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Todos los relatos cortos y personajes de este blog son ficticios. Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia

sábado, 30 de marzo de 2019

¿Me echas un cable? Solo necesito palabras...

Reto de Relatos Cortos  vuestras consignas mi relatoLo de siempre: pediros palabras para hacer un relato corto. Es lo de siempre... Necesito alrededor de tres consignas, cualquier palabra, que me daréis vosotros por comentario (por aquí, por twitter... lo mismo da). Podéis dar hasta dos por persona. Bueno, a veces admito tres. Haré uno con las tres primeras que se digan. Puede que más, si me encajan. Y si se diera el extraño caso de que hubiera muchas palabras, haría dos relatos cortos o más en vez de uno. Se tendrán en cuenta sugerencias respecto a los nombres de personajes, pero eso dependerá del relato en cuestión (no es obligatorio). A partir de todo eso, haré un microrrelato de no más de una página de word.



jueves, 21 de marzo de 2019

Un cambio de perspectiva, relato corto

En esta ocasión nadie me dijo palabras para hacer el relato corto 😞, de modo que he utilizado un generador de palabras aleatorias para hacer el texto. Y esto es lo que salió:

Un cambio de perspectiva

No le gustaba nada su vida. Ese mes se le acababa el contrato de alquiler del antro de piso que tenía y había decidido no renovarlo. Estaba harta de la contaminación y odiaba la ciudad y su trabajo de oficinista, así se mudaría a un pueblo y empezaría de cero una nueva vida idílica trabajando la tierra. 
No tardó mucho en hacer la mudanza, porque no tenía muchas pertenencias, apenas algunas alhajas, algo de ropa y unos pocos aparatos electrónicos que no tardó en embalar y en meter en cajas con una pegatina indicando el contenido. Luego, partió con su coche destartalado rumbo a su nueva vida.
No obstante, nada más entró en su nueva casa, se dio cuenta de que esa vida no era para ella. Se había colado un ratón y, en cuanto se fijó un poco, vio bichos por todas partes, aunque había contratado a un servicio de limpieza que la había dejado impoluta. Y sus aparatos electrónicos de nada servían en un lugar con tan mala cobertura, mejor ni hablar de la carencia de wifi. Además, en su primer día de trabajo como jornalera se dio cuenta de que no había nada de idílico en trabajar la tierra: era sucio, agotador y mal pagado. Por no hablar de que el polvo que levantaba la tierra al removerla era mucho peor que la contaminación de su adorada ciudad. 
Ni siquiera acabó esa jornada: se fue a la casa donde aún no había desembalado sus pertenencias y puso rumbo de vuelta. Por suerte, su arrendador no había encontrado otro inquilino todavía y pudo recuperar su fantástico piso sin rastro de bichos y con conexión wifi. Tampoco le fue difícil volver a su puesto de oficinista, que ahora le parecía que no era tan horrible: estaba mal pagado, sí, pero al menos estaba sentada en un lugar con buena temperatura ambiente. 
Pocos días después de recuperar su vida, se dio cuenta de que ahora se sentía, en general, algo más satisfecha. Estaba claro que lo que necesitaba era un cambio de perspectiva.
 

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sábado, 16 de marzo de 2019

Escapada a Chinchón durante su carnaval medieval

Hace un par de semanas fueron los carnavales medievales de Chinchón. A mí el tema del Carnaval, la verdad, ni me va ni me viene, pero es oír la palabra "medieval" y la cosa cambia. Así que para allá nos fuimos. Tuvimos el acierto de ir por la mañana (no demasiado temprano, pero temprano) porque así pudimos ver los puestos con tranquilidad antes de que empezaran las aglomeraciones.
No recuerdo haber estado nunca en el pueblo y, la verdad, me pareció precioso: me gustaría verlo sin los puestos y la decoración medieval que, por otra parte, tenía su encanto. Habilitaron un espacio con atracciones para niños y los puestos estaban bastante bien para lo que suelen ser esos eventos: había variedad y las artesanías eran fantásticas. Además, había todo tipo de actividades como pasacalles, exhibiciones de cetrería o (esta nos la perdimos porque era muy tarde) torneos medievales. 
El error que cometimos fue no llevar comida de casa, porque la cola para las cosas ricas (o sea, los preñados y las pizzas) era de mínimo 40 minutos. No hicieron bien las previsiones y, además de que no había bebidas frías en todo el pueblo, tenían que ir horneando las cosas en el momento... Lo bueno era que, al menos en el caso del preñado, era realmente artesano, porque se veía al muchacho prepararlos y meterlos al horno en vivo y en directo. Con eso, un sándwich vegetal y una deliciosa palmera de chocolate comí divinamente.
Escapada a Chinchón durante su carnaval medieval
Calle del pueblo y plaza de Chinchón
En cuanto al pueblo en sí, como ya he dicho, los puestos impedían verlo en todo su esplendor, en especial la Plaza de Chinchón, que aun así era espectacular. Tiene el encanto de un pueblo de origen medieval bien cuidado y con mucha vida, me ha parecido una auténtica joya. Además, como hay tantas alturas se hace un efecto espectacular. 
También nos acercamos al castillo, que por desgracia no se ha conservado tan bien y está en ruinas, por lo que ni siquiera se puede pasar. Aun así, os recomiendo acercaros, porque las vistas desde allí son espectaculares.
En definitiva, me han quedado ganas de ver el pueblo un día más tranquilo, quizás con algún tour que explique la historia del pueblo, que seguro que la tiene, y muy interesante. Además, lo tengo relativamente cerca de casa :)


miércoles, 13 de marzo de 2019

La criada, relato corto de fantasía

De nuevo lancé los dados para hacer un relato corto, podéis verme lanzarlos en youtube.


