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Todos los relatos cortos y personajes de este blog son ficticios. Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia

sábado, 26 de octubre de 2019

Viaje a Asturias: Gijón

Después del viaje a Rumanía, necesitaba unas vacaciones de las vacaciones, vamos, ir por libre sin muchos autobuses y sin horarios. Así que elegí Asturias, con Gijón como base, por ver el mar. No fue una buena elección, por varios motivos:
  1. Estoy mal acostumbrada. Ya sabéis que suelo viajar sola y en hoteles de mínimo 3 estrellas. Aunque cogí una pensión bastante decente, el contraste entre "Hoteles de 4 y 5 estrellas en habitación para mí sola" frente a "comparto una habitación minúscula con almohadas que parecen sábanas y ronquidos" no fue nada bueno. Por no hablar de que no dormí nada, y eso me pone de mal humor.
  2. Gijón está muy bien si quieres aburrirte. Lo cual era perfecto para mi acompañante, quien, palabras textuales "había ido allí a aburrirse". Para mí, que me gusta ver cosas nuevas y desespero cuando no hay nada que hacer, especialmente cuando no estoy en un entorno especialmente bonito, como es el caso, fue un viaje de pesadilla.
  3. Fuimos en tren y no llevábamos coche. Gijón es una buena base para explorar los alrededores en coche. Pero, si no tienes vehículo propio, hay que tirar de transporte público y autobuses, así que se limitan bastante las opciones.
  4. Se confirmó mi alergia al cacahuete cuando probé un par de onzas de chocolate con trazas. Estuve a punto de tener que ir a urgencias y pasé el resto del viaje con la paranoia y el miedo a comer lo que no debía...
El resultado fue que, aunque hicimos un par de escapadas, al tercer día ya estaba deseando volver a trabajar. Así, como lo digo. Si estás deseando trabajar en vez de estar de vacaciones, es que las vacaciones no te están gustando nada. Pero bueno, la próxima vez seré más lista y elegiré un destino culturalmente más apetecible o bonito (a poder ser, menos días), como Santarder.
Como todo se ve en un pis pas (en un día ya te ha dado tiempo a verlo todo), no haré crónica diaria y me limitaré a decir lo que visitamos. 

Qué ver en Gijón:

Viaje a Asturias - Gijón: Edificio de la laboral y Cimadevilla
Viaje a Asturias - Gijón: Edificio de la laboral y Cimadevilla

Edificio de la laboral

Es una de las pocas cosas de Gijón que me entusiasmaron. Es un edificio precioso, concebido como centro educativo, en el que ahora hacen todo tipo de actividades culturales además de dar clases universitarias. Me hubiera gustado hacer la ruta guiada, pero mi acompañante no estaba por la labor.

Jardín Botánico Atlántico

Otra de las cosas que me gustó. Eso sí que es un jardín botánico, y no el espacio tan cutre como mal cuidado que tenemos en Madrid... La ruta dura más de dos horas, más si quieres perderte, y tiene varias zonas dedicadas al entorno cantábrico, los biomas atlánticos, y hasta factorías vegetales y un cacho llamado jardín de la isla que data del s. XIX.

Cimadevilla

Es el barrio antiguo de los pescadores, tiene bastante encanto con su estilo medieval. Y muy pocas calles. Recorrerlas todas nos llevó cosa de una hora. Aunque supongo que, para el que le guste ir de tapas, es un buen plan. Y puede que, si vas en un tour, haya alguna historia interesante.

El elogio del Horizonte de Chillida

Hay que subir una buena cuesta y las vistas serían estupendas si la costa no estuviera plagada de industrias. El monumento, para mi gusto, es bastante feo, pero bueno, para gustos, los colores.

Playa de San Lorenzo

Alargada y estrecha, se la come la marea y está bastante saturada de turistas. Si llegas hasta el final se ve la vista bonita de Cimadevilla.

Playa de Poniente

Esta playa me gustó mucho más, tiene mayor amplitud y está menos masificada. Las vistas desde el espigón también son bonitas, porque dan a Cimadevilla. Todos los días estaba limpia, pero justo el día que nos decidimos a mojar los pies la encontramos plagada de algas.

Centro y zona comercial

Típico barrio de compras de cualquier ciudad pequeña. Los edificios eran bonitos, muy decimonónicos.

