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Todos los relatos cortos y personajes de este blog son ficticios. Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia

sábado, 30 de noviembre de 2019

Mi nuevo libro de cocina: Repostería para vagos

portada del libro de cocina Repostería para vagosPues sí, ahora me atrevo también con los libros de cocina, más concretamente con el libro Repostería para vagos. Hay un poco de todo: bizcochos, tartas, magdalenas, galletas... Para todos los gustos.

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sábado, 23 de noviembre de 2019

Escapada a Sevilla: dentro del alcázar

Este año ya había estado en Sevilla y ya sabéis que no suelo repetir destino, pero esta vez el viaje no era para mí, sino para mi madre. Ella, a lo largo de su vida, ya había intentado ver esa ciudad en varias ocasiones, pero diversas circunstancias habían hecho que solo pudiera llegar hasta la estación, sin pisar suelo sevillano. Estaba convencida de que tenía una maldición, así que decidí regalarle el viaje para que se le quitara esa espinita que tenía clavada. 

Entradas del viaje a Sevilla que hice hace unos meses:

(tengo buena memoria, así que, básicamente, lo que hice fue repetirle lo que me contaron en los tours ^^).

El primer paseo por Sevilla de mi madre

Lo primero que hice fue llevar a mi madre al centro para que viera el Alcázar y la Catedral. Pena de Giralda con los andamios. Pero bueno, es lo que hay. 
Luego paseamos hasta el Ayuntamiento, donde compramos unas castañas (son mejores las de Madrid) y bajamos hasta la Plaza de toros para pasear por el río hasta la Torre del Oro y desde ahí al hotel. 
Ahí llegó la sorpresa (ahondaré en detalles más abajo): no estaba a 30 minutos del centro, sino a una hora larga desde ese punto. Llegamos, pues, agotadas (la mochila no pesaba mucho, pero si llevas horas cargando con ella la cosa cambia) e hicimos el check-in para dejar la impedimenta en la habitación. Por supuesto, no íbamos a hacer todo el camino de vuelta al alejadísimo centro, así que desde ese momento tocó esperar autobuses para ir y venir de la base al centro y viceversa. 
Comimos en el barrio de Triana y luego paseamos hasta las Setas, tras lo cual andamos hasta la Plaza de España. Llegamos a la Plaza de España cuando ya era de noche y la verdad es que no luce tanto con los focos (por no hablar de que las fotos salen bastante mal), si bien sigue siendo impresionante. Y así acabamos el día uno. 

Visita al Alcázar de Sevilla: recomendadísima

 El día dos nos fuimos directas al Alcázar después de desayunar. Había dos colas: la de entrada con reserva (algo más cara y, evidentemente, haciendo la reserva en internet) y la cola de entrada sin reserva, que parecía relativamente corta pero no lo era tanto. Bueno, es posible que no estuviéramos tanto rato, quizás tres cuartos de hora, pero ver avanzar la cola de al lado mientras la tuya está parada resulta bastante frustrante. 
Inciso: Hacía un día de perros, por cierto, y la lluvia en Sevilla no es ninguna maravilla, más bien hace que la ciudad pierda ese brillo tan especial que tiene. 
interior del palacio Mudéjar y jardines del Alcázar de Sevilla

Vuelvo al tema. El Alcázar por dentro es una maravilla, merece la pena pagar la entrada porque es muy especial. Me gustaron especialmente las estancias del palacio Mudéjar, que tienen una decoración que deja la boca abierta. La visita la puedes hacer perfectamente sin audioguía, ya que hay numerosos carteles que explican lo básico de cada sitio. Verlo todo así por encima puede llevarte una hora, aunque por supuesto estuvimos más rato porque nos tomamos nuestro tiempo y paseamos por los bien cuidados y preciosos jardines (llovía, pero era asumible), que tienen varias zonas con distintas concepciones. 