La criada

dados del reto de relatos cortos, del que sale el relato de fantasía La criada
No podía más. Todo el día fregando, barriendo, limpiando y cocinando para esa pareja de guarros avariciosos, solo para conseguir un saquillo de monedas cada mes que apenas daba para alimentarse y pagar las medicinas de su marido, al que no veía más que por las noches, justo antes de que se acostara... si no le tocaba quedarse un rato más para hacer alguna tarea de última hora. Y ahora se ponían a regañarla porque había regado demasiado un cáctus exótico que tenían en el vestíbulo y el agua había rebosado un poco del plato, haciendo por ello una mancha insignificante en la carísima alfombra. No. Podía. Más. Esos gritos eran la gota que colmaba el vaso.
Fue fácil matarlos. Un poco de veneno en la comida y eliminados. También fue fácil hacer desaparecer los cuerpos, cualquier mago de los barrios bajos lo hacía por muy poco dinero. Metamorfosearse para hacerse pasar por ellos y quedarse con sus bienes resultó algo más caro, pero fue una buena inversión: tras fingir que quebraban (después de todo, solo tenían una criada a la que sobreexplotaban, y la gente siempre había pensado que la falta de servicio se debía a que no tenían fondos, cuando en realidad simplemente eran unos avariciosos) y vender todos sus bienes, recuperó con creces lo invertido. Luego, ni siquiera hizo falta mantener el hechizo de apariencia mucho más tiempo: adoptando los nombres de sus antiguos patrones, se mudó con su marido a un barrio lejano, más humilde, donde nadie conociera a las personas cuya identidad habían usurpado
Y allí, por fin, pudo dejar de trabajar, vivieron de las rentas que su crimen le había proporcionado y hasta pudieron permitirse contratar una criada que se encargara de fregar, barrer y limpiar. Eso sí, de hacer la comida siguió encargándose ella. Por si acaso.

sábado, 9 de marzo de 2019

Cómo fue la presentación de Amantes o algo más

presentación de la novela romántica contemporánea Amantes o algo más
Como sabéis, hace un par de semanas que fue la presentación de mi última novela romántica contemporánea, Amantes o algo más. Es probable que sea la última que haga, al menos en Madrid y Alcorcón, porque lleva mucho trabajo (les pongo mucho mimo) y de todas formas el que quiere el libro y es de la zona lo tiene tan fácil como quedar conmigo algún día y que se lo firme, así que quería que fuera especial. Por ello, preparé galletas de zanahoria y magdalenas de pepitas de chocolate (próximamente recetas) y marcapáginas de alambre artesanales y exclusivos con la forma de la portada. En la foto de la izquierda podéis verlo todo, lo de abajo son bombones, que nunca están de más ^^.
Mis presentaciones son más una charla entre amigas (ayuda que sean pocos los que se aventuran hasta Alcorcón) que una autora dando la chapa sobre su nueva novela, así que estuvimos hablando en corrillo de libros en general hasta que a alguien se le ocurrió que, por lo menos, podíamos hacer el "paripé" de la presentación un rato. Así que me puse en el taburete, hablé unos minutos de Amantes o algo más y volvimos al corrillo a charlar de literatura mientras disfrutábamos de los dulces. También hubo otra interrupción cuando a alguien se le ocurrió que estaría bien que me pusiera a firmar las novelas de una vez, pero por lo general charlamos de libros y de todo un poco. Nada que no se pueda hacer en cualquier parte que venga mejor a todo el mundo y sin tener que mover mesas. Por eso digo lo de que no veo lo de seguir haciendo presentaciones... 

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Y ahora aprovecho para pasar a otras cosas y pediros palabras para hacer un relato corto. 

sábado, 2 de marzo de 2019

Escapada a Sevilla: días 2/3: Sevilla Monumental, Macarena, Triana y random

Tras una primera tarde en la que hice los tours de Leyendas y Misterios y del barrio de Santa Cruz, me quedaba otro día completo en Sevilla, en la que hice otros tres con Heart of Sevilla y me sobró tiempo para explorar un poco en modo random.

