Este viaje fue totalmente improvisado. Tanto es así, que no tanteé el terreno hasta el viernes antes de irme (salí el lunes) y no fui a la agencia de viajes a reservar hasta el sábado. Además de la poca preparación, me anularon todas las excursiones que había contratado, lo que me dejó demasiado tiempo libre sin planificación previa.
El AVE son apenas dos horas, así que llegué a Valencia a eso de las 11:30 e hice check-in en el hotel Malcom & Barret, que no estaba tan en el centro ni tan cerca de la estación como prometía. Tenías que andar cosas de 35 minutos para llegar al casco histórico o a las estaciones, lo que me complicaría la vida el día siguiente. Eso sí, la cama era muy cómoda.
Lo primero que hice, tras deshacer los bártulos e investigar un poco, fue tirar para el centro y buscar una oficina de atención turística. Allí me hicieron un recorrido sobre el mapa que me proporcionaron y también me dieron opciones para visitar al día siguiente, aunque pillaban bastante lejos.
El AVE son apenas dos horas, así que llegué a Valencia a eso de las 11:30 e hice check-in en el hotel Malcom & Barret, que no estaba tan en el centro ni tan cerca de la estación como prometía. Tenías que andar cosas de 35 minutos para llegar al casco histórico o a las estaciones, lo que me complicaría la vida el día siguiente. Eso sí, la cama era muy cómoda.
Lo primero que hice, tras deshacer los bártulos e investigar un poco, fue tirar para el centro y buscar una oficina de atención turística. Allí me hicieron un recorrido sobre el mapa que me proporcionaron y también me dieron opciones para visitar al día siguiente, aunque pillaban bastante lejos.
Luego tiré para la Plaza de la Virgen porque, ¡oh, milagro!, lo único que no me habían anulado era el Free Tour.
Free Tour Valencia
Catedral, Basílica de la Virgen de los Desamparados, puerta Serrana, mercado Colón |
Además, por supuesto, de hacer el clásico recorrido por la ciudad que pasa por la Catedral (que tiene puertas de distintos estilos), la puerta Serrana (que sirvió como alojamiento de los bienes del Prado durante la Guerra Civil) frente al parque que ocupa los diez kilómetros del cauce seco del río, la Lonja de la Seda y el Mercado central (a los que no entramos, pero nos recomendaron visitar al día siguiente).
Lo que quedaba del mapa
Lo que vimos en el tour cubría la mitad del plano base que me habían dado la oficina de información turística. Lo que me faltaba, como la plaza del Ayuntamiento o el Mercado de Colón, lo cubrí yo por mi cuenta cuando acabó el tour. Luego, me fui al hotel a descansar y a seguir investigando que podía hacer al día siguiente, ya que la anulación de la excursión había dejado un enorme vacío en mis planes.
El viaje los siguientes días
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