El último (de momento) paseo por Sevilla de mi madre

Tras salir del Alcázar de Sevilla, fuimos a ver la Plaza de España de día, aunque, como digo, Sevilla no luce tanto cuando no hace sol y fue una pena. Aprovechamos para pasear por el Parque de María Luisa y para ver diversos pabellones de la expo antes de volver al centro a comer. Después, paseamos por el centro histórico y la Judería antes de volver al hotel. 
Y con esto acabó el viaje, con mi madre más feliz que unas castañuelas, porque había roto su maldición y lo había visto más o menos todo.

Alojamientos, comidas y restaurantes:

Sobre el hotel Silken Al-Andalus Palace

Ni estaba cerca del centro, como prometía, ni me gustó en lo más mínimo. Nada más llegar ya me estaban intentando sacar datos innecesarios, y nos encontramos con una habitación aceptable pero lejos de tener las comodidades de un 4 estrellas. No había enchufes (nada remotamente parecido a un puesto donde enganchar el usb) en lugares accesibles, salía un olor raro de las tuberías del baño y las ventanas no aislaban bien del ruido exterior. Por no hablar de que solo nos cruzamos con otros huéspedes cutres y maleducados, de los que no dudan en hacer ruido y ponerse a cantar en los pasillos a horas intempestivas. No le daría más de tres estrellas. Así que fatal. Suspenso.

Amorino

Esta franquicia de helados ha sido un descubrimiento (¡y resulta que también tienen locales en Madrid!). Es un poco más caro que un helado normal, pero la presentación en forma de flor es soberbia y, lo más importante, el helado de chocolate tiene un sabor estupendo.

La Caffetera

Era la cafetería más cercana al hotel y yo no soy persona hasta que desayuno, así que no buscamos nada más lejos. Un poco careros y con servicio lento, las tostadas y bollos son grandes, con un surtido aceptable, aunque no esperes nada remotamente artesano.

Restaurante El atún

Para la zona en la que está, la relación calidad-precio es razonable. Un poco caro para mis estándares, pero las raciones son abundantes y todo tenía muy buen sabor.

Panypiu

El servicio era un desastre y está bastante subido de precio, pero la tarta era casera y estaba rica. 

sábado, 16 de noviembre de 2019

Proyecto de costura: vestido de los 80

Soy un poco especialita para mi ropa, me gustan los vestidos vintage. Y, de un tiempo a esta parte, he estado aprendiendo a coser como buenamente he podido, ya que mis horarios son incompatibles con los horarios de los cursos de corte y confección. El caso es que, tras hacer la falda de corbatas y la falda de tablas, me sentía algo más segura con la máquina de coser. Así que, cuando vi en un manual de costura de los ochenta el patrón de este vestido, del que me enamoré por completo, decidí probar. Aunque el original era en tonos azules, no encontré las telas más que de color naranja, pero pensé que no quedaría mal. Retoqué unas cuantas cosas a mi gusto y este es el resultado, ¿qué os parece? Yo creo que, como mínimo, da el pego...
vestido de los ochenta



sábado, 9 de noviembre de 2019

Viaje a Asturias: visita a Oviedo

La ciudad de Oviedo la visitamos dos veces durante el viaje a Asturias: el día de la llegada y el día de la partida. Ambos días aprovechamos que había que hacer transbordo allí para llegar a Gijón (un estúpido problema con los billetes, ya que había un directo desde Madrid) para visitar la ciudad. Me gustó tanto como Avilés, aunque no pueden ser más diferentes. Además, al estar todo concentrado, es perfectamente viable verlo en un día, aun yendo con calma.

Qué ver en Oviedo

Viaje a Asturias - Oviedo: Catedral y uno de los conjuntos de estatuas de la ciudad
Viaje a Asturias - Oviedo: Catedral y uno de los conjuntos de estatuas de la ciudad

A la caza de estatuas

Oviedo está plagado de estatuas, así que es divertido callejear para encontrar todas las que puedas. Tienes desde las más famosas (Mafalda y Woddy Allen) hasta otras más vanguardistas o las que representan oficios tradicionales. Hay para todos los gustos.

