La batería
¿En qué momento se le ocurrió regalarle una batería a su hijo por su cumpleaños? En la teoría parecía buena idea: el niño se había empeñado en ser músico, pero era bastante torpe con los dedos y no conseguía tocar bien ningún instrumento que no fuera de percusión. En la práctica, sin embargo, no había tenido en cuenta que el único sitio donde podría practicar sería la habitación de invitados, que no estaba insonorizada. Ahora no paraba y, si seguía así, iba a acabar por volverse loca.
Se estaba maldiciendo a sí misma por el regalo cuando vio el cartel del centro juvenil: pensaban hacer un grupo y necesitaban músicos. Entró para informarse y, en efecto, ensayaban todos los días y no había problemas en dejar la batería allí, en vez de traerla y llevarla a diario. Así pues, cuando llegó a casa hizo lo posible para convencer a su hijo, que aceptó encantado la idea de formar parte de un grupo.
A la semana siguiente, comenzaron los ensayos y por fin pudo tener algo de paz. Por supuesto, no era todo perfecto: tenía que llevarle y traerle en coche cada día. No obstante, mientras se calaba el gorro todo lo posible y se arrebujaba en su abrigo para dar un paseo mientras esperaba a que acabara el ensayo, se puso a hablar con otro padre soltero que estaba en su misma situación... y se dio cuenta de que ella también esperaría ansiosa los ensayos.
Me encanta el giro que da el relato al final, seguiré leyendo tus escritos.
ResponderEliminarBesos.
https://milirio.blogspot.com/
Me gustan, definitivamente me gusta tu manera de escribir
ResponderEliminar:) Gracias
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