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Todos los relatos cortos y personajes de este blog son ficticios. Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia

martes, 20 de mayo de 2025

Viaje a Hungría: Budapest en 2 días

El viaje empezó movido. Tras un trayecto con muchas turbulencias, llegué al hotel que había contratado solo para encontrarme con que no me abría nadie. El tipo había cogido la pasta y se había pirado. Me hicieron pasar un mal rato pero me reubicaron en un sitio un poco más lejano que, la verdad, me daba muy poca seguridad.

Primera tarde: Leyendas y misterios

Pero entre tanto empezaba el free tour de leyendas y misterios, así que allá que fui. Se habló mucho de Houdini, del actor de Drácula (Bela Lugosi), de Vlad Tepes y de la famosa condesa sangrienta. No faltaron menciones a la maldición de los Habsburgo. También pasamos por bastantes puntos y monumentos interesantes, donde tuvimos tiempo libre para hacer fotos, como la estatua de la princesita (que se supone que da suerte). Acabamos junto al Mercado Central, pero era tan tarde que lo dejé para otro día.

Primera mañana: Parlamento y Castillo de Buda

Empecé el día siguiente con una visita al Parlamento de Budapest, muy recomendada en todas las guías y también por mí. Es un edificio muy ecléctico que impresiona tanto por dentro como por fuera. Tiene una historia interesante y da bastante juego, la verdad. Hay que acordarse de reservar entradas con antelación y de llevarlas impresas, eso sí.
Después tenía una ruta en el castillo de Buda, que no tiene castillo, sino un palacio de los Habsburgo dentro de una ciudad amurallada. Tiene muchos puntos bonitos aunque la mayoría de lo que vemos está reconstruido porque los nazis se refugiaron en el palacio y se bombardeó toda la zona, quedando poco más allá del Archivo Nacional y la iglesia de María Magdalena
En la Plaza de la Santísima Trinidad, la más simbólica, nos dejaron tiempo libre para ir a hacer la foto de rigor en el Bastión de los Pescadores y tomarnos una tarta en el local preferido de Sisi. Así de primeras no pude tomarme nada porque la cola era muy larga y las camareras muy lentas. 
Luego, después de que acabara el tour en la Fuente de Matías frente al palacio de los Habsburgo (reconstruido), volví hacia allí, no sin antes visitar la iglesia de San Matías, cuya entrada de pago merece la pena pagar. Después sí que entré al local y cogí una tarta para llevar, que me comí mientras esperaba el siguiente tour, de nuevo en el otro lado del río. De sabor estaba muy rica, pero dura como una piedra.

Segunda tarde: Budapest Básico

El tour de la tarde era por el Budapest básico, más bien por el barrio de Pest. Empezaba en el Parlamento, luego vimos el único monumento comunista que queda en el centro, flanqueado por dos presidentes americanos para fastidiar a Putin. 
Otro punto importante que vimos fue un polémico monumento en el que se falsea la historia del nazismo en Hungría y el contramonumento que crearon las víctimas justo enfrente. 
Después fuimos a la Basílica de San Esteban y tuvimos tiempo libre, aunque estaba cerrada. Seguimos hasta La noria y finalmente acabamos la sinagoga más grande de Europa. 
Parlamento de Budapest, Iglesia de Matías y Ópera de Budapest
Parlamento de Budapest, Iglesia de Matías y Ópera de Budapest

 Tercera tarde: Ópera, Basílica de San Esteban y Budapest imperial

Dediqué un día y medio a excursiones y, después de una al palacio de Sissi que duraba medio día, volví justo a tiempo para pillar una visita guiada a la ópera, donde coincidió que vimos un espectáculo que solo se repite dos veces al año: la gran lámpara bajada y si posterior alzamiento. Después vimos varias salas y la visita finalizó con una pequeña representación operística. Visita muy recomendable.
Quedaba mucho rato para el tour, así que me dio tiempo a entrar a la Basílica de San Esteban. No tenía fuerzas para subir a la cúpula, así que solo pagué la entrada sencilla para ver el impresionante interior barroco.
Después tenía un tour por la Budapest Imperial, que en principio nos llevó más o menos por los mismos sitios desde el Parlamento hasta la ópera pasando por San Esteban, aunque con paradas escondidas como el Monumento de Trianón o el edificio de la Caja Postal
En la segunda parte cogimos el metro y fuimos hasta la Plaza de los Héroes y un complejo con el Castillo de Vajdahunyad, una iglesia románica y un palacio gótico. Todo falso pero muy currado. Estaba al lado del balneario más famoso, las Termas Széchenyi, pero ya era tan tarde que no se veía ni torta, y estaba cerrado, así que me fui andando al hotel

