Nuevo vídeo lanzando los dados, aquí se me puede ver hacerlo en directo:
Los paparazzis acosaban a Roberto a todas horas, algunos llegaban a tener el descaro de subirse a unas escaleras para espiar su jardín y obtener la mejor instantánea con su cámara. Sabían tantos detalles de su vida privada que llegó a sentirse paranoico y a pensar que le habían pinchado el teléfono.
Por eso, cuando se enamoró de Beatriz, no se atrevió a cortejarla ni en persona ni por teléfono, sino que decidió hacerlo de un modo un poco más retorcido: le daba una carta a su mejor amigo Pablo, y este se la haría llegar a ella de forma discreta.
Lo que no sabía era que, si los paparazzis lo sabían todo de él, no era porque le hubieran pinchado o porque le siguieran a todas horas, sino porque Pablo estaba sacándose un dinero extra traicionándole. Así pues, entregó las cartas, pero no sin antes abrirlas y hacerles una foto. De este modo, cuando salió a la luz el romance, pudo vender la exclusiva a precio de oro. Luego, cuando volvió a quedarse sin dinero y la historia de amor comenzó a aburrir a los telespectadores, decidió vender la ruptura de la pareja; fue tan fácil como convencer a Roberto de que las cartas solo habían podido salir a la luz si Beatriz las había vendido.
No había tenido en cuenta, sin embargo, que Beatriz no se iba a quedar de brazos cruzados. Ella había guardado las cartas como oro en paño, así que estaba claro quién era su enemigo. El detective privado que contrató para desenmascararle ni siquiera tuvo que esforzarse demasiado para cazarle, pues Pablo tenía tanta confianza en la fe de su amigo en él que ni siquiera tomaba las debidas precauciones.
Decírselo a Roberto fue lo más duro, porque le partió el corazón, pero a la larga, cuando superó la traición de su amigo, fue todo un alivio. Aunque la prensa estaba todavía pendiente de la pareja, ya no podían más que centrarse en especulaciones y no en hechos. Así, pudieron dejar a un lado las paranoias y centrarse en ser felices.
El traidor
Por eso, cuando se enamoró de Beatriz, no se atrevió a cortejarla ni en persona ni por teléfono, sino que decidió hacerlo de un modo un poco más retorcido: le daba una carta a su mejor amigo Pablo, y este se la haría llegar a ella de forma discreta.
Lo que no sabía era que, si los paparazzis lo sabían todo de él, no era porque le hubieran pinchado o porque le siguieran a todas horas, sino porque Pablo estaba sacándose un dinero extra traicionándole. Así pues, entregó las cartas, pero no sin antes abrirlas y hacerles una foto. De este modo, cuando salió a la luz el romance, pudo vender la exclusiva a precio de oro. Luego, cuando volvió a quedarse sin dinero y la historia de amor comenzó a aburrir a los telespectadores, decidió vender la ruptura de la pareja; fue tan fácil como convencer a Roberto de que las cartas solo habían podido salir a la luz si Beatriz las había vendido.
No había tenido en cuenta, sin embargo, que Beatriz no se iba a quedar de brazos cruzados. Ella había guardado las cartas como oro en paño, así que estaba claro quién era su enemigo. El detective privado que contrató para desenmascararle ni siquiera tuvo que esforzarse demasiado para cazarle, pues Pablo tenía tanta confianza en la fe de su amigo en él que ni siquiera tomaba las debidas precauciones.
Decírselo a Roberto fue lo más duro, porque le partió el corazón, pero a la larga, cuando superó la traición de su amigo, fue todo un alivio. Aunque la prensa estaba todavía pendiente de la pareja, ya no podían más que centrarse en especulaciones y no en hechos. Así, pudieron dejar a un lado las paranoias y centrarse en ser felices.
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Todos los relatos cortos y personajes de este blog son ficticios. Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia
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