Parque de Isabel la Católica

Para una madrileña que frecuenta el Retiro, es un parque modesto. Si no tienes un Retiro en tu ciudad, está bastante bien. Tanto más si vas con niños, porque tienen una zona de granja con pájaros de todo tipo. Las estatuas eran bastante feas.

Qué más habría visto de haber viajado sola

  1. Parque Arqueológico Natural de La Campa Torres: no había forma de llegar en transporte público sin pegarse una paliza a andar y el camarero del bar donde desayunábamos nos dijo que no merecía la pena, pero me habría gustado verlo.
  2. Termas romanas
  3. Museo del pueblo asturiano
 También hay un Museo del Ferrocarril y un acuario, pero esas cosas no me llaman tanto la atención ^^.

Alojamientos y comidas

Sobre el Hostal Verdemar de Gijón

Es un hostal barato y se nota. La habitación y el baño de la misma eran diminutos, además, uno de los dos enchufes no funcionaba y uno de los dos interruptores para dar la luz tampoco. Las almohadas eran terribles. Aun así, para el precio que tiene, la ubicación es buena y el personal atento, si bien es cierto que, en los cinco días que estuvimos, no vaciaron la papelera ni una sola vez.

La Taberna

Situada en la


sábado, 19 de octubre de 2019

Viaje a Rumanía: castillos de Bran y de Peles (día 7)


En el último día tocaban castillos, que eran básicamente la razón por la que elegí Rumanía como destino. Así que era el que más me ilusionaba (y debo decir que no me decepcionó).

Castillo de Bran

Empezamos con un madrugón para ir al Castillo de Bran, más conocido como el Castillo de Drácula, que, paradójicamente, nunca fue de Vlad Tepes (eso sí, lo asedió y se cree que fue encarcelado allí). Menos mal que fuimos prontísimo, porque se forman unas colas de impresión y no nos encontramos con demasiada gente. El castillo es bonito por dentro y por fuera, fue restaurado por la reina María como residencia y se ve bastante sobrio. Eso sí, está supermasificado y es pequeño, así que agobia un poco, incluso estando pronto.
Después de la visita nos dejaron a nuestro aire y, como mi sentido de la orientación es nulo, costó llegar hasta donde estaba el autobús. Hay un mercadillo bastante grande repleto de souvenirs y se nota que es una zona que empieza a estar sobre-explotada turísticamente, incluso tenían una especie de túnel del terror en una galería.
Viaje a Rumanía: castillos de Bran y Peles
Viaje a Rumanía: castillos de Bran (1 y 2) y Peles

Castillo de Peles en Sinaia

Después teníamos la visita al castillo Peles, pero antes tuvimos que tragarnos otras tres horas y media de atasco. Tardamos tanto que tuvimos que hacer la comida antes que la visita al castillo, aunque el programa era al revés. Por fin llegamos a Sinaia, que es una ciudad preciosa. Me hubiera gustado pasearme por ella con tranquilidad, porque las casas son bien bonitas.

Sobre el restaurante Casa Iris

Comimos queso empanado, pollo con patatas, helado de chocolate y vainilla. Era todo bastante mediocre, pero no estaba mal.

El Castillo de Peles

Finalmente, llegamos al preciosísimo tanto por dentro como por fuera Castillo de Peles. Una auténtica maravilla de la que solo pudimos ver el primer piso, con una decoración en madera y con vidrieras espléndida. No tiene mucha historia, porque es relativamente reciente y nunca tuvo uso militar, pero me dio igual. Y el rey Carlos I lo construyó con dinero de su bolsillo, lo que dice mucho de él. Además, como curiosidad, fue el primer castillo en tener calefacción central, electricidad y ascensor, estación telefónica, alcantarillado y ¡hasta un aspirador central que sigue funcionando! Además, se salvó de la mareada redecoradora de Elena Chauchesco gracias a que la mintieron diciendo que tenía carcoma.
Consejos para viajar a Rumanía (11): El castillo de Peles: para hacer fotos por dentro tienes que pagar bastante. Puede parecer un poco exagerado, pero en este caso diría que merece la pena, siempre que vayas con calma. Además, no hay libros oficiales del interior.