Últimos flecos

El último día renuncié a hacer ningún tour para ver algunas cosas sueltas que me quedaban. No caí en que los sábados las sinagogas no abren, así que me quedé sin ver la gran sinagoga por dentro. 
También visité el Mercado Central (sin nada especial por dentro salvo un piso entero de tiendas de souvenirs, pero con una fachada impresionante), la calle Váci (típica de turistas) y el conjunto de Zapatos a la orilla del Danubio (curioso, aunque se puede pasar por alto). Me quedé con las ganas de tomarme un langos típico, pero el local al que me recomendaron ir no lo conseguí encontrar y creo que está cerrado. Así que volví al aeropuerto sin probarlo, por suerte llevaba bocatas.
Me quedaron algunas cosas, como el crucero por el Danubio o la Isla Margarita. El barrio judío lo recorrí sin guía porque mi alojamiento estaba por ahí. Pero más o menos cubrí las cosas más recomendadas.
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sábado, 17 de mayo de 2025

Relato: La verdadera prueba del Grial

@Internetxiano me retó por youtube a hacer un relato con un caballero, una antorcha, y una cueva. He aceptado el reto, y esto es lo que ha salido: 

La verdadera prueba del Grial

Cuando el ermitaño aseguró al caballero que en su cueva no había nada de interés, este, convencido de que mentía y que el lugar ocultaba el Santo Grial, le dio una buena tunda, tomó una antorcha y se internó en ella.
Horas después, el anciano se recuperó lo suficiente, suspiró resignado, se tapó bien la nariz y la boca y fue tras él. Le encontró, como a todos, al borde de la sima, delirando sobre dragones y el Grial. Como tantas otras veces, no dudó en lanzarle al abismo. 
Ojalá lo hubiera hecho con el primero, pensó. Ese se había perdido en el bosque y el ermitaño se había ofrecido a compartir su cueva con él esa noche. Solo le pidió, por su seguridad, que no se internara más, pero aprovechó que dormía para satisfacer su curiosidad y acercarse al abismo. Los vapores sulfurosos le habían provocado una alucinación mística, y el ermitaño había cometido el error de salvarle y arrastrarle hasta donde el aire estaba más limpio. 
La consecuencia era que había corrido la voz de que el Santo Grial estaba por la zona, y cada dos por tres se plantaba en su cueva algún caballero en busca de la reliquia. La mayoría aceptaban su palabra de que no había nada en la cueva y se iban; los que no, acababan alucinando al borde del abismo. 
Ya no tenía piedad con ellos. En el fondo, era la verdadera prueba del Grial. Los caballeros puros de corazón, los que respetaban a los mayores, seguían vivos tras el encuentro. Los que no, alimentaban a lo que quiera que viviera en las profundidades.
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martes, 13 de mayo de 2025

Relato: Un lugar distante

Imagen que inspiró el relato Un lugar distante
Había pensado que la vida en un lugar distante solucionaría sus problemas. La belleza de las montañas, el susurro de las hojas de los árboles y la calma deberían haber conseguido hacerle sentir mejor. Sin embargo, esa vacuidad solo daba rienda suelta a los demonios de su mente y acentuaba la falta de propósito de su existencia.
Se planteó seriamente volver a la ciudad, donde siempre había algo que hacer, algo que distrajera su mente de ese hilo de pensamientos terrible que le asaltaba. Y, entonces, se encontró con la anciana. La mujer, que se consideraba la cuidadora del lugar, se puso a hablar con él sin reparos y con energía sobre cómo recorría cada día la zona, en busca de hierbas y cosas de comer, siempre asegurándose de que se mantenía el equilibrio natural.
Antes de querer darse cuenta, estaba ayudándola a quitar las malas hierbas, a recolectar setas y a recoger algunas plantas comestibles. También aceptó compartir con ella la comida que prepararon con todo y fue entonces, mientras probaba esos alimentos sencillos pero deliciosos, cuando le contó su historia y su intención de volver a la ciudad.
-Ay, chico -dijo la anciana-. Ignorar tus problemas tendrá tan poco efecto como intentar huir de ellos.
Tuvo que reconocer que tenía razón y no volvió a pensar en volver a la ciudad. En cambio, siguió encontrándose con la anciana y aprendiendo de su sabiduría cotidiana, librándose poco a poco de todo cuanto le atormentaba. Cuando ella murió, se hizo cargo de su legado y siguió cuidando ese lugar distante.
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martes, 6 de mayo de 2025

Escapada a Aranda del Duero

Aranda del Duero, provincia de Burgos, es un pueblo muy cuco rodeado por tres ríos, por lo que tiene tres puentes históricos, dos de los cuales fueron lo primero que vimos después de encontrarnos con el resto de nuestro grupo en la Plaza Mayor.
Otra de las cosas por las que destaca es por sus iglesias: no pudimos entrar en la Iglesia de San Juan, que está fortificada, pero sí en la Iglesia de Santa María la Real, que tiene una impresionante portada. El interior no se queda atrás: las escaleras que dan al coro son impresionantes, el púlpito es precioso y el retablo mayor es para quedarse un rato viéndolo.
Iglesia de Santa María la Real y Santuario de la Virgen de las Viñas
Nos entretuvimos bastante hablando con un paisano, pero sobre todo tuvimos un problema con el restaurante: nada más que cuatro horas desde que entramos hasta que por fin conseguimos que nos cobraran.
Debido a esto, el plan inicial de visitar un monasterio cercano tuvimos que cambiarlo por ir al Santuario de la Virgen de las Viñas antes de volver al coche atravesando un precioso parque.
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