No tenía ni idea de qué diablos era esa cosa hiperactiva que se había colado en mi casa, sólo sabía que tenía forma humanoide y que parecía mirarlo todo con asombro. No me atrevía a echarlo, ni tampoco quería mostrárselo a nadie, porque se había convertido en mi pequeño gran secreto.
El único problema era que me ponía muy nervioso que no se estuviera quieto (¡todo el rato de aquí para allá, toqueteándolo todo!), aunque por fin encontré un remedio: sólo tenía que poner mi radio y la cosa se quedaba allí, enfrente, mirándola fijamente mientras balanceaba su extraño cuerpecillo al son de las palabras del locutor.
(A todo esto, hice el ejercicio como escritura automática de Adictos a la escritura)
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Todas las historias y personajes de este blog son ficticios. Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia.
Buenísimo tu microrrelato. Me ha recordado a un libro que leía cuando era peque "Apareció en mi ventana" cuyo protagonista era un mukusuluba...
ResponderEliminarJajaja... cómo de cosntumbre mi Debby, me dejas con una sonrisa en la cara:D
ResponderEliminarGenial, curioso y futurista, casi ScyFi, como a mi me gusta:D
un besooo^^
me flipé un poco, no sé ni cómo se me ocurrió pero me gustó el resultado XD
ResponderEliminarMuy bueno!!!
ResponderEliminarMe ha gustado mucho tu relato :)