Vuelta a Bucarest, vuelta a casa

De ahí ya fuimos a Bucarest, aunque no pudimos hacer nada más que subir al hotel y ducharnos antes de cenar. Y al día siguiente el madrugón era criminal (cuatro y media de la mañana, lo que hacían las tres y media de España), así que solo podía hacer mis últimas compras en Carturesti Carusel e irme a dormir. Vamos, que lo que es de la ciudad, no pudimos disfrutar casi, porque llegamos tarde los dos días que podríamos haber tenido algo de tiempo libre.

Sobre la Posada Manuc:

Esta posada tradicional tuvo, la noche en que estuvimos, un espectáculo folclórico con música y bailes típicos de Rumanía (la música estaba desagradablemente alta en algunos momentos). Comimos una degustación de platos tradicionales rumanos como pisto, puré de berenjenas y algo parecido al hummus, carnes a la brasa y tarta de chocolate y cereza. Todo bastante rico.



sábado, 12 de octubre de 2019

Viaje a Rumanía: lago rojo y Brasov (día 6)

Crónica del segundo día del viaje a Rumanía (Bucarest)
Sobre el tercer día del viaje a Rumanía (Sibiu, Sibiel, Sighișoara)  
Crónica del cuarto día (Sighișoara, región de Bucovina, monasterio Moldovita) 
Lee lo que vi el quinto día del tour por Rumanía (Marginea, monasterios Voronet y Sucevita, Piatra Neamt)

Lago rojo

Viaje a Rumanía: Lago Rojo
Ese día bajaron las temperaturas y fue todo un alivio, aunque los demás estaban congelados. Empezamos el viaje yendo al lago rojo por el desfiladero de Bicaz, situado en el límite entre Moldavia y Transilvania: era precioso, pero en ciertos puntos de la carretera daba miedo. 
Luego, aunque en el programa ponía algo sobre un lugar llamado Miercurea Ciuc, no hicimos más que paradas técnicas hasta Brasov. Que eran insuficientes porque ¡tenía el día meón! Pero bueno, conseguí llegar a las paradas sin desastres escatológicos. Aunque nuevamente me convertí en la portavoz del grupo para solicitar que el bus se detuviera en la gasolinera más cercana...
Consejos para viajar a Rumanía (10): la mayoría de los baños públicos de Rumanía son de pago, así que ten siempre a mano 1 o 2 billetes pequeños, porque no siempre tienen cambio para billetes más grandes (a veces, el que cobra ha desaparecido y hay que meterlo en un buzón).

Visita a Brasov

Cuando llegamos a Brasov, hicimos un minitour por las antiguas puertas de la ciudad (Puerta de Schei, por la única por la que podían entrar los rumanos, y Puerta de Santa Catalina, de la época medieval, que usaban los sajones). Vimos también la sinagoga, la calle más estrecha de Rumanía y luego entramos a la Catedral Negra, de estilo gótico y llamada así por el color que adquirió tras un incendio, donde nos hicieron una extensa explicación de la misma. Como curiosidad, tienen la colección de alfombras más grande (algunas de ellas para el rezo musulmán), uno de los órganos más grandes de Europa (me perdí el concierto) y un fresco católico que se conservó porque no sabían que estaba allí hasta que hicieron limpieza.
Viaje a Rumanía: Brasov: puerta de Santa Catalina, Catedral Negra, Catedral de San Nicolás
Viaje a Rumanía: Brasov: puerta de Santa Catalina, Catedral Negra, Catedral de San Nicolás
Después comimos y, tras hacer el check-in en el hotel, nos dieron tiempo libre toda la tarde. Debo decir que es una ciudad preciosa para pasear. Aproveché que teníamos tanto tiempo para visitar una iglesia que nos mencionaron pero no llegamos a ver en el tour. Caía chiribiri y no llevaba ni chaqueta no paraguas ni chubasquero, pero yo no soy nada friolera y lo agradecí, porque días previos había hecho mucho calor. Pero bueno, volviendo a la crónica, vi la catedral romana ortodoxa de san Nicolás (no era una iglesia) y volví a recorrer el casco antiguo hasta la plaza del ayuntamiento (Piata Sfatului), donde se estaba montando algo, acabando en una librería de la calle comercial (calle Republicii) donde compré unos story cubes (cambié 50€ y no iba a llevarlos de vuelta... dado que los souvenirs eran muy cutres, al menos lo gastaba en algo de provecho).