La Plazas del Fontán, del Ayuntamiento y de Trascorrales (y calles aledañas)

Es una zona con bastante encanto y los dos días que fuimos había un mercadillo en algunas de las calles, no creo que sea permanente (coincidió los fines de semana). Por esta zona podemos encontrar un montón de edificios bonitos, algún que otro palacio, placitas escondidas y muy buen ambiente.

Catedral de Oviedo

Una bonita catedral (en la que te cobran por la visita) en una bonita plaza donde también está la estatua de La Regenta. También en la misma plaza puedes encontrar el Museo de Bellas Artes, pero no llegamos a entrar.

Convento de San Vicente

Casi pegado a la catedral, contiene el Museo Arqueológico, al que tampoco tuvimos tiempo de entrar.

Universidad de Oviedo

Se puede entrar en el claustro, donde hay otra estatua. Es curiosa porque está muy bien conservada.

Parque de San Francisco

Es un parque muy cuco, con varias estatuas (incluyendo la de Mafalda), un estanque y bastantes puntos tranquilos donde pasar el rato. En una de sus esquinas podemos encontrar la Oficina de Turismo.

Zona comercial

Una parte con el encanto de lo decimonónico, muy cuidada y repleta de tiendas. Casi todas franquicias, claro, pero como zona de paseo es bonita.

Antigua Muralla

Se conserva un buen tramo a lo largo de una calle. No es que sea imprescindible, pero es difícil no pasar por allí.

Qué más habría hecho de no haber tenido miedo por la alergia al cacahuete

Parece ser que en Oviedo hay unas cuantas confiterías y pastelerías tradicionales preciosas. Pero estaba aterrada por la experiencia del chocolate con trazas de cacahuete y entrar en esos sitios sin poder comer nada es autotortura. Así que lo dejé correr. De hecho, mi paranoia llegó a tal punto que, aunque se me había antojado una palmera de chocolate de esas gorditas el primer día, la compré el último y no le di un bocado hasta que llegué a casa, que está cerca del hospital.


martes, 5 de noviembre de 2019

Viento de gloria, relato

Otro relato hecho a partir de las portadas que prediseñé. Esta vez no me he ido muy lejos de lo que sugiere, pero ha quedado bastante aceptable, ¿no creéis?

Viento de gloria

portada del relato Viento de gloria
Soplaba un viento de gloria y todos bruñían sus armaduras y afilaban sus armas con alegría convencidos de que, al acabar la batalla, serían leyenda. Lo que no sabían era que a las altas esferas su líder les resultaba de lo más molesto. Incluso le consideraban una amenaza, porque cada vez acumulaba más adeptos. Así que habían decidido quitárselo de en medio de una forma elegante: haciendo que muriera en la batalla como un héroe. Para ello, nada más sencillo que ponerle a él y a sus soldados en la posición más vulnerable, donde harían de carne de cañón.
A pesar de haber sabido por sus espías cuál era el plan de sus aliados, el líder estaba de lo más tranquilo. Soplaba un viento de gloria. Y tenía un plan, que ya había puesto en marcha unas horas antes, al desvelar la estrategia que seguiría el ejército a sus enemigos. Una información a la que reaccionarían como él esperaba, dejando de prestar atención a sus soldados y yendo directos a por la verdadera amenaza. Entonces, él y sus hombres dejarían sus posiciones defensivas y atacarían por la retaguardia, lo que sería decisivo para la victoria. Y, cuando esta llegara gracias a él, ni todos sus aliados juntos lograrían parar su ascenso al poder. Un poder que, en cuanto lo ostentara, usaría para acabar con todos ellos.

sábado, 2 de noviembre de 2019

Viaje a Asturias: escapada a Avilés

Había oído hablar de Avilés gracias a los asistentes al Celsius, evento literario basado en la fantasía y la ciencia ficción al que nunca he podido ir. Me habían dicho que era uno de los pueblos más bonitos de la zona. Así pues, dado que era de esperar el aburrimiento en Gijón, que como ya dije en la entrada anterior era nuestra base, me adelanté y programé una escapada a esta zona, que está cerca si coges la Renfe (tardo más de mi casa al trabajo...). Tras atravesar el Parque del Muelle hasta la oficina de información, comenzamos la ruta que nos sugirió la chica que nos atendió.
Es un lugar ideal para callejear, aunque las terrazas, con las enormes sombrillas, afean un poco el conjunto, lo cual es una pena. Pero bueno, ahí va todo lo que vimos:

