sido pobres sustitutas.
Por primera vez en su vida, Irina sintió el impulso de besar con pasión, sin hacer nada por contenerlo. Y así, con ese beso, sellaron el final de su amistad y el inicio de una relación tan atípica como feliz que dura hasta nuestros días.

https://deborahfmunoz.com/mis-obras/ 
-------------------------------------------------------------------------------- 
Todos los relatos cortos y personajes de este blog son ficticios. Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia

martes, 6 de octubre de 2020

El gigante, un cuento de fantasía

Otro relato basado en un lanzamiento de dados para el reto de escritura creativa.

El gigante

lanzamiento de dados en que me inspiré para hacer el cuento de fantasía El gigante
Adolf siempre había sido un don Nadie hasta que encontró a ese bebé de gigante abandonado junto a la fuente. Nunca supo por qué apareció allí, ni qué fue de los gigantes que lo engendraron; no le interesaba saberlo y no se molestó en hacer averiguaciones. Lo importante era que tenía un arma en potencia y se lo llevó de allí a un lugar aislado para criarlo de forma que le fuera útil en el futuro.
Mientras crecía, le enseñó a obedecer cualquier orden que le gritaran, fuera lo desagradable que fuera. Años después, cuando creyó que estaba listo, le llevó a arrasar el pueblo donde, si los habitantes no hacían lo que exigiera, serían aplastados por su gigante.
El problema era que, al haberse criado tan solo, el gigante no había aprendido a distinguir las órdenes de Adolf de las de los demás. Así que, cuando le ordenó que matara a una familia y la madre gritó "¡No, no nos mates!" el gigante se detuvo, confuso. Volvió a darle la orden, pero más miembros de la familia se unieron a la súplica y el gigante, al recibir indicaciones contradictorias, no sabía qué hacer. Adolf estaba tan furioso que siguió gritándole insultos y órdenes a su gigante, sin darse cuenta de que el resto de los aldeanos se le acercaban hasta que fue demasiado tarde y le acallaron para siempre.
Les quedaba decidir qué hacer con el gigante, pero pronto se percataron de que, sin la guía de Adolf, era inofensivo. Y muy útil, si aprendían a manejarle. Tanto, que podía ayudarles a dejar de ser un pueblo insignificante y a dominar la región. Eso sí, no iban a caer en los errores de Adolf: le enseñarían bien que solo debía obedecer a la gente del pueblo y que no debía hacer caso a ningún desconocido...

https://deborahfmunoz.com/mis-obras/ 

sábado, 3 de octubre de 2020

Escapada a Cuenca

Cuenca es un lugar que tenía pendiente de visitar desde hacía bastante tiempo. Está cerca de Madrid y todo el mundo me decía que es muy bonita. Coincido con ellos, es una ciudad preciosa y con mucha historia, así que me alegro de que, de todas las posibles escapadas que podíamos hacer, optáramos por esa al final.

Cuenca monumental con Cuenca viajes

Lo primero que hicimos fue contratar un tour por el casco histórico, porque, como ya he dicho en muchas ocasiones, visitar una ciudad tiene más encanto si alguien te cuenta cosas interesantes sobre lo que estás viendo. El tour estuvo muy bien, el guía lo hizo genial, fue muy divertido e informativo. Empezaba en la Plaza Mayor, junto al Ayuntamiento, donde nos hablaron de los orígenes de la ciudad y su evolución.
Luego, entramos a un convento donde las monjas, completamente cubiertas de blanco, rezan veinticuatro horas diarias, tras lo cual fuimos a la Plaza de la Merced, donde podemos encontrar unas cuantas fachadas barrocas interesantes y el Museo de Ciencias, que contiene un gigantesco aljibe. Luego nos metimos por la calle que rodea el inmenso Seminario de San Julián, vimos la Torre de la Mangana (nos mostraron varias fotos de sus sucesivas reformas) y el (feo) monumento a la Constitución. Seguimos por la judería (señalándosenos varios puntos de interés) y los restos de muralla hasta los rascacielos. Fueron las viviendas más altas de Europa en el s. XVI y aún hoy es impresionante lo altos que son, haciéndose varios pisos por encima del nivel del suelo y varios pisos por debajo, llegando a las doce plantas. También nos dejaron entrar en la planta -7 de uno de ellos y, sorprendentemente, no me pareció tan claustofóbico. 
Escapada a Cuenca: panorámica de la ciudad con las casas colgadas, rascacielos y fachada de la catedral
Escapada a Cuenca: panorámica de la ciudad con las casas colgadas, rascacielos y fachada de la catedral
Tras eso, fuimos a las famosas Casas Colgadas (de las que solo quedan dos; una contiene el primer museo de arte abstracto de España) y nos explicaron el origen del Puente de San Pablo, hecho al estilo de los puentes ferroviarios porque, después de la demolición del puente anterior (que era el reclamo turístico de Cuenca de la habilidad), no había forma rápida de cruzar y los propios religiosos lo promovieron. Finalmente, subimos hacia el Palacio Episcopal y paramos frente a la Catedral, que se quedó incompleta por falta de fondos. Teníamos la opción de continuar la visita dentro pagando la entrada a la misma, pero decidimos dejarlo pasar.
Luego volvimos al puente para tirar una foto con mejor perspectiva de las Casas Colgadas y buscamos un lugar donde comer tranquilos y hacer tiempo hasta que abriera el museo.

Museo de las Ciencias de Castilla La Mancha

Debo decir que es una pena haber visitado este museo con toda la crisis del coronavirus, porque todos los elementos interactivos estaba prohibido tocarlos. Aun así, me pareció un museo muy interesante y didáctico, con diferentes secciones que cubren varios aspectos de la ciencia, incluyendo una reconstrucción de un trozo de Estación espacial, minerales curiosos, colecciones de mariposas o demostraciones de fenómenos físicos como los tornados, cómo funcionan ciertas fuentes de energía... Vamos, un lugar que me encantará visitar de nuevo cuando todo esto pase.