Quimper
Después de Concarneau, fuimos a Quimper, donde tuvimos suficiente tiempo
libre para pasear por todo el centro. En la catedral había un
maravilloso concierto de órgano, así que me quedé allí hasta que acabó y
desalojaron el templo. Luego, fui callejeando hasta una iglesia muy
bonita y paseé por los puentes, donde se hacen las clásicas fotos.
Pont-Aven
Después de comer tocó Pont-Aven, pueblo famoso por ser frecuentado por los
pintores impresionistas. Son un par de calles, pero muy bonitas, ya que hay interesantes vistas con el río y el pueblo tiene buen ambiente.
Rennes
Finalmente llegamos a Rennes y nos hicieron la visita planeada para el
día siguiente. Es una ciudad muy viva con casitas de entramado de
madera pero también edificios más modernos y señoriales debido a un incendio. La ciudad está repleta de historia y tiene ambiente estudiantil.
St. Malo
St. Malo lo visitamos al día siguiente tras el Monte Saint Michel. Es un
pueblo amurallado bonito, sobrio y elegante. Empecé rodeando el pueblo
subida a la muralla, luego callejeé y entré en la catedral, que tiene
una vidriera fabulosa.
Callejeando puedes echar un buen rato, pero aún así el tiempo libre era
más que suficiente y lo vi todo tranquilamente.
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