Qué ver en Avilés 

Viaje a Asturias - Escapada a Avilés. Calles medievales y calles de la zona barroca
Calles medievales y calles de la zona barroca de Avilés

Casco antiguo de Avilés

La Oficina de Turismo está dentro de este Conjunto Histórico-Artístico y son todas las calles estrechas, medievales y con mucho encanto. Allí se puede ver el Ayuntamiento, el edificio de la Universidad, el Palacio de Valdecarzana, el Palacio de Camposagrado y la Iglesia de los Padres Franciscanos, además del Mercado de Abastos, donde entramos a comprar los ingredientes de nuestro almuerzo y donde fueron bordes tanto la panadera como la charcutera. En contraste, al salir del mercado, un abuelito muy majo nos vio con el mapa y entabló conversación con nosotras para darnos indicaciones. También está el Museo de Avilés, aunque no llegamos a entrar.

Zona de Sabugo

Es la zona de pescadores, muy fotogénica. Allí, además de las propias calles, que tienen su encanto, se puede ver la Iglesia Vieja de Sabugo y la bonita Iglesia de Santo Tomás de Canterbury, que por dentro no es tan especial. También nos topamos con la estatua de La Monstrua, un personaje real que fue llamada a la corte para su divertimento y que un pintor de Avilés retrató, haciéndose la estatua como homenaje a finales del siglo pasado.

Zona Barroca

La chica de la oficina nos explicó que esa zona también era bonita y la verdad es que lo era. Forman parte de ella la Calle de Galiana, bastante bien conservada y con un montón de soportales, que finaliza en la Plaza de Carbayedo, tras lo cual subimos por el Parque de Ferrera hasta la calle Rivero.

Centro Niemeyer

Es un centro cultural moderno al que no acabo de ver la gracia a nivel estético, pero pillaba de camino de vuelta a la Renfe y, según la chica, merecía la pena verlo.

Qué más habría visto de haber viajado sola

  1. Habría entrado al Museo de Avilés.
  2. Habría encontrado una forma de llegar al Cementerio de la Carriona, ya que algunos lo ponen al nivel del cementerio de Pere Lachaise en París.


sábado, 26 de octubre de 2019

Viaje a Asturias: Gijón

Después del viaje a Rumanía, necesitaba unas vacaciones de las vacaciones, vamos, ir por libre sin muchos autobuses y sin horarios. Así que elegí Asturias, con Gijón como base, por ver el mar. No fue una buena elección, por varios motivos:
  1. Estoy mal acostumbrada. Ya sabéis que suelo viajar sola y en hoteles de mínimo 3 estrellas. Aunque cogí una pensión bastante decente, el contraste entre "Hoteles de 4 y 5 estrellas en habitación para mí sola" frente a "comparto una habitación minúscula con almohadas que parecen sábanas y ronquidos" no fue nada bueno. Por no hablar de que no dormí nada, y eso me pone de mal humor.
  2. Gijón está muy bien si quieres aburrirte. Lo cual era perfecto para mi acompañante, quien, palabras textuales "había ido allí a aburrirse". Para mí, que me gusta ver cosas nuevas y desespero cuando no hay nada que hacer, especialmente cuando no estoy en un entorno especialmente bonito, como es el caso, fue un viaje de pesadilla.
  3. Fuimos en tren y no llevábamos coche. Gijón es una buena base para explorar los alrededores en coche. Pero, si no tienes vehículo propio, hay que tirar de transporte público y autobuses, así que se limitan bastante las opciones.
  4. Se confirmó mi alergia al cacahuete cuando probé un par de onzas de chocolate con trazas. Estuve a punto de tener que ir a urgencias y pasé el resto del viaje con la paranoia y el miedo a comer lo que no debía...
El resultado fue que, aunque hicimos un par de escapadas, al tercer día ya estaba deseando volver a trabajar. Así, como lo digo. Si estás deseando trabajar en vez de estar de vacaciones, es que las vacaciones no te están gustando nada. Pero bueno, la próxima vez seré más lista y elegiré un destino culturalmente más apetecible o bonito (a poder ser, menos días), como Santarder.
Como todo se ve en un pis pas (en un día ya te ha dado tiempo a verlo todo), no haré crónica diaria y me limitaré a decir lo que visitamos. 