Tours por Sevilla

Sevilla Monumental

Para empezar la mañana, hice el tour que se supone que tienes que hacer el primero, que es Sevilla Monumental, donde ves todo lo básico y te cuentan la historia de la ciudad. El punto de encuentro eran las Setas (Metropol-Parasol), monumento reciente que ha ganado varios premios pero que en Sevilla tiene sus detractores. Luego fuimos al Ayuntamiento, donde nos explicaron el curioso origen del signo de Sevilla (las sílabas No y Do con una madeja de hilo en medio): cuando el rey Alfonso X guerreó por la sucesión al trono, muchas ciudades le abandonaron, pero Sevilla se mantuvo fiel y, al ganar la guerra, pronunció un discurso que empezaba por "Sevilla no me ha dejado" (no-madeja-do).
Viaje a Sevilla: Metropol-parasol Las Setas, Archivo de indias y Catedral de Sevilla
Metropol-parasol Las Setas, Archivo de indias y Catedral de Sevilla
Luego fuimos al Triángulo Patrimonio de la Humanidad, una plaza desde donde vemos la catedral de Sevilla con la Giralda (hasta la zona de las campanas es musulmana, luego cristiana), el Archivo de Indias y el Alcázar. Después, pasando por la fábrica de tabaco (industria muy importante en Sevilla) y el hotel Alfonso XIII (una joya a la que más tarde tuve el placer de colarme para verlo por dentro: no os cortéis, es público), dimos un paseo hasta la Plaza de España pasando por varios pabellones de la Exposición Iberoamericana del 29. 
La verdad es que este tour me parece imprescindible y lo disfruté muchísimo porque es una ciudad preciosa y tiene una historia interesante. 

Barrio de la Macarena

Cuando acabé Sevilla monumental, me fui a ver otro trozo del precioso Parque de María Luisa pensando que estaba lo bastante cerca. No era así y tuve que correr para llegar al siguiente Tour. Este era por el barrio de la Macarena. No es una zona muy típica, pero tiene muchas iglesias (la mayoría de las cuales, salvo San Luis de los Franceses fueron quemadas en algún momento, o fueron destruidas en la guerra civil porque fue uno de los barrios que más sufrió en esos tiempos) y buenas historias. Además de las iglesias, vimos la Casa Grande de Pumarejo y, al final, las murallas y la Basílica de la Macarena, a la que entré para ver al Cristo y a la Virgen de la Macarena (coincidió que se podía pasar por detrás para ver su manto y allá que fui: espectacular).
Viaje a Sevilla: Barrio de la Macarena: Iglesia de San Luis de los Franceses y Basílica de la Macarena
Barrio de la Macarena: Iglesia de San Luis de los Franceses y Basílica de la Macarena
Además, luego, cuando paseé por el barrio, me pareció bastante auténtico, con gente andando por la calle, comprando... más vecinos que turistas. 
Como estaba relativamente cerca del hotel, me fui a comer allí antes de darme un largo paseo que precedía a mi último tour del viaje. De camino, me topé con un artista callejero, Leo Toledo, que hacía cuadros con los dedos chulísimos. Era todo un espectáculo y, además de quedarme un rato viéndolo, le compré un cuadrito. También me colé en el Hotel Alfonso XIII.

Barrio de Triana

El último tour fue en el barrio de Triana, que no está mal y tiene algunas historias interesantes (nos hablaron, por ejemplo, de la primera vuelta al mundo). Los que vivieron allí fueron los primeros en embarcarse hacia América y es un barrio muy ligado a la alfarería, que estuvo ocupado por las clases bajas hasta el siglo pasado. Ahora es un barrio de gente adinerada con bastante buen ambiente. Incluso pudimos entrar a una iglesia, cosa no tan fácil porque no están abiertas todo el día. Entramos en el mercado de Triana, uno de los más antiguos, y finalizamos en el Puente de Triana.
Viaje a Sevilla: Torre del Oro y Barrio de Triana
Viaje a Sevilla: Torre del Oro y Barrio de Triana

Sevilla Random

Después de que acabara el tour era demasiado pronto para volver al hotel, así que di un paseo por la zona tomando un helado que estaba delicioso. Volví a pasar por todos los monumentos importantes de noche y finalmente subí hasta el hotel caminando por la zona comercial, que al ser sábado por la tarde estaba muy animada.
Viaje a Sevilla: Ayuntamiento, Alcázar y una de las muchas calles estrechas de Santa Cruz
Ayuntamiento, Alcázar y una de las muchas calles estrechas de Santa Cruz
 Al día siguiente me levanté temprano, demasiado, así que decidí que, antes de ir andando a la estación, pasaría por Santa Cruz de nuevo. Me gusta mucho ese barrio, la verdad. Para llegar volví a ver todos los monumentos más básicos y luego, subiendo poco a poco por la judería, vi la estatua de don Juan Tenorio, varias iglesias, la estatua de Zurbarán y la casa de Pilatos, entre otras cosas. También di un rodeo para ver el Acueducto Romano antes de llegar a la estación, aunque esto último no mereció la pena, porque apenas le quedan cinco arcos. Y con esto acabó mi escapadita a Sevilla. Me quedó mucho por ver, aunque lo básico lo cubrí por completo.

Vídeo resumen del viaje