Sobre el Restaurante Leonardo da Vinci:

La comida consistía en embutido, carne en salsa (correosa), y una especie de churro con forma de donut con salsa agria y salsa de frambuesas, que se llama Papanasi. Solo se salvaba este postre, el resto de la comida era bastante mala y el servicio pésimo.

Sobre el hotel Aro Palace:

La cena estaba rica y era diferente: de primero ensalada de col y mango, luego filete de pavo con champiñones y queso con patatas, y de postre tarta de chocolate. El desayuno fue el mejor de todos, variadísimo y rico. Además dormí bastante bien y la habitación era comodísima. Merece cinco estrellas.



sábado, 5 de octubre de 2019

Viaje a Rumanía: Marginea, monasterios Sucevita y Voronet, Piatra Neamt (día 5)

Continuamos con la visita a la región de Bucovina

Visita a Marginea

Empezamos la mañana yendo a Marginea, un pueblo que estaba en la frontera (de ahí su nombre) conocido por producir cerámica negra. Nos explicaron cómo se hace ese efecto metálico (no es por la arcilla, sino por el horneado), aunque básicamente era una parada de compras porque solo había dos tiendas.

Monasterios Sucevita y Voronet

Estos Monasterios pintados son otros de los ocho de la región protegidos por la UNESCO. El primero del día fue el Monasterio Sucevita y allí otra monja nos explicó las características de las pinturas más representativas. No era tan expresiva como la monja Tatiana, pero lo que contaba era interesante.
Tras esa visita, fuimos al Monasterio Voronet, que contiene la denominada Capilla Sixtina de la zona, aunque me parece exagerado. Aquí la visita la hizo directamente nuestra guía, porque la iconografía era más de lo mismo.
Consejo para viajar a Rumanía (9): ¿Quieres hacerte fotos en el exterior de los monasterios? Prepárate para pagar una tasa. En todos los monasterios fue lo mismo, solo se podía hacer fotos en el exterior, pagando.  Y hay que tener en cuenta que todos tienen al menos una pared en la que las condiciones meteorológicas se han llevado la pintura. El interior está tan protegido que no puedes hacer fotografías ni pagando.
Viaje a Rumanía: monasterios pintados y Piatra Neamt
Viaje a Rumanía: puerta del monasterio pintado Sucevita y torre de Piatra Neamt

La Casa de la abuela

Cerca del monasterio Voronet hay un gran mercadillo y allí está la Casa de la abuela, donde nos enseñaron cómo se pintan los huevos típicos. En ese local acabé comprando uno, fue el único sitio que vi en el que los huevos pintados eran huevos decorados a mano y no trozos de madera con forma de huevo y pintados con máquinas. Pasé el resto del viaje con la paranoia por si se rompía la cáscara, pero llegó intacto a casa. También tienen un espacio ambientado como una casa típica (que te cobran por fotografiar). 

Sobre el restaurante del Hotel Best Western

Comimos sopa de remolacha y otros dos platos típicos: Sarmale (carne enrollada en hoja de repollo) con polenta (lo llaman pan, pero es casi como un puré de maíz, bastante insípido, que sirve como acompañamiento de otros platos). De postre, tarta de manzana y fruta de la región regalada por nuestra guía. Estaba bastante rico todo, aunque en la zona donde estábamos había poco espacio.

Visita a Piatra Neamt

Después de comer, todo fue autobús hasta Piatra Neamt. Es una ciudad pequeña pero con un centro bastante cuco, con una plaza central (plaza Libertatii) que tiene edificios históricos bonitos, destacando la Corte Principesca con la Iglesia de San Juan y la Torre del reloj. Justo enfrente hay un parquecillo bastante animado con atracciones para los niños pequeños.
También tiene un teleférico (ellos lo llaman telegóndola), pero yo no subí, una suerte porque a la mayoría de los que pregunté les pareció que no valía lo que costaba (las zonas con mejores vistas estaban cerradas).

Sobre el hotel Central Plaza

Cenamos champiñones rellenos, carne en salsa y tarta de crema pastelera, bastante bueno, y el desayuno fue variado (industrial, pero variado). Pero lo mejor fue que me pusieron en una suite para tres, de dos habitaciones (creo que a todos los que íbamos solos, lo cual no tiene mucho sentido, aunque no iba a ser yo quien se quejara), en una zona bastante silenciosa donde pude elegir la cama más confortable, así que pasé una noche de fábula.