PINCHA PARA SABER DE QUÉ VAN. Para más información visita la Web oficial de Déborah.
Todos los relatos cortos y personajes de este blog son ficticios. Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia

sábado, 16 de julio de 2022

Viaje a Grecia 7: Hydra, Poros y Egina

La excursión por las islas griegas era opcional, pero me pareció interesante conocer otra faceta de Grecia, no solo la más histórica y arqueológica. Es una paliza el madrugón y muchas horas en un barco masificado y con comida mediocre, pero al menos no es como el autobús y te puedes levantar, además de que te da el aire. 

Hydra y Poros

La primera parada fue la isla de Hydra, la más lejana a Atenas, en la que se mueven en burro y hay grandes cuestas. Había una carísima excursión opcional a pie y decidimos probar por nuestra cuenta. La verdad es que intentamos llegar a varios sitios sin éxito y que nos quedó un lado de la isla por ver (¿sería el más interesante? a saber...?), porque es un laberinto, pero es bonito y el ascenso merecía la pena.
La segunda parada fue la isla de Poros, apenas había 45 minutos para explorar la isla: subimos hasta una torre y poco más, pero también era un paisaje precioso. 

Hydra y torre en la isla de Poros en Grecia
Hydra desde el barco y torre en la isla de Poros
Égina

La parada final era Egina, la isla de los pistachos, mucho más grande e inabarcable sin ayuda, así que contraté una carísima excursión opcional por la parte histórica (también había otra excursión panorámica con nosequé de tapas incluido).
Lo primero que hicimos y el plato fuerte fue el templo de Araya, que está casi entero y forma un triángulo equilátero perfecto con la Acrópolis y el templo de Poseidón. Además de ser el sitio espectacular, nos tomamos un delicioso helado de pistachos, muy típico de la zona. 
Luego, fuimos a la iglesia de San Nectarios, que es bastante reciente (el mismo santo es del s. XIX) y por dentro estaba andamiado. Hay un monasterio dedicado al mismo santo, pero no nos dejaban acceder, lo cual es una pena. A pesar de todo, estuvo bien y ocupamos lo justo para volver al barco (de hecho, diría que llegamos tarde). 
Llovía un poco, así que estuvimos bajo cubierta casi todo el tiempo y vimos un espectáculo de bailes griegos tradicionales bastante curioso antes de subir de nuevo para ver el precioso atardecer.
En el Templo de Araya en Égina y Atardecer en el puerto de Atenas
En el Templo de Araya en Égina y Atardecer en el puerto de Atenas
*:–☆–:*:–☆–:*:–☆–:*:–☆–:*:–☆–:*:–☆–:*
¿No quieres perderte más viajes como este?
Entra en deborahfmunoz.com para leer más relatos, viajes y contenido cultural

viernes, 8 de julio de 2022

Viaje a Grecia 6: Micenas y Epidauro

 Micenas

El día estuvo más repartido, ya que hubo excursión tanto por la mañana como por la tarde. La de la mañana fue en la tumba de Agamenon o Tesoro de Atreo, una construcción prehistórica (edad de bronce) impresionante. El guía local especuló con que perteneció al tatarabuelo del Agamenón de la Guerra de Troya.
Tras pasar por el museo de Micenas, en el que hay bastantes réplicas, ya que casi todo está en Atenas, subimos a la Acrópolis de Micenas, que solo por el enclave ya merecería la pena. Además, está en alto y se domina todo el entorno desde allí.
Tumba de Agamenón, puerta de los leones, acrópolis de Micenas
Tumba de Agamenón, puerta de los leones, acrópolis de Micenas

Epidauro

En el teatro de Epidauro
Acabamos la visita y fuimos a comer a un restaurante que se toma muy en serio la decoración griega, aunque se comía muy bien, tras lo cual nos fuimos a Epidauro, donde también hay un pequeño museo (aunque casi todo lo que encontraron estaba en Atenas, claro), si bien el plato fuerte es el teatro, con una acústica muy especial. Hicimos bastantes pruebas de sonido y hasta una moneda cayendo llega hasta arriba del todo en las condiciones adecuadas, aunque nuestro guía nos dijo que no debíamos cantar ni bailar porque nos llamarían la atención.
En Epidauro también tenían todo lo necesario para cuidar de la salud de los visitantes, tanto en la mente como en el cuerpo, hasta un restaurante, ya que era la sede del culto de Asclepio. Nuestro guía local era, además, bastante filósofo, y fue interesante escucharle.

La última parada del día fue el estrecho de Corinto, una obra de ingeniería que querían hacer desde el periodo clásico pero no se hizo hasta tiempos modernos. La roca está prácticamente cortada en vertical, aunque nos dijeron que no se usa tanto porque los grandes barcos no entran.

El día siguiente en el viaje a Grecia

*:–☆–:*:–☆–:*:–☆–:*:–☆–:*:–☆–:*:–☆–:*
¿No quieres perderte más entradas como esta?
Entra en deborahfmunoz.com para leer más relatos, viajes y contenido cultural

sábado, 2 de julio de 2022

Viaje a Grecia 5: Olimpia

 
Este era otro día de mucho autobús. Visitamos por la mañana la ciudad de Patras, que no tenía más que una catedral bastante moderna pero muy monumental y al lado una más antigua pero menos llamativa. Después volvimos al autobús y no nos bajamos ya hasta la hora de la comida en Olimpia, donde comimos de maravilla.
Olimpia era un recinto sagrado donde se celebraban los juegos olímpicos cada 4 años, momento en el que todos los griegos tenían una tregua. El recinto arqueológico abarca varias etapas, ya que los juegos de celebraron interrumpidamente durante más de 1000 años. Lo cual es increíble si tenemos en cuenta los medios con los que contaban por aquel entonces.
Aparte de las zonas donde se celebraban los juegos en sí, también había templos, entre ellos el más antiguo y el más grande del Peloponeso. Y lo mejor es que había sombra, cosa que se agradece con la temperatura con la que nos topamos: 35ºC.
Recinto arqueológico de Olimpia y algunas de las esculturas del museo
Después visitamos el museo arqueológico, que tiene piezas verdaderamente curiosas. Y muchas de ellas están muy bien conservadas.
Acabada la visita, fuimos al hotel, que estaba allí mismo, y todavía quedaba tiempo para la hora de cenar, así que fui a dar una vuelta por el pueblo. Es básicamente una calle principal de tamaño medio y no pude esquivar a la señora; ahí fue donde explóté y le pedí que se callara. Por fin entendió que quería que me dejara en paz y encontró a otra pareja del grupo a la que acosar. Pobrecicos.
Fue en ese momento de tranquilidad en el que descubrí el museo de Arquímedes, donde hay construcciones a tamaño real de verdaderos inventos curiosos realizados por este griego que vivió hace más de 2000 años y que hizo desde puertas automáticas hasta despertadores. El chico que me atendió me enseñó en vivo el funcionamiento de los inventos, y es alucinante.

El viaje a Grecia los días siguientes: 

*:–☆–:*:–☆–:*:–☆–:*:–☆–:*:–☆–:*:–☆–:*
¿No quieres perderte más entradas como esta?
Entra en deborahfmunoz.com para leer más relatos, viajes y contenido cultural