Qué ver en Gijón:

Viaje a Asturias - Gijón: Edificio de la laboral y Cimadevilla
Viaje a Asturias - Gijón: Edificio de la laboral y Cimadevilla

Edificio de la laboral

Es una de las pocas cosas de Gijón que me entusiasmaron. Es un edificio precioso, concebido como centro educativo, en el que ahora hacen todo tipo de actividades culturales además de dar clases universitarias. Me hubiera gustado hacer la ruta guiada, pero mi acompañante no estaba por la labor.

Jardín Botánico Atlántico

Otra de las cosas que me gustó. Eso sí que es un jardín botánico, y no el espacio tan cutre como mal cuidado que tenemos en Madrid... La ruta dura más de dos horas, más si quieres perderte, y tiene varias zonas dedicadas al entorno cantábrico, los biomas atlánticos, y hasta factorías vegetales y un cacho llamado jardín de la isla que data del s. XIX.

Cimadevilla

Es el barrio antiguo de los pescadores, tiene bastante encanto con su estilo medieval. Y muy pocas calles. Recorrerlas todas nos llevó cosa de una hora. Aunque supongo que, para el que le guste ir de tapas, es un buen plan. Y puede que, si vas en un tour, haya alguna historia interesante.

El elogio del Horizonte de Chillida

Hay que subir una buena cuesta y las vistas serían estupendas si la costa no estuviera plagada de industrias. El monumento, para mi gusto, es bastante feo, pero bueno, para gustos, los colores.

Playa de San Lorenzo

Alargada y estrecha, se la come la marea y está bastante saturada de turistas. Si llegas hasta el final se ve la vista bonita de Cimadevilla.

Playa de Poniente

Esta playa me gustó mucho más, tiene mayor amplitud y está menos masificada. Las vistas desde el espigón también son bonitas, porque dan a Cimadevilla. Todos los días estaba limpia, pero justo el día que nos decidimos a mojar los pies la encontramos plagada de algas.

Centro y zona comercial

Típico barrio de compras de cualquier ciudad pequeña. Los edificios eran bonitos, muy decimonónicos.

Parque de Isabel la Católica

Para una madrileña que frecuenta el Retiro, es un parque modesto. Si no tienes un Retiro en tu ciudad, está bastante bien. Tanto más si vas con niños, porque tienen una zona de granja con pájaros de todo tipo. Las estatuas eran bastante feas.

Qué más habría visto de haber viajado sola

  1. Parque Arqueológico Natural de La Campa Torres: no había forma de llegar en transporte público sin pegarse una paliza a andar y el camarero del bar donde desayunábamos nos dijo que no merecía la pena, pero me habría gustado verlo.
  2. Termas romanas
  3. Museo del pueblo asturiano
 También hay un Museo del Ferrocarril y un acuario, pero esas cosas no me llaman tanto la atención ^^.

Alojamientos y comidas

Sobre el Hostal Verdemar de Gijón

Es un hostal barato y se nota. La habitación y el baño de la misma eran diminutos, además, uno de los dos enchufes no funcionaba y uno de los dos interruptores para dar la luz tampoco. Las almohadas eran terribles. Aun así, para el precio que tiene, la ubicación es buena y el personal atento, si bien es cierto que, en los cinco días que estuvimos, no vaciaron la papelera ni una sola vez.

