Como sabéis, hace tiempo me propuse hacer más cosillas para salir de mi zona de confort y estimular más mi creatividad. Gracias a eso, he montado en globo, he viajado sola a Roma y Escocia, hago más planes museísticos...
La última locura fue saltar en la tirolina urbana más larga de Europa, que se encuentra a menos de una hora de casa, en pleno Toledo. Me acompañaba en la aventura María Orgaz y lo hubiéramos hecho mucho antes, pero encontrar un día en el que libráramos las dos y en el que los señores de la tirolina tuvieran huecos libres era... complicado.
Pero bueno, por fin llegó el momento y nos plantamos en FlyToledo con mucho adelanto. Aparcamos bien (sin pagar) y estuvimos un buen rato esperando a que montaran lo de la tirolina (y a que pasaran algunos antes que nosotras). Daba más miedo en fotos, allí dices: "Ah, pues no es para tanto". El salto es divertido, eso sí, aunque ¡se hace bastante cortito!
Como yo era la primera, tuve que correr de nuevo al punto de inicio, con casco y arnés y todo (fotografías a parejitas incluidas) para darle la gopro a María y que ella también pudiera llevárselo grabado. Cuando ella hizo su salto, fuimos al coche a por nuestras cosas, lo dejamos donde estaba y subimos a Toledo (digo subimos porque es todo cuestas) para dar una vueltecita y comernos nuestros bocatas.
Visitamos la catedral y, en el punto de información turística, nos indicaron los museos gratuitos. Nos decantamos por el del ejército, donde el alcázar, y allá que nos fuimos. Nos metimos sin querer en la biblioteca (bonitas vistas desde la cafetería) y luego al museo, que en su parte "no de pago" no tenía demasiado (juguetes sobre el ejército, vehículos, alguna espada y ruinas dentro del edificio). Después paseamos por los jardines y rodeamos el alcázar para volver al coche dando una vuelta (y de camino tomarnos nuestra comida), tras lo cual volvimos a Madrid con muy buen sabor de boca por nuestra visita.
La última locura fue saltar en la tirolina urbana más larga de Europa, que se encuentra a menos de una hora de casa, en pleno Toledo. Me acompañaba en la aventura María Orgaz y lo hubiéramos hecho mucho antes, pero encontrar un día en el que libráramos las dos y en el que los señores de la tirolina tuvieran huecos libres era... complicado.
Pero bueno, por fin llegó el momento y nos plantamos en FlyToledo con mucho adelanto. Aparcamos bien (sin pagar) y estuvimos un buen rato esperando a que montaran lo de la tirolina (y a que pasaran algunos antes que nosotras). Daba más miedo en fotos, allí dices: "Ah, pues no es para tanto". El salto es divertido, eso sí, aunque ¡se hace bastante cortito!
Como yo era la primera, tuve que correr de nuevo al punto de inicio, con casco y arnés y todo (fotografías a parejitas incluidas) para darle la gopro a María y que ella también pudiera llevárselo grabado. Cuando ella hizo su salto, fuimos al coche a por nuestras cosas, lo dejamos donde estaba y subimos a Toledo (digo subimos porque es todo cuestas) para dar una vueltecita y comernos nuestros bocatas.
Visitamos la catedral y, en el punto de información turística, nos indicaron los museos gratuitos. Nos decantamos por el del ejército, donde el alcázar, y allá que nos fuimos. Nos metimos sin querer en la biblioteca (bonitas vistas desde la cafetería) y luego al museo, que en su parte "no de pago" no tenía demasiado (juguetes sobre el ejército, vehículos, alguna espada y ruinas dentro del edificio). Después paseamos por los jardines y rodeamos el alcázar para volver al coche dando una vuelta (y de camino tomarnos nuestra comida), tras lo cual volvimos a Madrid con muy buen sabor de boca por nuestra visita.
Que bueno, lo disfrutaron mucho!! No es lo mio porque el vértigo me puede mas, pero de caminar no tengo problemas. A ver a que mas te animas!!!
ResponderEliminarBesos.
¿Quién sabe? Hay tantas experiencias por vivir (si el presupuesto lo permite...)
Eliminar¡Me alegro mucho que lo pasaras bien Déborah!
ResponderEliminarA mí me encanta Toledo (vivo cerca y cuando me escapo me voy a recorrer sus callejuelas). En otra ocasión que vuelvas, puedo hacerte de guía jejeje, con leyendas incluídas. Hay un sitio increíble desde el que se ve Toledo y el río.
Un besazo.
¡Gran idea! Ese día no nos quedamos mucho, la idea principal era lo de la tirolina y luego solo dimos una vueltecita, por aprovechar un poco el viaje ^^
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