Un nuevo relato hecho con el reto story cubes, ahí va el vídeo en el que explico para qué vale cada dado y se me ve lanzarlos...
Un papel fundamental
Dos jóvenes entraron en
la taberna. El primero, portaba una gigantesca mochila, de la que no
se desprendió ni siquiera cuando se sentó en el inestable taburete.
El segundo, a juzgar por los numerosos saquitos de ingredientes que
portaba, era un mago. Ambos se tomaron con tranquilidad sus estofados
en el lugar más apartado del grandullón que había llegado apenas
media hora antes, aunque no era de extrañar, porque esa parte de la
taberna se había vaciado en cuanto se colocó allí, con el ceño
fruncido.
La tranquilidad duró
hasta que el bravucón del pueblo decidió que tenía que enfrentarse
al grandullón para hacerse valer y comenzó la riña. Por supuesto,
no tuvo ni la más mínima oportunidad, ni tampoco los demás hombres
que decidieron vengarse del hombretón por haber noqueado a su amigo.
Pronto, todos estaban inconscientes en el suelo... pero su adversario
no se detuvo y comenzó a destrozarlo todo.
-Por favor, señor...
-dijo el posadero al mago-. Vos podríais detenerle...
-Mi amigo no hace ningún
hechizo sin pago previo -respondió el de la mochila-. Denos tres
piezas de oro y otra botellita de aguardiente y se encargará del
asunto.
El posadero se negó en
un principio, pero al ver que los destrozos en la taberna eran cada
vez peores acabó por claudicar. Efectuado el pago, el mago se acercó
al grandullón y comenzó a decir palabras sin sentido. El tipo
empezó a retorcerse, como si se ahogara y, cuando el mago paró de
hablar, pareció suspirar aliviado.
-Largo -dijo el tipo de
la mochila, y el grandullón salió corriendo de la taberna.
-¿Qué hace? ¿Acaso no
le persiguen? -preguntó indignado el posadero cuando vio que no
acababan el trabajo.
-Nos ha pagado por
detenerle, no por matarle o ir tras él -dijo el amigo del mago
mientras metía en su mochila las monedas y el aguardiente que les
habían dado.
El posadero dudó, pero
temía tanto al mago que lo dejó correr y les dejó marchar. Ambos
amigos caminaron un par de kilómetros hasta el punto de encuentro,
donde se encontraron con el grandullón.
-Esta vez has
sobreactuado un poco -dijo el de los saquillos, que no era mago ni
nada por el estilo, a su cómplice en el timo-. Ya parecías cabreado
antes de empezar la lucha.
-Es que estoy cabreado.
Al menos vosotros intercambiáis papeles de vez en cuando. A mí
siempre me toca ser el que se lo carga todo y al final es vencido por
el mago.
-¡Ya nos gustaría a
nosotros poder igualar tus proezas! -dijo el de la mochila-. Pero me
temo que, si hiciéramos tu papel, los parroquianos nos noquearían
en seguida. Así que no te quejes, tu papel es fundamental. Si no te
tuviéramos a ti, ni comeríamos gratis ni nos sacaríamos unas
monedas extra cada vez que visitamos un pueblo.
El grandullón aceptó el
argumento y su mueca feroz se hizo menos profunda. Luego, empezó a
caminar a paso ligero hasta el próximo pueblo. Los otros dos, tras
intercambiar saquillos y mochila, le siguieron hasta la siguiente
taberna.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¡Muchas gracias por visitarme y comentar! Espero que lo que publico te haya gustado pero, si no es así, por favor, ¡dímelo de forma constructiva! Tus comentarios me ayudarán a mejorar.