La Taberna

Situada en la


sábado, 19 de octubre de 2019

Viaje a Rumanía: castillos de Bran y de Peles (día 7)


En el último día tocaban castillos, que eran básicamente la razón por la que elegí Rumanía como destino. Así que era el que más me ilusionaba (y debo decir que no me decepcionó).

Castillo de Bran

Empezamos con un madrugón para ir al Castillo de Bran, más conocido como el Castillo de Drácula, que, paradójicamente, nunca fue de Vlad Tepes (eso sí, lo asedió y se cree que fue encarcelado allí). Menos mal que fuimos prontísimo, porque se forman unas colas de impresión y no nos encontramos con demasiada gente. El castillo es bonito por dentro y por fuera, fue restaurado por la reina María como residencia y se ve bastante sobrio. Eso sí, está supermasificado y es pequeño, así que agobia un poco, incluso estando pronto.
Después de la visita nos dejaron a nuestro aire y, como mi sentido de la orientación es nulo, costó llegar hasta donde estaba el autobús. Hay un mercadillo bastante grande repleto de souvenirs y se nota que es una zona que empieza a estar sobre-explotada turísticamente, incluso tenían una especie de túnel del terror en una galería.
Viaje a Rumanía: castillos de Bran y Peles
Viaje a Rumanía: castillos de Bran (1 y 2) y Peles

Castillo de Peles en Sinaia

Después teníamos la visita al castillo Peles, pero antes tuvimos que tragarnos otras tres horas y media de atasco. Tardamos tanto que tuvimos que hacer la comida antes que la visita al castillo, aunque el programa era al revés. Por fin llegamos a Sinaia, que es una ciudad preciosa. Me hubiera gustado pasearme por ella con tranquilidad, porque las casas son bien bonitas.

Sobre el restaurante Casa Iris

Comimos queso empanado, pollo con patatas, helado de chocolate y vainilla. Era todo bastante mediocre, pero no estaba mal.

El Castillo de Peles

Finalmente, llegamos al preciosísimo tanto por dentro como por fuera Castillo de Peles. Una auténtica maravilla de la que solo pudimos ver el primer piso, con una decoración en madera y con vidrieras espléndida. No tiene mucha historia, porque es relativamente reciente y nunca tuvo uso militar, pero me dio igual. Y el rey Carlos I lo construyó con dinero de su bolsillo, lo que dice mucho de él. Además, como curiosidad, fue el primer castillo en tener calefacción central, electricidad y ascensor, estación telefónica, alcantarillado y ¡hasta un aspirador central que sigue funcionando! Además, se salvó de la mareada redecoradora de Elena Chauchesco gracias a que la mintieron diciendo que tenía carcoma.
Consejos para viajar a Rumanía (11): El castillo de Peles: para hacer fotos por dentro tienes que pagar bastante. Puede parecer un poco exagerado, pero en este caso diría que merece la pena, siempre que vayas con calma. Además, no hay libros oficiales del interior.

Vuelta a Bucarest, vuelta a casa

De ahí ya fuimos a Bucarest, aunque no pudimos hacer nada más que subir al hotel y ducharnos antes de cenar. Y al día siguiente el madrugón era criminal (cuatro y media de la mañana, lo que hacían las tres y media de España), así que solo podía hacer mis últimas compras en Carturesti Carusel e irme a dormir. Vamos, que lo que es de la ciudad, no pudimos disfrutar casi, porque llegamos tarde los dos días que podríamos haber tenido algo de tiempo libre.

