Tras mi
primera incursión en Roma y la
visita a Pompeya, Nápoles y Capri, el día 3 empezó con un madrugón no tan horrible como los días anteriores: a las 6:45, para estar en el comedor a las 7, desayunar rápido (uf, había chocolate caliente y ricos dulces) y salir a las 7.20. Esta vez, empezamos con una
panorámica de Roma en autobús, donde recorrimos los
monumentos más importantes mientras nos explicaban muchas cosas interesantes. De esto no hay fotos: como comprenderéis, antes de tirar una me gusta mirar con calma los edificios (y fantasear un poco), algo casi imposible en un autobús, por no hablar de que tirar una foto en movimiento a través del cristal con mis nulas habilidades con la cámara es una invitación al desastre.
Vaticano
Después del tour nos llevaron al Vaticano, donde entramos a la parte de los museos. Lo primero que vimos fue los recuerdos de fútbol del Papa, que los tiene en una vitrina bien visibles, y luego fuimos a un parque que normalmente está cerrado, pero que, como están reformando el que suele estar abierto con las fotos de la Capilla Sixtina (no se puede hablar dentro, así que los guías lo explican enseñando los paneles) pudimos ver bien. La verdad, es un sitio espectacular...
Hay más de 9 km de museos de todo tipo, de los que no pudimos ver más que un cachito. Me he prometido a mí misma que, cuando vuelva, me los patearé de arriba a abajo, en especial el de arte egipcio, al que ni siquiera nos asomamos. A donde sí nos asomamos fue al de escultura, donde pude ver obras maravillosas, entre ellas el Laoconte. Aunque todo era impresionante, ¡hasta los suelos!
También vimos tapices, pinturas y hasta una sala de mapas de Italia, gigantescos y de lo más precisos.
Luego visitamos la Capilla Sixtina, en la que no se pueden hacer fotos. Es espectacular, y ahora que la han restaurado se aprecian unos colores preciosos. Después fuimos a la Basílica de San Pedro y sí que pudimos entrar y hacer fotos. Decir gigantesca es poco, aunque las proporciones son tan perfectas que no se aprecia al principio. Pero tiene las mediciones de todas las catedrales del mundo en el suelo y no hay ni una que se acerque a superarla en tamaño. Además, todo está hecho con materiales imperecederos, pues se concibió para ser eterna. Dentro pudimos observar La Piedad, una de las esculturas más bonitas que he visto nunca, además de la estatua de San Pedro Apóstol (dicen que concede deseos si le tocas el pie), una espectacular escultura barroca y muchas otras cosas: mosaicos, estatuas...
Ya fuera, observamos a la guardia suiza y pudimos ver en primicia el Belén y el árbol de Navidad, que se estrenaban ese día. Luego nos dejaron libre, en una tienda oficial del Vaticano. Me sorprendió encontrar que vendían varitas mágicas de Harry Potter y dagas de Assasin's Creed. Lo más gracioso es que nos repitieron varias veces que cualquier cosa que compráramos allí podía ser bendecida sin coste adicional (¿...? ¿varitas de Harry Potter bendecidas? ¿en serio?).
Roma Barroca
Yo solo me compré un calendario de la basílica (necesitaba un calendario y estaba bien de precio) y nos fuimos a comer. De primero, pasta, de segundo, pollo asado, de postre, helado de limón y fresa (artesanal parecía... de ahí a que lo fuera...). Después, nos volvimos a meter en el autobús y, tras otro pequeño tour, nos llevaron a la fontana di Trevi. Increíble, algo tan grande en calles tan estrechas. Por supuesto, tiré dos monedas: una para volver, otra para enamorarme. Solo por si acaso ^^. Y me invitaron a un delicioso helado de chocolate que comí frente a esa espectacular obra.
Poco después visitamos una galería y al salir una paloma me cagó en la cara (que no se diga que no lo cuento todo). Dicen los italianos que es símbolo de buena suerte, así que me lo tomé con filosofía: quizás era la señal de que mis deseos a la fontana se cumplirían XD.
Nos salimos de la ruta clásica para ver edificios gubernamentales (¿he dicho ya que todos los edificios importantes tienen obeliscos, columnas... reales enfrente?) y acabamos en el Panteón. No muestro fotos porque de noche no era muy buena la iluminación y más adelante volví de día y tiré unas mejores. De momento solo anticipo que... guau. Es increíble que se construyera hace 2000 años. Y además había un cantante de ópera cantando enfrente: parece ser que solo se concede licencia para actuar frente al Panteón a músicos con mucho caché, y con ese hombre aluciné de lo bien que lo hacía, así que debe de ser verdad.
Roma Random
Finalizamos en una famosa plaza y nos dieron la opción de volver al hotel o quedarnos allí. Yo me quedé, claro, y acompañada de otro excursionista me dirigí hacia el Ara Pacis, metiéndome en todas las iglesias que encontraba a mi paso. Finalmente llegamos al museo donde estaba el Ara Pacis y no pudimos entrar porque eran las 6:27 y cerraban a las 6:30 ;(. Al menos pude ver el exterior a través del cristal, pero la foto es horrible y no la comparto. Eso no me desanimó y decidí que volvíamos al autobús andando. Me gustaría recalcar que Termini estaba en la otra punta del mapa, pero eso eran minucias: asi veíamos más cosas de la ciudad. Y nos topamos con la Plaza de España, que estaba bloqueada, así que no pudimos subir las escaleras. Allí nos liaron y el chico me regaló una rosa, tras lo cual nos fuimos de nuevo en busca de Termini y, tras perdernos un poquito y pasar a por la cena a un supermercado (ensalada para llevar), llegamos a la estación y dimos por finalizada la excursión.
Y me despedí, porque ellos seguían hacia Florencia, pero yo me quedaba en Roma, solita. Pero eso lo dejo para la próxima entrada...
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