Otro relato corto con varias palabras olvidadas, esta vez me he superado. Escogí baladí (De poca importancia), encandilar (Impresionar a alguien muy grata o profundamente), Encamarse (Acostarse. Mantener una relación sexual con otra persona), batiburrillo (Mezcla desordenada de cosas que no guardan relación entre sí), cachivache (Cosa rota o inservible) y embuste (Mentira disfrazada con artificio).
Palabras diseñadas por @FedeNarbón, @brunospagnuolo, @SoniaF, @somawer-@carlosruano, @rodrigo y @lcuni. |
Un embuste necesario
El aventurero se había traído de sus viajes un cofre del tesoro que
tenía escondido en el desván, al que no permitía subir a nadie, o al
menos eso era lo que se decía por ahí. Para alguien con deudas hasta las
orejas, no era cuestión baladí: al contrario, era la solución a todos sus problemas.
Así pues, hizo lo que pudo por encandilar a la feísima hija del aventurero y encamarse
con ella en un lugar donde resultaba fácil que les descubrieran y, tal y
como esperaba, en cuanto el hombre se enteró, le obligó a casarse con
su chica a punta de escopeta.
Una vez convertido en hijo
político del aventurero, todo era cuestión de envenenarle para que su
esposa fuera la legítima propietaria de la casa, pero no hizo falta,
porque el hombre, a los pocos días de la boda, sufrió un ataque al
corazón. Lo primero que hizo tras el entierro fue correr al desván para
ver el tesoro pero, cuando abrió el cofre, solo encontró un batiburrillo de baratijas, recuerdos y algún cachivache
sin valor. Se puso como una fiera y preguntó a su esposa dónde estaba
el tesoro, pero ella le aseguró que no había tal cosa y, creyendo que
mentía y que no quería decírselo, comenzó a estrangularla.
Por
suerte, el aventurero estaba cerca y se lo quitó de encima con un golpe
terrible que le partió el cuello. Ella se quedó mirando, con los ojos
muy abiertos, el cadáver de su esposo.
-¿Ves como era necesario el embuste?
Ese solo quería el tesoro -dijo su padre, que había convencido a su
hija para que ambos fingieran su muerte en cuanto vio la bolsita de
veneno que guardaba su yerno.
Ella asintió en silencio, aunque
en el fondo no le importaba demasiado. Él había fingido para tener
acceso al tesoro, ella, para dejar de ser una solterona y tener a
alguien a quien amar. Ahora que estaba embarazada, poco le importaba
nada más. Casi mejor, de hecho. Las viudas disfrutaban de mucha
libertad.
--------------------------------------------------------------------------------
Todas las historias y personajes de este blog son ficticios. Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia.
Todas las historias y personajes de este blog son ficticios. Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¡Muchas gracias por visitarme y comentar! Espero que lo que publico te haya gustado pero, si no es así, por favor, ¡dímelo de forma constructiva! Tus comentarios me ayudarán a mejorar.