Sobre la Posada Manuc:

Esta posada tradicional tuvo, la noche en que estuvimos, un espectáculo folclórico con música y bailes típicos de Rumanía (la música estaba desagradablemente alta en algunos momentos). Comimos una degustación de platos tradicionales rumanos como pisto, puré de berenjenas y algo parecido al hummus, carnes a la brasa y tarta de chocolate y cereza. Todo bastante rico.



sábado, 12 de octubre de 2019

Viaje a Rumanía: lago rojo y Brasov (día 6)

Crónica del segundo día del viaje a Rumanía (Bucarest)
Sobre el tercer día del viaje a Rumanía (Sibiu, Sibiel, Sighișoara)  
Crónica del cuarto día (Sighișoara, región de Bucovina, monasterio Moldovita) 
Lee lo que vi el quinto día del tour por Rumanía (Marginea, monasterios Voronet y Sucevita, Piatra Neamt)

Lago rojo

Viaje a Rumanía: Lago Rojo
Ese día bajaron las temperaturas y fue todo un alivio, aunque los demás estaban congelados. Empezamos el viaje yendo al lago rojo por el desfiladero de Bicaz, situado en el límite entre Moldavia y Transilvania: era precioso, pero en ciertos puntos de la carretera daba miedo. 
Luego, aunque en el programa ponía algo sobre un lugar llamado Miercurea Ciuc, no hicimos más que paradas técnicas hasta Brasov. Que eran insuficientes porque ¡tenía el día meón! Pero bueno, conseguí llegar a las paradas sin desastres escatológicos. Aunque nuevamente me convertí en la portavoz del grupo para solicitar que el bus se detuviera en la gasolinera más cercana...
Consejos para viajar a Rumanía (10): la mayoría de los baños públicos de Rumanía son de pago, así que ten siempre a mano 1 o 2 billetes pequeños, porque no siempre tienen cambio para billetes más grandes (a veces, el que cobra ha desaparecido y hay que meterlo en un buzón).

Visita a Brasov

Cuando llegamos a Brasov, hicimos un minitour por las antiguas puertas de la ciudad (Puerta de Schei, por la única por la que podían entrar los rumanos, y Puerta de Santa Catalina, de la época medieval, que usaban los sajones). Vimos también la sinagoga, la calle más estrecha de Rumanía y luego entramos a la Catedral Negra, de estilo gótico y llamada así por el color que adquirió tras un incendio, donde nos hicieron una extensa explicación de la misma. Como curiosidad, tienen la colección de alfombras más grande (algunas de ellas para el rezo musulmán), uno de los órganos más grandes de Europa (me perdí el concierto) y un fresco católico que se conservó porque no sabían que estaba allí hasta que hicieron limpieza.
Viaje a Rumanía: Brasov: puerta de Santa Catalina, Catedral Negra, Catedral de San Nicolás
Viaje a Rumanía: Brasov: puerta de Santa Catalina, Catedral Negra, Catedral de San Nicolás
Después comimos y, tras hacer el check-in en el hotel, nos dieron tiempo libre toda la tarde. Debo decir que es una ciudad preciosa para pasear. Aproveché que teníamos tanto tiempo para visitar una iglesia que nos mencionaron pero no llegamos a ver en el tour. Caía chiribiri y no llevaba ni chaqueta no paraguas ni chubasquero, pero yo no soy nada friolera y lo agradecí, porque días previos había hecho mucho calor. Pero bueno, volviendo a la crónica, vi la catedral romana ortodoxa de san Nicolás (no era una iglesia) y volví a recorrer el casco antiguo hasta la plaza del ayuntamiento (Piata Sfatului), donde se estaba montando algo, acabando en una librería de la calle comercial (calle Republicii) donde compré unos story cubes (cambié 50€ y no iba a llevarlos de vuelta... dado que los souvenirs eran muy cutres, al menos lo gastaba en algo de provecho).

Sobre el Restaurante Leonardo da Vinci:

La comida consistía en embutido, carne en salsa (correosa), y una especie de churro con forma de donut con salsa agria y salsa de frambuesas, que se llama Papanasi. Solo se salvaba este postre, el resto de la comida era bastante mala y el servicio pésimo.

Sobre el hotel Aro Palace:

La cena estaba rica y era diferente: de primero ensalada de col y mango, luego filete de pavo con champiñones y queso con patatas, y de postre tarta de chocolate. El desayuno fue el mejor de todos, variadísimo y rico. Además dormí bastante bien y la habitación era comodísima. Merece cinco estrellas.